Los Evangelistas y la biblia de Morente

Ocurre con cualquier historia grande. Una muerte no hace que termine. Enrique Morente comenzó a escribir su propia leyenda probablemente sin saber que sería una figura tan trascendente en la cultura popular de esta país. Los Evangelistas, el supergrupo que hermana a Los Planetas y Lagartija Nick sobre el escenario, homenajean su legado siendo ya conscientes de que lo que engrandecen es eso, una leyenda.

«En Granada queda la amargura, quedan señales de la ausencia de Enrique, pero seguimos cegados por el brillo de esa ausencia. Casi parafraseando a Pink Floyd, Shine On You, Absent Diamond». Antonio Arias, miembro fundador de Lagartija Nick y piedra angular del rock alternativo de ascendencia universal, se ha unido a viejos amigos suyos y de Enrique para cubrir el vacío con tejidos sonoros que reinterpretan el cielo y la gloria de la música del cantaor del Sacromonte. Junto a J y Florent, de Los Planetas, y Erik Jiménez, el batería que comparten su banda y la planetaria, se han lanzado a la carretera, disco mediante, para difundir la palabra del genio. «Todo nace del corazón y de la intuición, te dejas llamar por esa llamada y por esa luz. Te sientes un poco en el aire sin nada fijo a lo que agarrarte pero con las ganas de traducir la belleza de los discos de Enrique», dice Arias.

Ya rondaba por la cabeza de todos, Enrique incluido, crear una banda de rock que dejase las bocas abiertas. «Yo quiero tocar en un grupo de rock», decía Morente. Pero los problemas en el quirófano durante una operación de un tumor segaron todos los planes y arrancaron, previsiblemente, alguna página a la historia de la música. «Con Los Evangelistas queremos reivindicar su figura como compositor, más allá de la obvia como figura del flamenco», resalta Antonio Arias.

Este proyecto sin el cantaor comenzó con un concierto de homenaje que dieron en Córdoba el verano de 2011. «Preparamos material para ese concierto. Quedó muy crudo y minimalista, a mi me gustaba mucho. De pronto nos cruzamos con Youth y nos fuimos a grabar con él a Albuñuelas, un pueblo camino de la costa de Granada», narra.

Ahí fue donde el disco y, posteriormente, el sonido en directo mutaron hacia una experiencia casi espiritual. «Youth pensó que podía aportar al sonido el misticismo que llevaba implícito el proyecto. Después adaptamos los directos a esa sonoridad enriquecida del álbum».

Llamaron a Soleá Morente, una de las hijas del artista. Les resultó, claro, difícil pero como dice Arias, «estábamos muy convencidos de que lo hacíamos con el corazón. Era muy difícil para su familia. Lo apoyaron desde un principio y había pasado un tiempo prudencial como para que Soléa pudiera afrontar la música de su padre», explica el líder de Lagartija Nick.

Los Evangelistas han afrontado las canciones «con total libertad, la que nos daba él», dice. «En el estudio era el lugar donde se vivían los momentos de máxima tensión porque son mundos que se sospechan pero no se conocen. Prestábamos mucha atención a todo porque cada cosa forma parte del aprendizaje».

Los profetas de la palabra de Morente estarán el próximo jueves en Madrid. Serán los encargados de llevar a cabo la liturgia de celebración de la vida del cantaor granadino en la apertura del Día de la Música, en el Matadero. Será, con toda seguridad, un glorioso capítulo más en la biblia que, después de muerto, se sigue escribiendo con Morente como eje vertebrador.

La historia seguirá. «Hemos grabado más material para un disco con Soleá. Es la demostración de un lenguaje, un dialecto musical que tiene trascendencia para nosotros. Y Soleá es la demostración de nuestra unión con Enrique Morente».

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