Isra García no cree en el dicho popular que asegura que los niños nacen con un pan debajo del brazo. Lo que sí traen, asegura, es una caja de rotuladores de colores. «Algunos llegan con ellos a una edad suficiente para darse cuenta de que pueden dibujar su propia historia y cambiar las cosas que deseen cambiar. Es su mapa, no el de otros». En definitiva, al nacer todos somos potenciales Mapmakers.
Pero al igual que ocurre con otras capacidades innatas, la del mapmaker también puede perderse. A veces, los rotuladores se secan o se quedan por el camino («en la guardería, en el colegio, la universidad, en el trabajo o incluso en casa entre familia, profesores, jefes, amigos…»). Algo relativamente frecuente porque, dice Isra García, que «la sociedad en la que vivimos está basada en el fundamento de soñar pequeño, lo cual representa una actitud al miedo y al fracaso, a no soñar increíble, a no pensar que podemos acceder a cualquier oportunidad por la cual estemos dispuestos a depositar nuestra pasión, ilusión y valentía».
Son los otros, los que llegan a la edad adulta con sus rotuladores intactos, son capaces de «soñar increíble», se creen capaces de cambiar el mundo, de escribir su propio destino y son inmunes a las frustraciones, ansiedad o temores de otras personas, los que entran dentro de la tipología mapmaker. Un término cuya mejor definición es su traducción literal porque, según García, uno de sus acuñadores, ni siquiera es un concepto ni «tampoco algo que se hace o se nace, no tiene nada que ver con internet, ni con Social Media». Es más bien «un estilo de vida, algo que se elige ser, es escuchar a tu vocecita, es crear tu propio juego con tus propias reglas».
Aunque no resulta tan sencillo. «Sería realmente atractivo para nosotros decir que se convierten en mapmakers tan pronto como rellenan el formulario en Mapmakers.es. Pero, honestamente, no es así. Las personas no se convierten de la noche a la mañana en Mapmakers. Principalmente porque en algún lugar de su alma, ya lo son. Solo hay que buscar esa voz y hacerle más caso».
«La vez que decidiste arriesgarte y embarcarte en ese proyecto, el mismo que todo el mundo te aconsejaba no hacerlo. Cuando tuviste una idea, que aunque en apariencia era muy loca, lanzaste al mercado para ver qué sucedía. Cuando dijiste no a un cliente con el que no sentías afinidad ni pensabas que te fuera a aportar nada más que un puñado de euros. El momento en el que dejas escapar la supuesta oportunidad de tu vida porque sabes que la oportunidad es algo que creas tú y no algo que te sucede. Incluso cuando trabajas por el día en tu trabajo habitual y por las noches en tu negocio y el fin de semana de camarero para reunir dinero para poner en marcha ese negocio…»
La lista de ejemplos de situaciones en las que uno se puede dejar llevar por esa voz interior resulta inagotable. Por eso, García resume la idea así: «Te conviertes en mapmaker cuando identificas aquello que más miedo, parálisis y crispación te produce y te enfrentas implacablemente a ello. Pero, también, cuando empujas a la gente a alcanzar sus sueños y cuando te lanzas a ti mismo al riesgo que no conoces. Mapmakers no es una oportunidad, es una elección, lo cual define nuestro destino».
Para quien pueda ver en Mapmakers.es una plataforma con vocación de autoayuda, Isra García recomienda buscar otras fuentes: «Ya hay grandes libros, seminarios profesionales, brillantes speakers y comunidades dedicadas a ello. No obstante, si alguien lo quiere ver así y realmente le ayuda, encantados. Si cambia algo, genial”. Sobre la verdadera naturaleza de Mapmakers, García insiste en que “es un movimiento sobre historias de personas que crean cambio en la nueva economía y rechazan creer que hay un mapa dibujado. Vivimos en tiempos increíbles, mientras una sola persona en el mundo piense lo contrario, todavía tendremos trabajo por hacer».
No es algo que resulte sencillo, reconoce, aunque vivimos un momento en el que convertirse en mapmaker es cuestión de supervivencia. «Necesitamos aprender a navegar la incertidumbre pues más que nunca es el estándar más representativo de nuestro tiempo. Nada volverá a ser lo de antes. Cuanto antes nos demos cuenta de que todo ha cambiado y que necesitamos un nuevo set de habilidades, antes podremos salir ahí fuera y hacer frente a la nueva economía en la que nos encontramos. Hacer algo, lo que sea, pero hacer algo para cambiar el resultado (si estamos en desacuerdo con él, por supuesto)».
Esa misma necesidad de hacer algo por cambiar lo que no les gusta es lo que ha llevado a Isra García y otros mapmakers a poner en marcha #InternetCambiaTodo, una serie de eventos en los que diversos agentes del cambio intercambian experiencias y conocimientos sobre el potencial de las nuevas tecnologías. La próxima edición se celebrará en Alicante, el próximo 17 de febrero, tras las tres primeras de Alcoy, Valencia y la capital alicantina.
Imagen: Mapmakers.es