A la modernidad siempre le ha gustado pisar el acelerador. A tal velocidad ha llegado a ponerse que en algรบn momento se pasรณ de frenada. De ahรญ que, desde hace tiempo, autores como Lyotards vengan hablando de la postmodernidad. Marc Augรฉ (Poitiers, 1935) prefiere el tรฉrmino sobremodernidad. En su opiniรณn, es el que mejor refleja el superรกvit de modernidad que padecemos.
Para el antropรณlogo francรฉs, la globalizaciรณn es la que ha propiciado los excesos propios de la sobremodernidad: un exceso de espacio que, paradรณjicamente, viene generado por el acercamiento de las distintas culturas; un exceso de individualismo y un exceso de tiempo por la propia aceleraciรณn de la historia.
En la sobremodernidad el pasado apenas existe. Se olvida demasiado rรกpido. Se vive el presente y de forma tan rรกpida que apenas se puede pensar en el futuro. Esa labor queda relegada a antropรณlogos y pensadores como el propio Augรฉ.
En sus ensayos ha imaginado todo tipo de utopรญas y distopรญas. ยฟLlegรณ a intuir alguna vez una situaciรณn similar a la que estamos atravesando a dรญa de hoy?
No. La pandemia es evidentemente un nuevo tipo de catรกstrofe a la que hay que sumar, ademรกs, la ola de atentados terroristas. Esto propicia que algunas voces se pregunten si lo del virus no serรก parte de algo montado por alguna potencia exterior. De hecho, el temor mรกs extendido a dรญa de hoy es doble: por un lado, la covid-19 y, por otro, el terrorismo.
ยฟSerรก la pandemia el detonante definitivo para ยซel fin de la prehistoria de la humanidad como sociedad planetariaยป que adelantaba en su libro El porvenir de los terrรญcolas (Editorial Gedisa)?
Sรญ, exactamente. Hay un cambio de escala. De ahรญ que estรฉ bien empleado el tรฉrmino pandemia por el concepto de lo global que lleva implรญcito.
En sus ensayos crรญtica la perspectiva pesimista sobre la humanidad, mayoritaria en algunos lugares, como en Francia, su paรญs de origen. ยฟSigue manteniendo intacta su visiรณn esperanzadora del futuro pese a la situaciรณn actual?
Creo que, en general, tendemos a asociar el pasado con hechos y experiencias felices y no imaginamos el futuro de la misma forma. Ocurre en el plano religioso, pero tambiรฉn en el imaginario polรญtico. Pensamos en una sociedad sin clases, nos la imaginamos como un paraรญso a conquistar, pero muy lejano. Dicho de otra forma, lo vemos como una utopรญa.
A dรญa de hoy, hay mucha gente que vive en la miseria y en el miedo. Por eso es importante relativizar las cosas y pensar que el futuro ha sido siempre objeto de un pensamiento razonable que consiste en figurarse lo que traerรก el porvenir y repensar el presente.
Pensar en el futuro no es mรกs que una forma de calificar el presente. Ese presente hoy es muy complicado. La reflexiรณn que debe imponerse es la de cรณmo tiene que ser la relaciรณn entre los humanos. Cuรกles deben ser las escalas de la humanidad y las iniciativas comunes. De alguna manera, debemos enfrentar estos pensamientos a las visiones catastrofistas que hablan de la desapariciรณn de la humanidad. Hay que ponerse mรกs que nunca a pensar el presente.
[pullquote]ยซLa condiciรณn humana no se concibe sin la reflexiรณn sobre la relaciรณn entre los hombresยป[/pullquote]
Usted acuรฑรณ el concepto no-lugares para referirse a los emplazamientos propios de la sobremodernidad. Lugares de paso y de consumo que no pertenecen a nadie y por los que todo el mundo transita: aeropuertos, centros comerciales, transportes pรบblicosโฆ ยฟCuรกl es el papel que estรกn desempeรฑando en esta pandemia estos no-lugares?
El futuro de los no lugares es difรญcil de predecir, en la medida en que estos lugares estรกn ya en todas partes. Cuando escribo o hablo del futuro de los no lugares, en realidad, me refiero al de toda la humanidad.
Los no lugares se reinventan con las catรกstrofes, el terrorismo, el coronavirusโฆ Todas estas circunstancias hacen que se creen lugares que, de otra forma, no habrรญan sido definidos nunca como lugares desde el punto de vista antropolรณgico. Las tragedias dan peso a la nociรณn de lugar y de no lugar.
