La irrupción de la tecnología asequible para la mayor parte de bolsillos es una gran noticia para la memoria musical. Ponte a buscar un testimonio videográfico del concierto de Buffalo Springfield en la academia militar de West Point el 25 de noviembre de 1967. No vas a encontrar.
Ahora, lo difícil es no encontrar como mínimo algún corte de cualquier concierto que se celebre en el mundo. Eso, que parece guay, lo es, pero tiene sus inconvenientes.
Más allá de la poca empatía que se puede llegar a sentir por una persona que prefiere ver un concierto a través de la pantalla de su móvil, el principal problema es de opacidad: la de los brazos alzados para obtener un toma decente. Esos peludos, interminables e incontables brazos que impiden ver a los intérpretes sobre el escenario.
¡Pues ya hay solución y la presenta un tipo de garantías! ¡Marky Ramone! Uno de los baterías de la legendaria banda neoyorquina presenta el Smartphone Swatter (Solution For Assholes Who Hold Up Phones At Concerts), un objeto de refinado diseño pensado para, directamente, arrebatar su teléfono al pesado de turno.
El sofisticado dispositivo consta de una baqueta a la que se adosa un vinilo de 7 pulgadas de Ramones. Su empleo está al alcance de cualquiera por presupuesto y por facilidad de uso ya que un simple y grácil giro de muñeca basta para recuperar la visibilidad durante el bolo.
A falta de baquetas, la Organización Mundial de la Salud Musical recomienda utilizar palos de selfie dada la facilidad con la que se pueden conseguir. El propio Ramone asegura que su nueva autobiografía, Punk Rock Blitzkrieg es también un objeto adecuado para acabar con esta lacra.
El Smartphone Swatter no está, por supuesto, a la venta. «Sé un punk de verdad y haz uno tú mismo», dice Marky en el vídeo.
No te cruces con Marky Ramone en un concierto
