Los escaparates humanos de CTRL ME


Una chica y un chico se erigen detrรกs de un escaparate. Al otro lado del cristal, una interfaz con caras de tristeza, enfado, felicidad y amor permite controlar las emociones de cada uno de los maniquรญes humanos. Una escena que, segรบn Jorge-Yamam Serrano, creador y protagonista de esta iniciativa junto con Laura Barba, no dista mucho de la vida real.
ยซLas personas ofrecen una imagen de lo que esperas que quieren ver. Tรบ piensas que quieren ver tal emociรณn e, inconscientemente, vas y la reproduces. Estรกs a merced del otro sin saberlo. Todo esto es un sistema de control que nos lleva a ser mucho menos libres de lo que pensamosยป, explica.

La pieza, llamada CTRL ME, explora estos mecanismos de control y relaciones humanas dejando en manos del espectador el papel de manipulador. ยซDenunciamos la tendencia a que todo estรฉ en venta y que se utilice cualquier medio para conseguirlo. Incluso el anticapitalismo y el antimaterialismo. Banderas, en un anuncio de relojes, vende que lo importante no es lo que tengo, sino lo que soy. Leviโ€™s utiliza conceptos cercanos a la espiritualidad. Pero tampoco queremos que la moralina sea directa. Preferimos que se vayan descubriendo cosas a medida que avanzaยป, explica el actor.
La actuaciรณn, estrenada a finales de septiembre en el GEST Festival de Esparraguera, tiene un duraciรณn aproximada de 30 minutos y estรก acompaรฑada de una banda sonora inspirada en los sonidos de la Game Boy.
Pero la vida tampoco puede ser descrita de manera lineal y la obra lo refleja. A medida que avanza la performance, la situaciรณn degenera hasta llegar a su final. ยซCada vez somos menos exactos con nuestras emociones. Hay un punto donde nos quitamos los cables que nos unen al control del espectador y nos acercamos al cristal para conversar con la gente pero no podemos. Eso es cuando cerramos la piezaยป.

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

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Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

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