Motoristas de Hanoi: cuando ser repartidor se convierte en arte circense

El fotógrafo Jon Enoch viajó a Vietnam para retratar la proeza de los motoristas de Hanoi capaces de levantar volúmenes inverosímiles de mercancías.
motoristas de Hanoi
You can see more of Enoch's work on his website www.jonenoch.com All photos by Jon Enoch

La cifra es difícil de precisar. Se dice que en Hanoi, capital vietnamita, se mueven unos 5,2 millones de motos. La población es de 7,5 millones de personas. Solo circula medio millón de coches. Se puede afirmar: las motos han domesticado al ser humano; han construido una ciudad en la que nada funciona sin ellas.

Jon Enoch, fotógrafo de 39 años afincado en Londres, viajó hasta Vietnam para retratar la gran proeza evolutiva de la especie de dos ruedas: su capacidad de transportar cantidades inverosímiles de mercancías.

La de los motoristas de Hanoi parece una habilidad circense, pero no hay ninguna intención recreativa ni exhibicionista: necesitan esa destreza para subsistir y ganarse la vida. Enoch no percibió orgullo malabarista: «La mayoría de motoristas estaban totalmente desconcertados; no entendían por qué me interesaba en ellos y en sus motos».

motos vietnam

Enoch ya conocía estos métodos de carga antes de volar a la ciudad enjambre para ejecutar este proyecto. Había viajado por el sudeste asiático con 20 años y le impresionó ese transportismo sin ley. Años después, un amigo suyo regresó de Vietnam y le recordó los miles de hazañas de equilibrista que sucedían cada día, con total normalidad, sobre el alquitrán asiático.

No era un proyecto original. «El tema se había fotografiado innumerables veces», reconoce. Pero encontró una grieta: la mayoría de imágenes se habían tomado de día y cazando en marcha a los motoristas. Enoch tenía otra idea: hacer posados, injertar una formalidad antinatural en medio del caos y de la prisa.

motoristas de hanoi

Así logró que los rostros expresaran algo diferente: no aparecen en las imágenes absorbidos por su rutina, sino empujados de alguna forma a tomar conciencia de sí. El gesto de sus caras se dirime entre cómo se ven, cómo se quieren mostrar, cómo creen que los ven y quiénes son en ese momento, frente a un occidental con una cámara que no necesita pugnar en la vorágine para alimentarse y que puede permitirse detenerse a observar.

Enoch habló con ellos a través de un traductor, supo que había dos modalidades de motorista: «Repartidores tradicionales que mueven mercancías por la ciudad, como el del hielo o el del agua, y personas que usan su moto como tienda móvil, como el hombre de los peces».

jon Enoch hanoi

tráfico en Vietman

El fotógrafo aterrizó en vísperas de un suceso histórico. Donald Trump iba a reunirse con Kim Jong-un en la ciudad. Los despliegues de seguridad, asegura, no les permitieron curiosear con tanta libertad e hicieron las cosas algo más complicadas. Pero la cantidad compensaba los obstáculos: «Solo en el camino del aeropuerto al hotel, que duró una hora, vimos tantos ciclomotores con cargas enormes que supimos que el proyecto iba a funcionar».

La fascinación de Enoch por los motoristas de Hanoi creció durante el viaje: «Cualquier persona que haya colocado algunas bolsas de la compra en el manillar de su moto o en la cesta sabe cómo afecta el peso a la maniobrabilidad y al equilibrio. El peso de la moto de hielo era increíble. Y estos tipos entran y salen del tráfico. No tengo ni idea de cómo lo hacen».

El  traductor al que contrató también se desplazaba en moto. Callejearon juntos por la ciudad: «Hanoi tiene distritos comerciales muy diferentes: hay calles especializadas en un tipo de mercancía y tiendas que venden únicamente un producto, por eso era habitual ver motos cargadas con una sola cosa», detalla.

repartidores

A lomos del ciclomotor del traductor, el fotógrafo practicaba un casting visual instantáneo y perseguía a los modelos para hablar con ellos. «Llevaban absolutamente de todo. Con bastante frecuencia, estábamos preparando una fotografía cuando aparecía otro motorista con una carga más loca todavía. Vimos huevos, árboles, ladrillos…».

En un artículo para Jot Down, Ernesto Filardi desgranaba algunas razones que explican la multitudinaria masa de vehículos de dos ruedas. El coche es carísimo, no hay metro, el autobús es caluroso y la bicicleta, poco práctica. Filardi refiere el libro Bikes of Burden, donde se explica que la promulgación en 1991 de la ley de Empresas Privadas causó el nacimiento de miles de comercios que iban a depender de las motos para abastecerse. Uno de los grandes motores de la economía de todo el país son esos millones de motores extenuados.

motos hanoi

No obstante, poco a poco, apunta Enoch, conforme asciende la economía vietnamita, se van usando pequeñas furgonetas y coches, aunque las motos siguen reinando. Sin embargo, el Gobierno vietnamita ha planeado eliminar estas mulas a motor del centro de Hanoi para 2030.

 

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