A estos números que parecen derretirse les dieron un «toque decó condensado». Lo hizo su autor, Julio Fuentes, y por eso decidió llamarlos decondensed. Pero no quería tomar este movimiento al pie de la letra por si se colaban demasiados detalles y ornamentos.
Fuentes se empleó bien para que estos dígitos, publicados en la revista Yorokobu de noviembre, no se contagiaran de lo que él describe como «la opulencia» del art decó.