La IA entra en clase

Hace unos cursos, hablar de inteligencia artificial en un aula de creatividad sonaba a ciencia ficción. Hoy, sin embargo, no solo está presente, sino que es protagonista. Ha entrado en las escuelas de marketing, diseño, publicidad, comunicación… en todas. Lo ha hecho sin pedir permiso. Y lo ha cambiado todo
IA en clase

No llegó como una revolución declarada, sino como una infiltrada. Empezó como juguete, luego pasó a ser una herramienta y ahora forma parte del proceso creativo. Las escuelas más lúcidas no han tratado de domesticarla, sino de aprender a convivir con ella con curiosidad, escepticismo y sentido crítico. Saben que no es una moda ni un software.

Es un cambio de paradigma que requiere de perfiles que medien entre la creatividad clásica y el nuevo lenguaje algorítmico. El reto ya no es saber usarla, sino saber cuándo, cómo y para qué utilizarla. Porque, como dice Natalia Mirapeix, directora académica de The Atomic Garden, «no se trata de decidir si la adoptamos, sino de aprender a convivir con ella de forma crítica y ética. No hay otra. Es un hecho».

Este es un contenido exclusivo para suscriptores. Para seguir leyendo, pasa por caja, prima.

SUSCRÍBETE AHORA

¿Qué opinas?

Artículo relacionado

Último número ya disponible

#143 Verano 25

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>