Nathaniel Rusell es un estadounidense con un gran sentido del humor, pero sobre todo con mucha imaginación. Rusell se gana la vida dibujando y aplica sus diseños a un montón de formatos. Hace pósteres, serigrafías, pintura, escultura, libros, otros libros que ni se abren, tuits analógicos, música y cualquier cosa que le apetezca. También se inventa anuncios sin necesidad de vender nada.
Con todo esto se gana el pan y además reconoce que disfruta con las cosas simples que suponen un mínimo esfuerzo.
Sus anuncios suelen ser de esos de los que se ven pegados en las farolas. Pero en vez de vender algo o buscar gatos perdidos, los suyos invitan a tener un buen día o, simplemente, a sonreír.
«Cuando me piden explicar qué hago, siempre digo que todo viene del dibujo. Bueno, también de escribirme notas a mí mismo. Cuando veo algo curioso o no tan curioso de mi día o de mis relaciones con la gente y el mundo. No sé, es difícil de articularlo en palabras, pero si miras mi trabajo en conjunto, parece que de alguna manera tiene sentido», explica el artista de Indiana.
Ahí, en el medio oeste americano es donde nació y estudió técnicas de grabado. Y ahí es donde descubrió su pasión por los trabajos en madera, la serigrafía y la impresión como medio. Tras pasar un periodo viviendo en la Costa Oeste volvió a su Indiana natal.
Rusell trabaja en casa, pero ahora tiene un hijo pequeño y eso le supone estar constantemente distraído. «Trato de compaginar mi vida laboral con la personal. Depende de qué tenga para entregar o de si hay alguna exposición a la vista. Cuando eso ocurre, meto más horas para aprovechar el momento y la energía, pero si no, mi trabajo consiste en trabajar unas cuantas horas seguidas en lo que pille, parar para hacer la comida, salir a pasear, trabajar un poquito más en la noche» y así, sin un horario fijo, pasan los días en casa de los Rusell.
Ha pintado para marcas como Vans, Element o Facebook. Su trabajo está muy influido por la cultura del patín además de otras muchas cosas, desde una nariz en una pintura antigua a la forma en que alguien utiliza una tipografía de manera inusual o su esfuerzo por conectar y mantener una energía en movimiento y ver dónde le conduce.
Además, se fija en el trabajo de miles de artistas, como Ben Shahn, la hermana Corita Kent, Antonio Frasconi, Mike Kelly, Seymour Chwast, Kyle Field, Thomas Campbell, Geoff Mcfettridge, Barney Bubbles, David Hockney o Alex Katz.
«Llevo patinando desde los 12 años y la cultura visual de este deporte siempre ha sido muy importante para mí. Y aunque nunca he surfeado, me convertí en buen amigo de los chicos de Mollusk en San Francisco. Hay un pequeño círculo de artistas y músicos en ese entorno y de alguna manera me he visto ahí metido. Me gusta trabajar con ellos haciéndoles gráficos o exposiciones», comenta.
Durante la próxima primavera, Nathaniel tiene prevista una exposición de esculturas en Tokio. Además, está preparando varios murales, trabajando en algunos libros y haciendo algunas cosas para otras ferias. «Siempre hay algo que debería estar haciendo…», concluye con una sonrisa.
Mola, Cool, Chevere.
Gracias álvaro, qué gusto verte por aquí!