«Mira por dónde pisas» podría ser un buen lema para Nollamap. Aunque habría que añadirle una segunda parte, algo así como «Fotografía y comparte», ya que el propósito de esta app es el de realizar un mapeo colaborativo sobre la presencia de la cerámica Nolla en todo el mundo.
El proyecto está liderado por el Centro de Investigación y Difusión de la Cerámica Nolla (CIDCeN), cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Deportes de España y de València Capital Mundial del Diseño 2022, y con el asesoramiento de ARAE Patrimonio y Restauración.
No es para menos teniendo en cuenta que la cerámica de Nolla es uno de los elementos más representativos del patrimonio arquitectónico valenciano. Pero también «uno de los motores de la revolución industrial española de finales del siglo XIX», como destaca Xavier Laumain, arquitecto experto en patrimonio y presidente del CIDCeN.
Evitar su desaparición es el propósito de esta aplicación para móviles que trata de documentar la presencia de estos mosaicos en distintos rincones del planeta. Porque aunque surgió en Meliana (Valencia) a mediados del siglo XIX de la mano del empresario Miguel Nolla, pronto viajaría a otros muchos lugares para decorar construcciones tan emblemáticas como la Casa Batlló o la Casa Burés, en Barcelona, el Palacio de la Magdalena de Santander o la iglesia de Santa Ana de Triana y el Palacio de Villagonzalo de Madrid.
Eso sin contar con las numerosas instituciones valencianas que eligieron estos motivos para decorar algunas de sus estancias, entre ellas, el Ajuntament, el Teatro Principal, el edificio de Correos, el Palacio de la Exposición, el Mercado Central, además de numerosas fachadas del barrio del Cabanyal.
Fuera de la península este tipo de cerámica también causó sensación, sobre todo en aquellos lugares que a finales del XIX y principios del XX mantenían relaciones comerciales con nuestro país, como indican Ángela López y Vanesa García, codirectoras del proyecto. De ahí que puedan encontrarse mosaicos de Nolla en lugares como Buenos Aires, Moscú o Santiago de Cuba.
Pero ¿qué es lo que hace tan especial a este tipo de cerámica? Más allá de las razones estéticas, se trata de un material de altas prestaciones cuya composición, su proceso de producción y su cocción a elevadas temperaturas le conferían una gran resistencia ante cualquier tipo de agente ácido. Su teñido en masa, además, le permitía conservar siempre su color original, sin temor al desgaste que, por ejemplo, pueden llegar a sufrir las baldosas hidráulicas con el paso del tiempo.
Inspirada en productos y tecnologías inglesas de mediados del XIX, estas pequeñas teselas monocromáticas de infinitas combinaciones geométricas y figurativas eran colocadas, pieza a pieza, por los hábiles mosaiqueros, una figura extinta hoy en día.
De ahí que para evitar que las creaciones corran la misma suerte que los profesionales que las dieron forma, los impulsores de Nollamap hagan un llamamiento para que nos fijemos en el suelo que pisamos, pero también en los mosaicos que adornan las fachadas, paredes, zócalos o mobiliario de los edificios que pasamos o visitamos.
«La app pone de manifiesto la importancia de la sociedad civil en la salvaguarda y difusión de este patrimonio. Es una app gratuita y muy intuitiva para el usuario, que tiene detrás a un amplio grupo de profesionales expertos que verifican los datos antes de publicarlos».
Apenas unos meses de testeo, el mapa digital ya cuenta con más de un centenar de localizaciones que incluyen algunas registradas en Portugal, México y Brasil, entre otros países. Porque la resistente cerámica de Nolla también está fabricada a prueba de olvido.