Plazas móviles para los fines de semana

13 de junio de 2011
13 de junio de 2011
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Los habitantes de muchas ciudades no pueden alejar su vista del cemento y el asfalto. No tienen otro elemento que mirar. Ni plantas, ni espacios recreativos de uso público. Ocurre, incluso, que las zonas más amplias de una calle se han entregado al tráfico rodado (a motor… ¡¿quién dijo bici?!). Pero durante los fines de semana las carreteras de las ciudades se alivian y ese espacio podría convertirse en un parque móvil.
La idea es del arquitecto Manu Rapoport. Desde su estudio bonaerense, Designo, ideó una serie de instalaciones de recreo y zonas verdes móviles para que fueran instaladas en plazas y amplias carreteras de cascos urbanos durante los fines de semana y los días de fiesta.
La iniciativa ha sido premiada recientemente con el galardón Philips Livable Cities Award. Y, mientras, Rapoport sigue intentando convencer a los distritos de Buenos Aires y de otras ciudades de la instalación de parques a medida en sus espacios urbanos.
“Por el momento el principal desafío es que la mayor cantidad de gente posible se entere de la existencia del proyecto. Es necesario que se genere demanda y eso va a pasar cuando comprendamos los beneficios directos e indirectos de implementar la Plaza Móvil. Pensemos en términos de generación de ciudadanía, de motivación para que los niños hagan deporte, de intercambio intergeneracional, de potenciación de microeconomías, etc., etc.”.
La idea surgió en 2008. “Estábamos pensando ideas para la bienal Experimenta Design a la que había sido invitado con mi socio. El tema de la bienal era el juego urbano y cómo el diseño puede proponer objetos y espacios públicos que incentiven la participación, la creatividad y el juego de los ciudadanos”, explica Manu Rapoport.

Estas son, según Manu Rapoport, las claves del Parque Móvil.

Espacio público desaprovechado. “En ese proceso tomamos conciencia sobre cómo las calles de las grandes ciudades son poco aprovechadas los fines de semana y días de fiesta. Ante la ausencia de tráfico, es un espacio disponible para otros usos. Así surge la idea de Plaza Móvil. Si bien no usamos esa idea para la bienal, la fuimos construyendo poco a poco en los ratos libres”.
Diseño participativo. “Al principio, como idea sonaba bien, pero tuvimos que ir dándole forma para poder transmitir el concepto claramente. Por eso avanzamos con algunos bocetos de lo que la Plaza Móvil puede llegar a ser, pero todavía está en fase de anteproyecto. En la medida que surjan interesados como el gobierno y los sponsors (pero sobre todo los barrios y sus vecinos), vamos a poder sumar la mirada de los actores para hacer un diseño participativo. Cuando se habla de proyectos en el espacio público es fundamental hacer partícipe a la gente. Es la única manera de hacer que los proyectos se enriquezcan y perduren en el tiempo. Así la gente lo va a querer y cuidar como algo propio”.
Innovación. “La innovación, en este caso, viene desde la gestación: de descubrir una falla en la “matrix” urbana. La Plaza Móvil sería como un pequeño hackeo del sistema. De hecho, los hackers son responsables de innovación constante. Por eso las empresas los terminan contratando. Con este proyecto la cuestión de la innovación tiene y tendrá un rol fundamental. ¿Cómo sacaremos el mejor aprovechamiento de la calle para la implementación de juegos distintos y apasionantes? ¿Cómo estableceremos los sistemas de instalación y desinstalación rápida? ¿Cómo motivaremos a los vecinos en el cuidado de la Plaza Móvil? Son todas preguntas que plantean la necesidad de soluciones innovadoras”.

 





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