Rani Bruchstein se revela contra la idea de que la fotografía plasma instantes. A su manera de ver, las imágenes recogidas con una cámara dan para mucho más. Por ejemplo, para descubrir las posibilidades que permiten la creación y la experimentación fotográfica.
De ahí que, en ocasiones, sus fotos reinventen escenas de la vida cotidiana, como ocurre en su muestra In Side Out. En este caso lo hace incorporando guiños a la historia del arte y mediante la incorporación de distintas técnicas, aunque advierte de que en ningún momento recurre a la ilusión.
Lejos de quedarse ahí, en las 35 imágenes que componen la exposición, el fotógrafo israelí que despertó su vocación de forma tardía, mientras realizaba el servicio militar, también cuestiona algunas convenciones estéticas, a las que sustituye por una visión más analítica de distintos componentes culturales e ideológicos. La influencia de Man Ray es más que evidente en todas ellas.
En In Side Out existen dos líneas discursivas que, sin embargo, convergen en varios momentos. Por un lado, las imágenes dedicadas a la arquitectura son escenas de composición geométrica en las que el fotógrafo congela secuencias urbanas en un anhelo de encontrar el equilibrio y la fortaleza en el paisaje urbano:
«Vivo en la ciudad, donde los arquitectos y los diseñadores tienen alma de artista. Sus creaciones forman parte de mi vida. Las veo y me detengo a hacer preguntas y a buscar una perspectiva diferente», explica Rani Bruchstein.
Escenarios desiertos o semidesérticos que Bruchstein parece haber concebido para que en la mente del espectador retumbe el eco de los pasos de algún transeúnte a punto de aparecer en la escena. De aparecer alguna figura humana, estas suelen interactuar con referencias étnicas o modernistas.
La otra línea discursiva la componen los retratos, nada que ver con las habituales imágenes en primer plano que representan de manera fidedigna a determinadas personas.
Para Bruchstein, este es el mejor formato, las metáforas discursivas: «He decidido crear retratos significativos buscando cómo hacerlo de la mejor manera, pues para mí es muy importante disfrutar de la experimentación. Mirando hacia atrás en muchas sesiones puedo ver cómo mis modelos y yo nos empujamos, para expresar nuestros sentimientos de adentro hacia afuera (from the inside out)», especifica.
Para lograrlo, Bruchstein cuenta con la ayuda de los modelos, pero también de los maquilladores, imprescindibles para transformar su visión de la realidad. Algo que le permite demostrar su teoría, esa en la que la fotografía sirve para mostrar mucho más que lo que ocurre delante de la cámara.
En este caso, el fotógrafo trata de abordar cuestiones como la identidad de género, la adaptación del cuerpo a su entorno o el individuo como generador del cambio. Retratos psicológicos con los que el artista trata de demostrar que una buena fotografía debe ir mucho más allá de un bonito encuadre.
[pullquote]«Pinto con la luz, pinto sueños,
la cámara me sirve como brocha y la vida como lienzo».
Rani Bruchstein[/pullquote]
