ยฟTienen ideologรญa los diccionarios?

ideologia de los diccionarios

Los diccionarios son aquellas obras que recogen las palabras de una lengua โ€“o variasโ€“ y aportan definiciones, explicaciones o relaciones acerca de ellas. La elaboraciรณn de estas obras corre a cargo de expertos, entre los que se incluirรญa tanto a lexicรณgrafos como a aquellas personas doctas en la materia en que se enmarca una determinada palabra. Como seรฑala el lingรผista T. Van Dijk en su obra Discourse & Society, En la elaboraciรณn de cualquier diccionario no estรกn exentas las ideologรญas, entendidas como aquellos marcos bรกsicos de cogniciรณn social que son compartidas por miembros de grupos sociales y que se organizan mediante esquemas ideolรณgicos que representan la autodefiniciรณn de un grupo.

Dicho esto, ยฟse puede decir que los diccionarios tienen ideologรญa? Cuando hablamos, cuando construimos discursos, seleccionamos unas palabras y descartamos otras. Esta es la razรณn por la que hay quienes prefieren hablar de violencia intrafamiliar en vez de utilizar la expresiรณn violencia de gรฉnero. O quienes hablan de desaceleraciรณn en vez de crisis. La elecciรณn de una voz nunca es arbitraria o azarosa y, aunque pensemos que pueden hacer referencia a algo similar, siempre hay que tener en cuenta la intenciรณn que motiva el uso de esa palabra.

Con los diccionarios se puede aplicar algo parecido: la ideologรญa en los diccionarios no solo se puede observar a partir de las definiciones que contienen las palabras; tambiรฉn estรก presente en las palabras que estรกn y, sobre todo, en las que no estรกn. Hay distintos criterios para que una palabra aparezca en un diccionario; uno de los mรกs frecuentes es el criterio de uso, es decir, que una palabra se utilice con cierta frecuencia y que lo haga un nรบmero amplio de hablantes.

Esto, a menudo, se documenta a partir de corpus o bancos de datos que recopilan una inmensa cantidad de testimonios, tanto orales como escritos. En esa selecciรณn de obras โ€“esto es, quรฉ obras entran y cuรกles no en los corpus que sirven para confeccionar un diccionarioโ€“ tambiรฉn hay una intervenciรณn ideolรณgica: hay autores que entran sistemรกticamente en estos bancos de datos y otros que no lo hacen. Y con ellos se omiten y silencian sus palabras (nuevas o no) y sus significados.

Si recuerdan, hace un tiempo surgiรณ la polรฉmica en torno a la expresiรณn sexo dรฉbil, con la que se suele hacer referencia al conjunto de mujeres, en oposiciรณn al sexo fuerte, que serรญa el conjunto de varones. El problema que plantea esta expresiรณn es el siguiente: ยฟnos referimos al sexo dรฉbil de manera despectiva o de manera irรณnica? Lo primero que cabe precisar es que la incorporaciรณn de la expresiรณn sexo dรฉbil en cualquier diccionario es consecuencia del pensamiento de los hablantes, en el que sรญ caben interpretaciones ideolรณgicas. Una cuestiรณn de interpretaciones como la que lleva al Diccionario Clave a considerar como eufemรญstica dicha expresiรณn, y como despectiva a otro (Diccionario de la lengua espaรฑola).

Basta con acudir a ediciones publicadas en siglos anteriores para observar que en una definiciรณn puede haber mรกs ideologรญa de la que pensamos. Por ejemplo, en el diccionario acadรฉmico de 1925, la palabra bisexual presentaba una รบnica โ€“y sorprendenteโ€“ acepciรณn: ยซHermafroditaยป. En la ediciรณn de 1992 se aรฑadiรณ otra, no lejos de polรฉmica: ยซDicho de una persona: Que alterna las prรกcticas homosexuales con las heterosexualesยป. ยฟRealmente es necesario que una persona ยซalterneยป esas prรกcticas para ser considerada como tal?

Otro ejemplo similar lo encontramos en la definiciรณn del tรฉrmino matrimonio. En la 22.ยช ediciรณn, la definiciรณn de matrimonio era esta: ยซUniรณn de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e interesesยป. En la รบltima ediciรณn, publicada en el aรฑo 2014, se incluyรณ como segunda acepciรณn la siguiente: ยซEn determinadas legislaciones, uniรณn de dos personas del mismo sexo, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e interesesยป.

No obstante, aรบn hoy el diccionario acadรฉmico conserva, en su primera acepciรณn, que el matrimonio es la ยซuniรณn de hombre y mujerยป. Hay soluciones mรกs fรกciles, como la planteada en el Diccionario Clave: ยซUniรณn de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales por los cuales ambas se comprometen a llevar una vida en comรบnยป.

Cabe tener en cuenta que cualquier diccionario siempre va detrรกs de la sociedad; desde que se aprobรณ en Espaรฑa el matrimonio homosexual (en 2005) hasta que se publicรณ la siguiente ediciรณn del diccionario acadรฉmico pasaron nueve aรฑos en los que el matrimonio, al menos para una instituciรณn como la RAE, no era lo que una gran parte de la poblaciรณn tambiรฉn entendรญa como tal.

Este hecho se extendiรณ a otras acepciones, como ocurre con el tรฉrmino cรณnyuge. En la penรบltima ediciรณn del diccionario acadรฉmico (2001) la definiciรณn era ยซconsorte (โ€– marido y mujer respectivamente)ยป. Con la enmienda de 2014, se cambiรณ la definiciรณn por otra en la que no se especifica el sexo de las personas: ยซPersona unida a otra en matrimonioยป. Con la palabra amante podemos observar algo parecido; en la ediciรณn actual (actualizada en 2019) no encontramos referencias al sexo de los referentes en ninguna de las acepciones; sin embargo, en la penรบltima ediciรณn (2001) sรญ se especificaba tal condiciรณn: ยซHombre y mujer que se amanยป.

Cabe mencionar que la enmienda a esta entrada del DLE llegรณ en 2014; hasta entonces, tรฉrminos como matrimonio, cรณnyuge o amante solo se aplicaban โ€“segรบn el diccionarioโ€“ a las parejas heterosexuales. Es evidente que, antes de que estas definiciones se modificaran, existรญan amantes y cรณnyuges homosexuales. Por esta razรณn, en el prรฉambulo del diccionario acadรฉmico se expresa lo que hemos intentado decir: que la lengua โ€“y, mรกs aรบn, el uso que hacemos de ellaโ€“ estรก cargada de ideologรญa:

Del mismo modo que la lengua sirve a muchos propรณsitos, incluidos algunos encaminados a la descalificaciรณn del prรณjimo o de sus conductas, refleja creencias y percepciones que han estado y en alguna medida siguen estando presentes en la colectividad. Naturalmente, al plasmarlas en un diccionario el lexicรณgrafo estรก haciendo un ejercicio de veracidad, estรก reflejando usos lingรผรญsticos efectivos, pero ni estรก incitando a nadie a ninguna descalificaciรณn ni presta su aquiescencia a las creencias o percepciones correspondientes.

Respecto a la pregunta que encabeza este artรญculo, debemos ser conscientes de que cualquier definiciรณn de las que aparecen en un diccionario responde a una determinada visiรณn de la realidad. Esas definiciones pretenden captar de algรบn modo el significado, una nociรณn etรฉrea, variable y fluida que, sin darnos cuenta, modelamos cada vez que pronunciamos una palabra a continuaciรณn de otra.

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