Lo importante es saber si esa visiรณn de la humanidad como atrapada localmente por las tragedias puede sostenerse. Nos hace falta, sin duda, pensar en esto y aprender a encontrar un argumento a favor del lugar, frente a la mera visiรณn de la catรกstrofe que en รฉl se produce.
ยฟHoy, mรกs que nunca, es necesario aferrarse a esas pequeรฑas alegrรญas cotidianas de las que habla en su libro del mismo tรญtulo?
Sin duda. Estas alegrรญas, aunque pequeรฑas, son muy exigentes. Sin ellas no hay felicidad. Creo que son mรกs necesarias que nunca. Es vital realizar el esfuerzo heroico que consiste en disfrutar de estas ocasiones de felicidad, a pesar de las desgracias que nos rodean. La desgracia azota terriblemente a aquellos a los que les toca de lleno. Pero para la mayorรญa de la gente, las noticias sobre este tipo de dramas engendran el miedo y hacen sobresalir la tristeza. Sin duda, luchar contra el miedo e intentar pensar en la relaciรณn con los otros es la รบnica vรญa para salir de la crisis de la desesperaciรณn y de la crisis de los no lugares.
Durante la pandemia, hemos podido ver imรกgenes de ciudades, como Parรญs, con calles descongestionadas de trรกfico y tomadas por los ciclistas. ยฟSe asemeja esta imagen a la que usted definรญa como โbicilibertadโ en El elogio de la bicicleta?
Evidentemente, estas invasiones de bicicletas son una buena noticia, en contraposiciรณn a la omnipresencia de los coches. Pero son consecuencia de una catรกstrofe mundial. Yo nunca imaginรฉ que la bicilibertad pudiera estar propiciada por tal cosa. No obstante, que esta circunstancia surja de una desgracia nos permite reflexionar y pensar. Al menos, esta desertificaciรณn sobrevenida de las ciudades ha traรญdo algo bueno. Hay siempre lecciones que sacar de situaciones terribles.
[pullquote]ยซTendemos a asociar el pasado con hechos y experiencias felices, y no imaginamos el futuro de la misma forma. Pensamos en una sociedad sin clases, nos la imaginamos como un paraรญso a conquistar, pero muy lejano. Dicho de otra forma, lo vemos como una utopรญaยป[/pullquote]
En El porvenir de los terrรญcolas considera que nos encaminamos a un planeta donde convivirรกn tres clases sociales: los poderosos, los consumidores y los excluidos. ยฟPodrรญa cambiar la pandemia algo de esta estructura? Por ejemplo, ยฟserรก ahora mรกs el nรบmero de excluidos?
La pandemia estรก afectando terriblemente a los excluidos y estรก haciendo crecer la desigualdad entre las personas. En conclusiรณn, esta situaciรณn tiene el mรฉrito de evidenciar aรบn mรกs la realidad de lo que estรก pasando y de obligarnos a tratar de buscar soluciones.
En ese mismo libro dice que el siglo XX fue el de la muerte de los grandes relatos del XIX (retomando una expresiรณn del filรณsofo Lyotard). ยฟY el XXI? ยฟSerรก el de la muerte de los relatos del XX?
Creo que es el momento de pensar en relatos que sean diferentes a los anteriores, pero que pasen por la de la necesaria relaciรณn de unos con otros. En mi opiniรณn, el siglo XXI se parecerรก mucho al XIX.
ยฟCon quรฉ reflexiรณn rematarรญa Marc Augรฉ esta entrevista sobre el futuro?
La condiciรณn humana no se concibe sin la reflexiรณn sobre la relaciรณn entre los hombres. Esta ha de plantearse en diferentes niveles y con diferentes perspectivas. Hoy la humanidad toma conciencia de ella misma de una forma directa, puesto que tenemos mรกs conocimientos que nuestros antepasados y estamos empezando a imaginar cรณmo serรญa viajar a otros planetas.
Por eso es urgente pensar en lo que nosotros representarรญamos para los habitantes de otros mundos. Creo que la necesidad de esa relaciรณn entre los hombres es una condiciรณn de vida y de supervivencia, y podemos llegar a ser optimistas si confiamos en que la necesidad de ese pensamiento se acabarรก imponiendo.
(*Traducciรณn: Tomรกs Lรณpez)
imaginar ey fantasear es muy propio de quienes no tienen capacidad de ver objetivamente ls evidencias en la realoidad, cn eso ya es mucho, lo demas es humo. medita y libera tu mente de ansia angustia y humo, vuelve al aqui ahora ,