Es una tarde de verano rosa y azul. El sol está tumbado en la arena, echando la siesta, asao de calor. Los bañistas, desparramados, dejan sus ambiciones tostar. Ya se encarga el ardor del suelo y la ardentía del cielo de poner toda aspiración, pretensión y codicia a la parrilla.
Es entonces, cuando el cuerpo no tiene que ocuparse ni de estirar las piernas para estar de pie, cuando la dicha alcanza niveles celestiales. O celestes. Así ocurre en la paleta cromática que ha usado Estudio Santa Rita para dibujar la filosofía de vida que corre en la brisa que entra por su ventana.
Lleva el aire de Málaga, alli donde trabajan, estos átomos epicúreos del Mediterráneo. Llevan de serie, Palo y Nuel, ese saber entregarse al sopor de la calima. Pero, hace unos días, cuando quisieron dibujarlo, optaron por la exactitud y realizaron un estudio anatómico de las posturas que exige una tarde playera.
Despejaron el suelo y limpiaron el estudio de mesas, sillas y ordenadores con su imaginación. Teatralizaron el momento y se vieron en la arena, bajo la chicharrera, oyendo el repiqueo del mar. Y se tumbaron a ver cómo caía el cuerpo. Una vuelta… Hacia un lado… El brazo para arriba… La pierna desplomada por su propio peso… Y una cámara colocada de forma estratégica sobre una mesa empezó a hacer fotos.
Así supieron cómo la ataraxia moldea las posturas; cómo es la anatomía de la felicidad. Ahí tenían el concepto y ahora necesitaban convertirlo en letras. Que cada persona tumbada al sol fuera una letra y que esas letras fueran una Y, una O, una R, una O, una K, una O, una B y una U.
«Esta es nuestra idea de la felicidad: mostrar libertad y posturas naturales», explican Palo y Nuel, fundadores de Estudio Santa Rita. «Pensamos en las formas típicas de tumbarse en la playa para construir las letras y prestamos mucha atención a que no resultaran forzadas».
Hay tanta paz y tranquilidad en este momento que hasta las cestas están tumbás a la bartola. Esto es lo que palpita el dibujo; esta es la sensación con la que Estudio Santa Rita quiere envolver al lector: «Disfrutar de una tarde de verano. De esas veces que sientes: “Estoy yo y la naturaleza. No necesito nada más”».
La R me ha confundido. En topología es más un 8 sin pata que un donut con ellas. Las #palabras de @MarAbad también huelen a ataraxia epicúrea del más sabio del Mediterráneo. El desplome gravitatorio dibujado niega pasado y futuro. Ni existen ahora ni cabe preocuparse por ellos.
La R me ha confundido. En topología es más un 8 sin pata que un donut con ellas. Las #palabras de @MarAbad también huelen a ataraxia epicúrea del más sabio del Mediterráneo. El desplome gravitatorio dibujado niega pasado y futuro. Ni existen ahora ni cabe preocuparse por ellos.