A veces lo que decimos que somos no se corresponde con lo que acabamos siendo. Hace más de una década, Apartamento Magazine nació con una premisa tan sencilla como revolucionaria: sería una revista de interiorismo obsesionada con lo cotidiano donde la gente que habita el espacio estaría en el centro de las historias.
Usaría la fotografía para perseguir una atmósfera entre arte y fotoperiodismo en lugar de proyectar una visión photoshopeada y clínica de los hogares. Si un entrevistado mostraba platos en la pila de la cocina, esto también formaría parte del reportaje.
El estilo y el enfoque de la revista calaron, y gracias a la decisión de que el idioma fuera inglés, no se quedó en un micronicho de público español. Se convirtió en una publicación que abarca un macronicho de más de 50 ciudades y vende decenas de miles de copias de cada una de sus ediciones semestrales.
Pero Nacho Alegre, cofundador de la revista, admite que en realidad la decoración siempre ha sido una especie de subterfugio. Un pretexto para hablar de algo mucho más profundo: aprender sobre cómo viven personas que admira, una especie de decálogo cotidiano sobre la buena vida.
«Es una búsqueda que no cesa nunca. La revista nos permite aprender sobre cómo vive la gente y cómo esa forma de vida se ha desarrollado en sus hogares», explica Alegre, que será ponente en la conferencia sobre calidad de vida de la revista Monocle, que se celebra esta semana en Madrid.
Los personajes no suelen ser personas previsibles (artistas, cineastas, cocineros, músicos, actores, fotógrafos) y con esa falta de normalidad vienen pistas para llevar una vida plena intentando seguir caminos alternativos.
«Creo que cuando la gente consigue entender cómo quiere vivir uno acaba estando más orgulloso y en paz consigo mismo. Requiere tiempo, requiere un plan y vivir conforme a él».
Rodearte de gente interesante de quien se aprende se puede entender también como una forma de mejorar tu calidad de vida. En ese sentido, la revista ha servido de excusa para conocer a centenares de personas fascinantes repartidas por el planeta, «nos conecta con el mundo», afirma Alegre.
«¿De qué otra manera podría haber tenido la oportunidad de conocer a alguien como Armin Heinemann con la profundidad que te da una entrevista».
Alegre se refiere al hippy alemán que dejó una carrera como arquitecto para mudarse a Ibiza en los años 60. Desde entonces ha vivido en una casa sin electricidad en el campo ibicenco.
Heinemann fue el alma creativa de Paula’s, una boutique y marca de moda que arrasó en Ibiza durante los años 70 y 80. Más adelante acabaría montando óperas en Cuba.
Aunque Alegre admite que todavía está sumido en una búsqueda de lo que realmente significa la buena vida, entrevistar a tantas personas creativas les permite establecer patrones.
En el plano artístico «veo dos tipos de perfiles. El perfeccionador que está constantemente mejorando y afinando su estilo. Y el que se reinventa constantemente».
«HAY ALGO ENRIQUECEDOR EN NO ESTAR EN EL CENTRO DEL MUNDO»
Como fotógrafo consolidado, la tentación de establecerse en una ciudad como Nueva York siempre ha estado allí. «Pero irse a una ciudad más grande no significa necesariamente mejorar tu calidad de vida. Tienes que estar dispuesto a renunciar a un tipo de confort en busca de una vida profesional más enriquecedora».
En el otro lado de la moneda Alegre también valora las ventajas de estar en una ciudad con menos oportunidades como Barcelona.
«He tenido la posibilidad de irme mil veces, pero aquí sigo. Hay algo enriquecedor en no estar en el centro del mundo, pero mi aspiración es otra. Tener una vida descentralizada. No depender demasiado del lugar y estar siempre cerca de un aeropuerto para poder moverme en el momento necesario».
A veces la búsqueda de una vida profesional más rica en una ciudad como Londres o Nueva York exige renunciar a la calidad de vida que pueda aportar una ciudad más pequeña como Barcelona.
EN ESPAÑA, COMO EN NINGÚN SITIO
Este viejo cliché que sigue estando presente en el imaginario de los españoles tiene múltiples lecturas. Alegre no duda de las ventajas, pero es realista también a la hora de valorar sus desventajas.
«El problema de España, o en el caso concreto de Barcelona, la ciudad donde vivo, es que es fácil ser relativamente “pobre” porque no ganar mucho dinero no necesariamente te lleva a vivir una vida miserable como en otros países más desprotegidos. Pero esto, a la vez, hace que en el mundo creativo donde me muevo no sea un motivo de orgullo porque hace difícil sostener un tejido creativo importante. ¿Cómo se sostiene un artista si nadie puede permitirse 10.000 euros para pagar sus cuadros? En Nueva York es más agresivo. El que no funciona lo tiene dificilísimo para quedarse».
Si aceptamos que tener una vida artística y creativa es una vía para llevar una buena vida, muchos se quedan por el camino por no tener el respaldo económico para perseguir algo que puede requerir muchos años de experimentación y de vivir con poco dinero.
«Hay pocos que han conseguido salir de la nada, pero el lugar de origen condiciona mucho. En el Norte de Europa o Japón vemos a más gente que viene de orígenes humildes que consigue establecerse. La gente de mi edad en industrias creativas en Estados Unidos, el 80% han ido a las mismas cinco universidades. En España no es tan extremo, pero está a medio camino entre unos y otros. Muchos ambientes creativos intelectuales siguen dependiendo demasiado de tener dinero».
En los últimos años Alegre y sus socios han tenido que lidiar con los problemas que trae consolidarse y acomodarse. «Tienes que seguir conectado a lo que está pasando, pero eso no siempre es fácil cuando cumples años. Igual de aquí a veinte años tendremos que dejar paso a otras personas más jóvenes para que sigan con la revista».
Apartamento sigue inmerso en la búsqueda de la buena vida a través de sus entrevistas y Nacho Alegre todavía no lo ha encontrado del todo. Pero nunca deja de mirar de reojo a oportunidades en otros lugares.
«Hay un lugar que me atrae sobremanera y ese es China. Aunque siento que Nueva York sigue siendo el centro del mundo en muchas cosas como la fotografía donde me muevo, de China me atrae que es una sociedad completamente diferente a Occidente. El poder está en manos de gente jóven, dinámica; el futuro es esperanzador. No viven en democracia aunque tampoco debemos idealizar las democracia que tenemos en Occidente. En Nueva York el mundo creativo está lleno de gente con padres ricos. El nivel de injusticia no es tan distinto al de China como puede parecer».
Nacho Alegre será uno de los ponentes destacados de The Monocle Quality of Life Conference que se celebra esta semana en Madrid.
(Todas las fotos han sido extraídas de The World of Apartmento)
