Todas sabemos cรณmo no queremos ser cuando nos planteamos ser madres. Todas nos imaginamos como madres amorosas, divertidas, superpacientes y expertas nutricionistas infantiles antes de ser madres. Y todas nos acabamos llamando malas madres cuando la realidad nos pasa por encima.
Asรญ se sintiรณ Laura Baena una noche de 2014 en la que publicรณ un tuit llamรกndose asรญ. Y de todo el apoyo que recibiรณ de otras malas madres como ella naciรณ la idea de crear el Club de Malasmadres, una comunidad emocional para desmitificar la maternidad con el que Baena consiguiรณ pasar de un sentimiento individual a la conexiรณn con una comunidad de mรกs de un millรณn de personas en redes que luchan para romper estereotipos con humor y activismo.
La de Baena no es la รบnica iniciativa que ha surgido en estos aรฑos para denunciar el estrรฉs al que se ven sometidas las mujeres por no responder a lo que cultural y socialmente se entiende como una madre ideal. Afortunadamente, son ya muchas las voces que reivindican una maternidad mรกs realista. Voces como la de la diseรฑadora Lucรญa Be, con su libro No me da la vida, o Agustina Herrero, con su obra ilustrada Mamma mรญa!
Son muchos los problemas que aรบn hay que resolver de cara a la maternidad. La conciliaciรณn familiar es uno de ellos. Pero tambiรฉn la atenciรณn y cuidados de la propia madre, no solo del bebรฉ. Segรบn un estudio realizado por los especialistas del Hospital Universitario Vall dโHebron,ย un 38% de las embarazadas manifestรณ sรญntomas de depresiรณn y un 59% de ansiedad durante la pandemia. Problemas que la tribu y su papel de acompaรฑamiento ayudarรญan a paliar.
De todo ello nos hablan en este artรญculo de Igluu.