El mensaje de โ€˜Ready Player Oneโ€™ estรก equivocado: la realidad no es tan real como crees

En la pelรญcula Ready Player One, el รบltimo รฉxito de Steven Spielberg, se abordan temas importantes. El futuro del entretenimiento. Aislamiento. Cambio de paradigma social. Conectar con la gente. Esclavitud. Y si la vida real es mรกs interesante que la virtual. Todo ello sobre el pilar de OASIS, una simulaciรณn virtual masiva creada por un tal James Halliday que acabe siendo el refugio edรฉnico de quienes no quieren vivir en el mundo real.

Sin embargo, estamos ante un blockbuster de fรกcil digestiรณn para cualquier tipo de paladar, de modo que la reflexiรณn general puede resumirse en las รบltimas palabras de Halliday:

Creรฉ OASIS porque nunca me sentรญ a gusto en el mundo real. No conectaba bien con la gente. Tuve miedo durante toda la vida. Hasta el momento en que supe que llegaba a su fin. Fue entonces cuando me di cuenta de que, por muy aterradora y dolorosa que pueda ser, tambiรฉn es el รบnico lugar donde se puede conseguir una comida decente. Porque la realidad es real. ยฟEntiendes?

Es un discurso bonito e inspirador, pero tan naรฏf como las palabras que se estampan en las tazas y libretas de Mr. Wonderful. De hecho, si tuviรฉramos que replicar este argumento rematado por una tautologรญa usando otra frase (repetida dos veces) en otro blockbuster, esta serรญa la de Luke Skywalker en Los รบltimos Jedi:

Impresionante. Cada palabra que has dicho estรก mal.

rpo_online_blog

Todos nos evadimos

Halliday es un nerd y sus habilidades sociales son propias de un autista. Por eso se evade de la realidad. Lo que parece ignorar Halliday es que todos los hacemos lo mismo que รฉl por una u otra razรณn. Hace miles de aรฑos, nuestros antepasados ya concebรญan pinturas rupestres en cuevas donde el eco permitรญa anticiparse a una rave actual, como sugiere una investigaciรณn de las pinturas rupestres de Arcy-sur-Cure en Borgoรฑa, e ingerรญan drogas enteรณgenas para hackear sus percepciones.

Los cuentos aspiraban a hacer lo mismo, y mรกs tarde la mรบsica, la literatura, el cine y la televisiรณn. Desde este punto de vista, gran parte de la historia de la humanidad parece una carrera para hallar nuevas formas cada vez mรกs inmersivas para escapar de nuestra realidad cotidiana. O, al menos, para enriquecer esa realidad de alguna manera.

Ahora tambiรฉn estamos haciรฉndolo con videojuegos, realidades virtuales y realidades aumentadas. Es cierto que Halliday parece no estar a gusto en un entorno social cotidiano y necesita refugiarse en otra realidad digital para ser feliz, pero eso es algo muy similar a lo que hacen muchos otros en un entorno tan social como una discoteca cuando ingieren grandes cantidades de alcohol: de este modo, se facilita la comunicaciรณn, se debilita la inhibiciรณn y se agudiza la experiencia general, en el mejor de los casos; en otros, simplemente, uno se contamina etรญlicamente durante el fin de semana para huir de su grisรกcea y monรณtona existencia.

Todos somos como Halliday, en mayor o menor medida, por unos u otros motivos. Pero Halliday ha creado una forma de refugiarse de las inclemencias del mundo que resulta mucho mรกs eficaz que cualquier otra: OASIS. Cuando en el filme vemos a Halliday en su niรฑez, encerrado en su habitaciรณn mientras dilapida las horas en un arcade muy elemental, resulta natural compadecerse de รฉl.

Pero ยฟpodemos sentir lo mismo cuando vemos a los usuarios de OASIS experimentando toda clase de aventuras y situaciones en mundos muy ricos en detalles? Y lo que es mรกs importante: OASIS es un mundo virtual social. Allรญ no estamos solos, podemos interactuar con otras personas sin que su etnia, su edad, su sexo, su belleza o cualquier otra condiciรณn superficial invoque nuestra natural predisposiciรณn a enjuiciar, prejuzgar o discriminar.

