Sabíamos que Óscar Llorens es del Atleti y que es ilustrador. De hecho, fue el encargado de crear la portada de Yorokobu en junio de 2012. Lo que no sabíamos era de su afición por las motos antiguas. Dice que le viene de siempre, pero ha sido con una serie de ilustraciones de motos de tipo café racer como nos hemos enterado los demás.
«Creo que me gustan todos los tipos de moto, incluso las scooters, pero si además son objetos tan cuidados estéticamente como las café racer, con más razón», dice. Las motos café racer son motos vintage, que se nacieron en los años 50. Las domaban sobre todo los rockers, que personalizaban muchos de sus componentes pero, sobre todo, aligeraban las máquinas para hacerlas más rápidas.
A Llorens le llama la atención que no existan demasiados modelos en el mercado con este estilo retro, «motos que no se usen tanto para correr como para disfrutar conduciendo. En este aspecto, creo que el boom de los último años de modelos café racer personalizados ha conseguido hacerse un hueco importante», explica.
Llorens ha emprendido este pequeño proyecto personal para seguir aprendiendo y depurando la técnica. «El motivo de hacerlo simplemente es practicar nuevas técnicas de ilustración, alejadas de mi estilo habitual. Ya que no puedo permitirme en este momento tener alguno de estos modelos, me consuelo dibujándolos».