Hay confesiones que podrían hacer sonrojar a los más recatados. Si una sola de ellas basta para despertar el asombro y el morbo en quien la lee, imagina 11.000. Porque esa es la cantidad de frases que Julia, una estudiante de Ciencias del Mar en Cádiz (que también hace distintos trabajos de ilustración y tatuaje) acumula ya desde que abrió en Instagram la cuenta Me pone ponerte.
La idea, cuenta, nació como todas las malas (o no tan malas) ideas: en una noche de insomnio que trataba de paliar pensando en qué le ponía de su chico. Como una chispa, se le ocurrió lanzar esa misma pregunta a sus seguidores en su cuenta personal. Cuando las respuestas crecieron, decidió publicarlas en su otra cuenta de arte; y cuando la cosa amenazaba con írsele de las manos, optó por crear esta. «Yo no quería que este protoproyecto se comiese mi trabajo de años», explica.
«A la vieja escuela», como dice ella, copia en un papel reciclado («soy ecologista y muy concienciada con la protección del Medio, y el uso responsable de los recursos me parece imprescindible») las frases que van llegando. Luego las recorta a mano, «sin tijeras ni nada, lo que le da, además, ese toque manual, haciendo que cada papelillo sea diferente». Después hace las fotos sobre su escritorio y las edita para que mantengan todas la misma estética.
A Julia le sorprende la sinceridad con la que se expresa la gente cuando actúa en modo anónimo. «Yo creo que esa es la clave, ya que en esta temática siempre tendemos a estar más cohibidos; y poder decir qué nos excita o atrae de esta manera, me parece facilitar un entorno seguro en el que demostrar que todos somos humanos, con nuestros deseos y pensamientos eróticos distintos, ¡por raros que parezcan!».
No hay censura en esas expresiones, siempre y cuando se mantenga el respeto. «A día de hoy tengo acumuladas más de 11.000 frases», aunque ya tiene asumido que, incluso tratando de colgar el mayor número de ellas, no será posible subirlas todas. La cuenta, sin embargo, tiene espacio también para la interacción y en cada pie de foto suele lanzar preguntas a sus seguidores.
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· «Me pone». – #MePonePonerte – Sigo de exámenes, por eso la falta de publicaciones.
«Yo soy una chiquilla sencilla con inquietudes, que no busca ni fama ni nada por el estilo, así que en ningún momento pude esperar que esto fuese a llegar a este nivel de seguidores/lectores/participantes, por lo que, viendo el panorama, me he visto con la oportunidad y responsabilidad de darle a ese espacio una utilidad social», comenta Julia, que prefiere no dar su apellido para mantener su anonimato.
«En los pies de foto suelo preguntar a mis seguidores cosas que puedan aportar a todos los que se paren a leer los comentarios (que recomienden artistas locales o emergentes de su pueblo; palabras o expresiones peculiares de su lugar de origen; si llevan a cabo algún tipo de proyecto artístico personal y ofreciendo que se autopubliciten en los comentarios, etc.). Me parece imprescindible darle un uso acorde a mis principios (sociales y ecológicos), más allá de las frases, a algo que tiene tanto público».
«Me pone pensar en tú y yo», «Me pone que me llames canija», «Me ponen tus antebrazos»… Esas son algunas de las cosas que le ponen a la gente. ¿Y a ella? «Me mojaré y diré que tengo una debilidad por las mentes. Una cabecita que sepa lo que quiere, que sea inquieta y diferente… ¡me puede! Ya lo decía Dante en la película ‘Martín (Hache)’: ¡Hay que follarse a las mentes!».