De hecho, en psicologรญa ya se usan videojuegos sociales como Second Life donde uno puede escoger su propio avatar para probar a desarrollar toda clase de terapias. Gracias al llamado efecto Proteo, por ejemplo, se puede observar que una persona que escoge un avatar mรกs atractivo adquiere mayor seguridad en sรญ misma al interactuar con otras personas. Y lo que es mรกs importante: esta seguridad se mantiene durante un tiempo incluso fuera de Second Life, en el mundo real, como demostrรณ un estudio del Virtual Human Interaction Lab de la Universidad de Stanford.

Estas ideas no dejaban de rondarme la cabeza mientras asistรญa a la proyecciรณn de la pelรญcula, porque justo delante de mรญ se sentaba un hombre negro tetraplรฉjico que habรญa acudido a la sesiรณn en silla de ruedas. Para alcanzar su zona habilitada, tuvieron que encender las luces de la sala porque iba solo. Ademรกs, su columna vertebral estaba desviada de tal modo que tuvo que ver todo el filme ligeramente inclinado hacia un lado.

Cuando decimos que lo real es mejor que lo virtual quizรก estamos definiendo lo real como una vida sin grandes dificultades. Pero ยฟquรฉ sucede cuando nuestra vida dista mucho de ser agradable? Habida cuenta de que el nรบmero de suicidios estรก aumentando, sobre todo entre los jรณvenes, cabrรญa preguntarse quรฉ tiene de malo escapar de la realidad que nos angustia. ยฟDebemos exigir a todas las personas que vivan en el mundo real y se enfrenten a todas y cada una de sus aflicciones?

En El dormilรณn, Woody Allen despierta despuรฉs de haber permanecido 200 aรฑos durmiendo y se queja de no haber aprovechado todo ese tiempo para seguir acudiendo a terapia: de haberlo hecho, ya casi se habrรญa curado. Es decir, ยฟquรฉ derecho tenemos a exigir a alguien que continรบe siendo quiรฉn es, se acepte tal y como es y se ยซcureยป de sus problemas?

A veces, las cosas no pueden solucionarse fรกcilmente, y no queda otra que buscar un atajo o una ruta de escape. A veces eso se traduce en el suicidio. Otras veces, en la lectura de novelas o el consumo compulsivo de libros de autoayuda. En la ingesta de estupefacientes. En hincarse ante el dios o lรญder de cualquier secta. En la asistencia al cine. En una conexiรณn a los Sims o Second Life. En OASIS.

Incluso si estamos en desacuerdo con lo anteriormente presentado, el problema de OASIS, segรบn se presenta en la pelรญcula de Spielberg, no parece ser que nos aรญsle verdaderamente de los demรกs, sino que no nos conecta con los demรกs de una forma tan fidedigna y completa como en el mundo real. En definitiva, que podemos distinguir una experiencia real de una que ha sucedido en OASIS.

Pero la razรณn de que esto ocurra es la misma por la que OASIS parece mรกs fascinante que un arcade de los aรฑos 80: la complejidad de su cรณdigo. En otras palabras, la soluciรณn para tener experiencias mรกs fidedignas no pasa necesariamente por abandonar OASIS en busca de las mismas, sino por concebir un OASIS mรกs sofisticado, un OASIS 2.0 o 3.0, que proporcione experiencias tan similares a las reales que un usuario sea incapaz de diferenciar ambas. Incluida una comida decente.

augmented-reality-1853592_960_720

El bistec de โ€˜Matrixโ€™

ยซSรฉ que este jugoso pedazo de carne no existe, pero Matrix le dice a mi cerebro que sรญ y que es deliciosoยป. Esto es lo que sostiene Cifra en la pelรญcula Matrix, mientras degusta un trozo de bistec formado รบnicamente por ceros y unos. Al espectador, obviamente, esta idea le repugna. Sobre todo porque la idea principal que quiere transmitir Matrix es que debemos vivir en el mundo real, por muy horrible que sea, porque el mundo virtual es no es real. No importa que nadie sea capaz de darse cuenta de que no es real. No importa que el bistec falso sepa idรฉntico al real. Lo perentorio es desconectarnos del mundo irreal para acceder al real (aunque en el real ni siquiera haya un bistec que comer).

