La adicciรณn europea al combustible ruso

Los recursos naturales son una de las posesiones mรกs preciadas de los paรญses. Al mismo tiempo, son un elemento cuya existencia es producto de su localizaciรณn geogrรกfica, por encima de sus capacidades econรณmicas o productivas. El establecimiento de dos bloques anticolonialistas tras la Segunda Guerra Mundial โ€“ la Uniรณn Soviรฉtica y Estados Unidosโ€“ como las dos superpotencias principales del planeta trajo consigo una aceleraciรณn de los procesos de descolonizaciรณn a lo largo del mundo. Para los paรญses de la Uniรณn Europea, muchos poseedores de colonias, estos procesos supusieron, ademรกs de la pรฉrdida de la mayorรญa de sus territorios de ultramar, la renuncia a una gran parte de sus fuentes de recursos naturales. En la actualidad, eso supone una escasez de uno de los recursos mรกs preciados para las naciones modernas e industrializadas: la energรญa

dependencia energรฉtica europea

Imagina que en todo tu edificio solo hay enchufes en la casa de tu vecino de arriba. Para poder mantener la nevera encendida tienes que pedirle que te deje enchufarla en su casa. Lo mismo cada vez que quieres encender el televisor. O cuando quieres poner el lavavajillas. 

Imagina que, ademรกs, en uno de los bajos comerciales del edificio tienes montada una lavanderรญa para la que tambiรฉn requieres de una fuente de energรญa. Esa lavanderรญa es tu รบnica fuente de ingresos y, por lo tanto, tambiรฉn la responsable de alimentarte a ti y a toda tu familia.

Ahora imagรญnate que tu vecino de arriba es el paรญs mรกs grande del mundo, uno de los principales productores energรฉticos, y que estรก gobernado por un presidente obsesionado con devolver a su paรญs al pabellรณn de las superpotencias. Tu vecino de arriba โ€“el presidenteโ€“ tambiรฉn exhibe algunas tendencias autoritarias y cierto desprecio por los derechos humanos y el derecho internacional.

Pues ese es, a grandes rasgos, el dilema de la Uniรณn Europea. 

Sin embargo, al bloque europeo no le vale con una toma de corriente y unos cuantos litros de gasolina sin plomo. La UE, en su conjunto, es uno de los principales consumidores de energรญa del planeta. En 2018, su consumo total fue de unos 1.479 millones de toneladas equivalentes de petrรณleo (TOE), una unidad usada ampliamente dentro de la industria energรฉtica que equipara el rendimiento de todas las fuentes de energรญa a las toneladas de petrรณleo. Ese mismo aรฑo, los tres mayores consumidores de energรญa del mundo fueron China (3.274 millones de TOE), Estados Unidos (2.300 millones de TOE) e India (809 millones de TOE). Asรญ, la Uniรณn Europea es el tercer mayor consumidor de energรญa del planeta, solo por detrรกs de China y Estados Unidos.

De acuerdo con el servicio estadรญstico europeo (Eurostat), del total de la energรญa consumida por los paรญses del Viejo Continente, la mayor cantidad se destina a alimentar las necesidades de los diferentes sistemas de transporte (30,5%). En segundo lugar, estarรญa toda la energรญa destinada a las necesidades de los hogares europeos (26,1%) seguida de cerca por la energรญa destinada a proveer las diferentes industrias (25,8%).

dependencia energรฉtica europea

Es decir, una escasez de energรญa, o un freno en el aprovisionamiento, impactarรญa directamente en todos los paรญses de la Uniรณn Europea a todos los niveles, desde el econรณmico hasta el social. Esto hace que la cuestiรณn del suministro energรฉtico sea una pieza capital dentro de la polรญtica europea. 

El problema nace cuando el total de la energรญa producida por los distintos miembros es de 635 millones de TOE (en 2018). Es decir, 844 millones de TOE por debajo de sus necesidades. Ademรกs, durante toda la dรฉcada anterior (de 2008 a 2018), los niveles totales de producciรณn de energรญa de la UE se redujeron en un 9,2%.

Esta diferencia entre producciรณn y consumo queda reflejada en la ratio de dependencia energรฉtica. Esta ratio, que relaciona importaciones energรฉticas netas y la energรญa disponible dentro de un determinado territorio, refleja hasta quรฉ punto la Uniรณn Europea es dependiente de la energรญa importada del exterior. Asรญ, en el aรฑo 2018, su nivel de dependencia energรฉtica se situรณ en un 58,2%, despuรฉs de casi dos dรฉcadas de crecimiento sostenido desde la dependencia que tenรญa en 1990 que se situaba solo algo por encima del 50%.

El desfase entre producciรณn y consumo no es el รบnico factor a tener en cuenta a la hora de aproximarse a la dependencia energรฉtica de la Uniรณn Europea. 

Hoy en dรญa, si tรบ necesitas arrancar el coche, lo mรกs probables es que debas asegurarte de que tiene gasolina primero. En caso de que no sea asรญ, no te vale con enchufar el coche a una toma de corriente. Si tu coche es de gasolina, es gasolina el tipo de energรญa que necesitas. 

Al nivel de las necesidades de la UE, ese es uno de los problemas. Si bien estรก haciendo un trabajo aceptable (ejem, ejem) a la hora de adaptar sus economรญas y sistemas a fuentes de energรญa renovables y limpias, lo cierto es que aรบn tiene unas necesidades de combustibles fรณsiles que estรกn muy por encima de sus capacidades productivas. En este sentido, las necesidades de la UE de combustibles como el petrรณleo y el gas natural en 2018 se suplieron casi exclusivamente a travรฉs de importaciones. Por supuesto, esto es debido, en su mayor parte, a la inexistencia de estos recursos naturales dentro del territorio europeo. Asรญ, de acuerdo con Eurostat, el 94,6% del petrรณleo y sus derivados utilizados en territorio europeo procedรญan del exterior, mientras que, para el gas natural, este porcentaje se situรณ en un 83,2%.

