¡Qué mejor momento para leer un buen libro sin prisas que el verano! Atrás queda la rutina y el estrés, y por delante, días de asueto y descanso, de sol, de playa, de montaña y de relax.
Un libro es una parte indispensable de un equipaje de vacaciones. A pesar de lo que auguraban muchos sobre la desaparición del formato impreso frente al auge del ebook, la realidad demuestra que aún nos sigue fascinando el tacto y el olor del papel.
Sin embargo, la competitividad del mercado ha hecho que muchas librerías tengan que reinventarse. Ya no solo son meros comercios, ahora tienen que ofrecer también otros alicientes a sus usuarios: un espacio agradable y con encanto, actividades culturales y libros, muchos y buenos libros.
Si viajas por España este verano y la lectura es una de las actividades que tienes planeadas para tus vacaciones, existen un buen montón de librerías con encanto regentados por profesionales que dejan al algoritmo a la altura del betún.
Berbiriana, en Galicia, es una de ellas. En esta librería de A Coruña, además de comprar libros, puedes tomarte un café o un pincho de tortilla. Y es el lugar elegido por muchas editoriales y escritores para presentar sus obras.
Anglada, en Vic (Cataluña), es otro buen ejemplo de librería con encanto. Está ubicada en un edificio histórico y lleva funcionando desde 1870.
En Valladolid está La Otra, un acogedor espacio que te recibe con mesitas en la calle para que empieces a leer el libro recién comprado mientras tomas un café o un trozo de tarta. Y qué decir de Urueña, la preciosa y pequeña localidad vallisoletana catalogada como Villa del Libro.
Estos son solo algunos ejemplos que Silvia Panadero nos descubre en este artículo de Igluu.