Esta idea romรกntica, deudora de la caverna de Platรณn, es muy interesante, pero en puridad no aborda la dicotomรญa real versus virtual, sino libertad versus esclavitud. Lo que subyace en Matrix es que somos esclavos de las mรกquinas. Que debemos rebelarnos, liberarnos, buscar lo que hay en el exterior de la caverna aunque la luz nos daรฑe los ojos. Son propรณsitos tan encomiables que eclipsan el verdadero debate filosรณfico de fondo: si lo virtual es indistinguible de lo real, ยฟsigue siendo peor? Mรกs aรบn: ยฟy si lo virtual acaba siendo mรกs real porque nuestro cerebro es tambiรฉn una mรกquina de realidad virtual que nos engaรฑa continuamente?

Y aquรญ, justo aquรญ, reside la clave de todo. Matrix, Ready Player One y, en general, toda la cultura de masas da por sentado que nosotros somos nosotros y que lo que recordamos, experimentamos y hacemos en un conjunto claramente delimitado se llama realidad.

Sin embargo, la psicologรญa nos dice justo lo contrario: nuestro ยซyoยป probablemente es una ilusiรณn cognitiva, nuestros recuerdos suelen ser reconstrucciones falsas que nunca dejan de cambiar, nuestros sentidos apenas registran un tanto por ciento muy pequeรฑo de nuestro entorno, somos vรญctimas de ilusiones รณpticas y auditivas debido a que nuestro cerebro dista mucho de ser un รณrgano perfectamente ensamblado y no disponemos de nada ni remotamente similar a lo que definimos como libre albedrรญo.

En resumen: lo mรกs parecido al Matrix de la pelรญcula Matrix es la realidad. O dicho de otro modo: quizรก deberรญamos aspirar a crear un mundo virtual mejor que la realidad (lo cual, como veremos, no es particularmente difรญcil).

old-bathroom-1496578_960_720

Las nulas diferencias entre lo real y lo virtual

Los puristas de la realidad pueden aducir que los inputs de la realidad son inimitables: una comida decente, como expresa Halliday, es algo que solo podemos experimentar en la realidad.

Sin embargo, cuando registramos el mundo real en realidad usamos un interfaz en forma de รณrganos perceptivos y un sistema nervioso que lo codifica todo y lo reformula para ser asimilado. Asรญ pues, al percibir el color del bistec, su textura o su sabor, en realidad solo recibimos informaciรณn que transformamos neuroquรญmicamente en esas experiencias.

No captamos lo que hay fuera de nosotros tal y como es, sino que lo reformulamos. Por consiguiente, si un dispositivo logra estimular las mismas regiones cerebrales que se activan cuando nos zampamos una comida decente, ยฟno estaremos sintiendo exactamente lo mismo? ยฟNo nos sentiremos como Cifra? La respuesta no solo es que sรญ, sino que es mejor que sรญ.

Nuestra experiencia al saborear una comida decente es producto de una cascada neuroquรญmica. Sin embargo, la experiencia no siempre es la misma, porque habrรก dรญas en los que la comida no estarรก tan deliciosa, o dรญas en los que nuestro cerebro no funcionarรก igual de bien, o nuestras papilas gustativas no serรกn tan sensibles, etc. Todos hemos sentido que algo que nos gusta, nos gusta menos otro dรญa al repetir la experiencia. Tambiรฉn que no todos los dรญas disfrutamos tanto de las cosas. Depende de nuestro humor, de los niveles de diversos neurotransmisores, del tiempo que hayamos descansado, del estrรฉs que arrastremos, de las veces que hayamos repetido la experiencia, de las expectativas y un largo etcรฉtera.

Todos estos factores podrรญan ser corregidos en una experiencia virtual para que siempre experimentemos una sensaciรณn de la misma manera. O que se nos presente esa sensaciรณn de la forma que decidamos, mรกs intensa aquรญ, mรกs perdurable allรก, mรกs chisporroteante por acullรก.

Tambiรฉn en un mundo virtual podrรญamos experimentar mejor la realidad porque controlarรญamos no solo la realidad, sino tambiรฉn nuestros sentidos (o la forma en que interactรบan ambos). Hay que recordar que ese mundo real que tanto se preconiza es muy poco real si tenemos en cuenta que solo somos capaces de ver el 1% del espectro electromagnรฉtico y de oรญr el 1% del espectro acรบstico.