Al final, todos estos factores imponen a la uniรณn unas necesidades considerables de importar combustibles para satisfacer las necesidades de los ciudadanos e industrias europeos. Y es en ese momento en el que entra en la foto nuestro vecino del noreste: Rusia. 

Las importaciones de energรญa de la UE no estรกn especialmente diversificadas. Un puรฑado de seis paรญses le proporcionan dos tercios de la energรญa total que importa, y entre ellos destaca la aportaciรณn de la Federaciรณn Rusa, sobre todo en cuanto a petrรณleo y gas natural. Del total del petrรณleo importado en 2018, el 30% vino exclusivamente de Rusia, cifra que aumenta hasta un 40% en el caso del gas natural. Ademรกs, hay que tener en cuenta que el petrรณleo y sus derivados (71,7% del total de las importaciones energรฉticas en 2019) y el gas natural licuado (15,4%) son los combustibles importados en mayor volumen por la Uniรณn Europea. De esta forma, Rusia es el principal socio comercial de la Comunidad Europea en lo que a energรญa se refiere. 

Las consecuencias de esta falta de recursos energรฉticos y de la dependencia que provoca son claras. En primer lugar, hacen que los costes de la energรญa para los paรญses miembros estรฉn sujetos a las condiciones del mercado. Cuanto mayor sea el precio del petrรณleo, menos competitiva es la economรญa europea y mayores costes acaban repercutidos sobre los ciudadanos europeos. De ahรญ proyectos como el del gaseoducto NordStream 2, que lleva varios aรฑos en construcciรณn y que conectarรก Rusia con Alemania y Europa del Este y Central. Proyectos que buscan abaratar el acceso de la Uniรณn Europea a los recursos energรฉticos y facilitar su suministro. 

Al mismo tiempo, la dependencia de Rusia tambiรฉn trae consecuencias indeseadas. Las respuestas de la Uniรณn Europea a ciertos incidentes como la anexiรณn de Crimea o la violaciรณn de los derechos humanos son consideradas por muchos analistas como demasiado tibias. Y esto es, en parte, debido a eso. Desde el momento en el que la Federaciรณn Rusa juega un papel fundamental en el suministro energรฉtico de Europa, cualquier desencuentro podrรญa resultar nefasto para los intereses econรณmicos y las condiciones de vida de los europeos. 

Sin ir mรกs lejos, el envenenamiento de Aleksei Navalny en las รบltimas semanas, con la consiguiente violaciรณn de los derechos humanos que supone, ya ha hecho que haya voces en el Viejo Continente que pidan la cancelaciรณn del proyecto NordStream 2. De llevarse a cabo, la caรญda de este proyecto supondrรญa un duro golpe para Gazprom, el principal operador gasรญstico de Rusia, y de propiedad estatal. 

La dependencia energรฉtica presenta, sin duda, incontables dificultades tanto para la UE como bloque como para sus estados miembros. Sin embargo, es destacable que, si bien con lentitud, lo cierto es que poco a poco se van tomando medidas para paliar esto. Como parte de su lucha contra el cambio climรกtico, en diciembre de 2019, la Comisiรณn Europea presentรณ el European Green Deal (EGD), que consiste en un paquete de polรญticas que busca hacer que las emisiones de los paรญses miembros sean neutrales para el aรฑo 2050. Entre otras cosas, incluye medidas para diversificar las fuentes de energรญa de la UE, asรญ como para hacer sus sistemas de producciรณn y distribuciรณn de energรญa mรกs eficientes. Una de las consecuencias directas de esto serรญa que la Uniรณn Europea pasarรญa a ser menos dependiente de otros paรญses en cuanto a suministro energรฉtico se refiere. 

Ademรกs, como nota para la esperanza hay que destacar que, ya en 2018, las fuentes energรฉticas que mรกs contribuyeron al total de la energรญa producida por los Estados miembros fueron las renovables, con un peso del 34,2%. 

Este es, sin duda, un paso en la direcciรณn correcta. Pero merece la pena recordar que, aunque la producciรณn de renovables ha aumentado considerablemente en los รบltimos aรฑos, gran parte del peso de la transiciรณn a una energรญa menos contaminante se estรก haciendo primando el gas natural sobre otras posibles fuentes. Asรญ, si bien es cierto que a nivel medioambiental produce menos emisiones que el petrรณleo o los combustibles fรณsiles sรณlidos, la realidad es que mantiene a la Uniรณn Europea en la misma posiciรณn de dependencia frente a los paรญses poseedores 

En los prรณximos aรฑos, junto al reto que supone la conversiรณn energรฉtica por motivos medioambientales, la Uniรณn Europea debe revisar su dependencia de otros paรญses. En un momento en el que el comercio internacional se enfrenta a obstรกculos que hace solo unos aรฑos parecรญan impensables, no parece buena idea estar sujetos a la voluntad de terceras partes vรญa nuestras necesidades de suministro energรฉtico. 

En ese sentido, el aumento del peso de las fuentes de energรญa renovables en los balances energรฉticos de la Uniรณn Europea no solo tendrรญa el efecto de hacer las economรญas europeas mucho mรกs sostenibles, sino que tambiรฉn serรญa un paso considerable en el camino hacia el autoabastecimiento. 

Porque, al final, si uno depende demasiado de su vecino para arrancar el coche, lo mรกs probable es que llegue un dรญa en el que no sea capaz de llegar a ningรบn sitio. 

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#142 Primavera / spring in the city

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Patrick Thomas

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