Palmeras & Puros es una empresa familiar regentada por el Sr. Rueda y el Sr. Furillo, profesionales del pincel, la estampación artesanal, las artes gráficas, las tintas, los tórculos, los tipos de plomo, los chabiletes y las ligaduras, de letras y trompas.
Su origen se remonta al día en el que al Sr. Rueda le fueron revelados de forma sobrenatural los arcanos de la producción serigráfica. A partir de entonces, Rueda y Furillo se pusieron manos a la obra y decidieron devolver a la sociedad lo que ella les había hecho. A la vista del resultado, muchos lo llamaron venganza. Sin embargo, los espíritus más sensibles han llegado a calificarlo de arte.
«Vimos claramente la necesidad que tenían los hogares de hoy de, como aquellas antiguas cuevas que en tiempos remotos nos acogieron, volver a lustrar sus paredes con los cazadores, los búfalos, las manos o los tipos empalmados que hace milenios alegraron la vista de los primates de los que descendemos. Un arte seriado pero no mecanizado, que permitiera disfrutar en familia de la sana escatología», explica el Sr. Furillo.
Coherentes con esta vocación por llevar su arte al mayor número de habitantes posibles el Sr. Rueda y el Sr. Furillo emplean un método muy parecido al de las coaliciones de las democracias occidentales cuando quieren democratizar un país de Oriente Medio: lo hacen incluso en contra de la voluntad de esos habitantes y tampoco reparan en gastos. Aun a riesgo de su holgura económica, son capaces de producir serigrafías de tres, cuatro, cinco y seis tintas a precios irrisorios.
«Aunque hemos llegado a la conclusión de que no nos sobra el dinero, sino que nos falta, optamos por los precios populares porque éramos soñadores que querían llenar el mundo de risas y poco más. Pasado el tiempo, nos dimos cuenta de que las camisas de flores, los puros y los coñacs no se pagan solos. Por tanto, mantener el elevado tren de vida que alguien de nuestra posición se merece provoca que sea posible que en el futuro tengamos que cuadrar nuestras cuentas», explica el Sr. Rueda; y el Sr. Furillo toma el testigo de la explicación:
«Es cierto que económicamente nuestro proyecto es una ruina porque las tiradas son cortas y los precios muy ajustados, pero la esencia de Palmeras & Puros es la caverna, su espíritu es sauvage y todo esto choca frontalmente con la gestión empresarial al modo occidental. Nuestro principal afán es transmitir una sensación de humanidad en nuestros trabajos, lo que hace que la rentabilidad pase a un segundo plano. Aunque, ciertamente, como dice mi socio, habrá que hacer algún tipo de concesión a la CEOE porque si no terminaremos efectivamente, y no solo en espíritu, vistiendo y viviendo como unos salvajes».
Los miembros de la CEOE y otros potentados acostumbran a invertir en arte desde hace siglos. Tal vez sea ese sector de la sociedad aquel al que Palmeras & Puros tenga que acudir para hacer viable su loable actividad.
«Uno de nuestros próximos proyectos es La serigrafía del millón de dólares. Se trata de una obra que realizaremos mi socio y yo en comandita y que consistirá en una serigrafía de gran tamaño, en varios colores, con una tirada de una única copia y un precio como su propio nombre indica de un millón de dólares, en su caso el correspondiente montante en euros al cambio. Es uno de nuestros proyectos más ambiciosos, algo alejado de nuestra filosofía inicial, pero con un mensaje directo al establishment. Supondrá una nueva pequeña pérdida de fondos a la empresa, pero mirando con orgullo al mercado y, de alguna forma, riéndose del mercantilismo. Contrastará con nuestros habituales precios populares y enviará el claro mensaje de que lo que hacemos vale mucho más de lo que pedimos, porque podríamos pedir un millón de dólares, y sin embargo pedimos cuatro chavos… y aun así no compra ni Dios, ¿qué cosas tiene el mercado, eh?», reflexiona el Sr. Furillo.
El discurso social y artístico de Palmeras & Puros no se vierte únicamente en sus producciones seriadas. Precisa también de un órgano de difusión, una revista de pensamiento como puede ser Claves de la razón práctica o el boletín de FAES.
«Efectivamente. Palmeras & Puros Magazine es un pequeño boletín que realizamos una vez al año y que reúne toda nuestra producción serigráfica realizada en ese periodo a modo de humilde catálogo. Lo aderezamos con historietas, ilustraciones, artículos de interés irregular, todo ello en relación a los temas selváticos, exóticos o simplemente que conecten de alguna forma con el espíritu de la Compañía. Como no podría ser de otra manera hacemos tiradas muy pequeñas. El número 0 fue un poco nuestra presentación al mundo, hoy agotado. El número 1 incluye dos serigrafías Sauvage Reich y Sauvage Gulag con las cabezas reducidas de Hitler y Stalin respectivamente, y todavía puede adquirirse por el mísero precio de 4 euros».
Hitler, Stalin, José Luis López Vázquez, coches Hot-rod, Dácula, Paul Naschy… Los temas de Palmeras & Puros tienen también una clara vocación didáctica en el campo de la cultura popular y más concretamente en la cultura popular hispánica.
«Por las características de nuestro trabajo nos acercamos más a un arte pop, sin embargo, el territorio de lo popular está ampliamente dominado por la imaginería anglosajona. A pesar de que nos gusta y nos influye, también es cierto que nos impide reflexionar sobre nuestra propia identidad. Y en ese contexto tenemos al Sr. Furillo, que ha sabido utilizar con maestría en su obra toda esa iconografía tan cañí que usted señalaba. Podríamos decir que el resultado es una suerte de lowbrow ibérico, que reivindicamos como urgente y necesario», apunta el Sr. Rueda, deshaciéndose en elogios por su socio, el Sr. Furillo, el cual concluye.
«Indudablemente somos dos inadaptados del siglo XX y esto se refleja en nuestros referentes. Además, entroncando con el arte exótico, tenemos nuestros propios tikis, nuestros gnomon, nuestra imaginería, por enlazarlo con la cultura española. López-Vázquez, Drácula, las suecas, el 600, son nuestros dioses».
Una labor divulgativa como esta no puede quedar sin recompensa. Las autoridades deberán en algún momento dejar de subvencionar sectores como el cine y ocuparse de otras actividades empresariales como Palmeras & Puros, tan capaces como cualquier otro de generar grandes tramas fraudulentas a costa de las arcas públicas. En todo caso, y sin excluir lo anterior, al menos debería ser reconocida esta iniciativa con un Premio Nacional o la Medalla al Trabajo.
«El dinero es un tabú en esta empresa. Por mi parte cambiaría cualquier distinción empresarial por una corona de flores de hibisco. Espero que nadie me dé nunca una Medalla al Trabajo. Trabajar es una tortura», explica el Sr. Furillo y su socio ratifica su opinión: «Coincido plenamente con mi socio en lo de la Medalla al Trabajo».