Maya Selway considera que la belleza puede intuirse. Que no hace falta que algo esté completo para saber si nos gusta o no. Y se ha propuesto demostrarlo con los objetos de la colección Kishu.
Son jarrones, botellas, vasos, cuencos o candelabros inacabados aunque solo en apariencia. Para lograr tal efecto, esta orfebre y joyera de formación asegura en Design4now.com que ha tenido que invertir muchas horas de trabajo para lograr el equilibrio de las piezas, que tienen en el cobre oxidado su principal materia prima.
La artista londinense asegura también que su experiencia como fabricante de utilería teatral también le ha facilitado mucho las cosas: “Me gusta retocar las formas y las perspectivas para intensificar el tono y añadir dramatismo a las cosas”, nos cuenta.
Para ella, ningún objeto es algo inanimado. Y mucho menos los más cotidianos. “Los utensilios domésticos están cargados de asociaciones tanto negativas como positivas. A mí me gusta trabajar con el mínimo posible de materiales pero intensificando, a su vez, las formas y las tonalidades”.