Ni siquiera somos tan conscientes como creemos. Un estudio reciente publicado en Frontiers of Psychology seรฑalaba que, en realidad, nuestros pensamientos y sentimientos estรกn cimentados sobre mecanismos inconscientes, no por razonamientos lรณgicos y ponderados. Ahora tambiรฉn sabemos que las alucinaciones ocurren en personas con una salud mental perfecta, y la probabilidad de experimentarlas aumenta a partir de los 60 aรฑos; y el 5 por ciento de nosotros experimentarรก una o mรกs alucinaciones en nuestra vida, como si una suerte Matrix u OASIS biolรณgico se empecinara en aflorar en nuestro cerebro. O como escribe Bruce Hood en el libro Las mejores decisiones:

Tendemos a pasar por alto lo que no encaja e incurrimos en errores de atribuciรณn o en disonancias cognitivas. La psicologรญa no deja de recordarnos los mecanismos inconscientes de la mente que redefinen la informaciรณn para que encaje en un relato coherente.

En tรฉrminos generales, nuestros sentidos reciben unos diez millones de bits de informaciรณn por segundo, pero tal y como seรฑala Jennifer Ackerman en Un dรญa en la vida del cuerpo humano, ยซconscientemente solo procesamos entre siete y cuarenta bitsยป. Ni siquiera los colores de un paisaje bonito son reales, porque nuestros ojos solo detectan el rojo, el verde y el azul, tal y como explica el fรญsico teรณrico Michio Kaku en su libro El futuro de nuestra mente:

Eso significa que nunca hemos visto el amarillo, el marrรณn, el naranja ni muchos otros colores. Esos colores existen, pero nuestro cerebro solo puede hacerse una idea aproximada de cada uno de ellos combinando en distintas proporciones el rojo, el verde y el azul.

cyborg-3300454_960_720

Todos estos son solo unos mรญnimos ejemplos de hasta quรฉ punto reconstruimos la realidad, nos la inventamos sobre la marcha y la adaptamos a nuestras limitaciones biolรณgicas. Nuestro propio cerebro, pues, es un cuello de botella que convierte la compleja realidad en un videojuego arcade cutre de los aรฑos 80, asรญ que ยฟpor quรฉ conformarnos con ello? ยฟPor quรฉ Halliday nos quiere condenar a esa versiรณn pรกlida y fragmentaria de la realidad? ยฟPor quรฉ no propone que sigamos mejorando OASIS para que podamos disfrutar de una comida incluso mejor que una comida real decente?

Sรญ, claro, el escenario de Ready Player One es distรณpico. El mundo es lo peor. Si todos nos refugiamos en OASIS, ยฟcรณmo vamos a solucionar los problemas del mundo real? Al final, todo colapsarรก y tampoco existirรก OASIS. Este argumento parece mucho mรกs sรณlido que el simple ยซla realidad es mejor porque es realยป, pues podrรญa adaptarse a: ยซes importante gestionar tambiรฉn la realidad o se acabarรก extinguiendo ese edรฉn llamado OASISยป.

Pero que el argumento sea mรกs sรณlido no significa que sea perfecto. De hecho, estรก lleno de agujeros. Algunas soluciones a vuelapluma:

1) Son los robots y las inteligencias artificiales las que procuran que el ecosistema real no colapse.

2) Aceleramos el reloj de OASIS para que un segundo del mundo virtual sea equivalente a aรฑos, siglos, milenios del mundo real (asรญ se logra una pseudoeternidad y la realidad deja de ser un problema porque estรก tรฉcnicamente detenida, tal y como se explora en, por ejemplo, la novela Ciudad Permutaciรณn, de Greg Egan.

3) Creamos incentivos en OASIS para que la gente cumpla tareas en el mundo real o creamos dinรกmicas de gamificaciรณn para que el ocio en OASIS mejore indirectamente el mundo real.

Hay muchas otras posibles soluciones, sobre todo en lo tocante a una pelรญcula de ciencia ficciรณn. Basta con evitar el clichรฉ y la tautologรญa y tirar un poco de imaginaciรณn. Naturalmente, Ready Player One no es una pelรญcula sobre epistemologรญa, sino un entretenimiento palomitero. Su mensaje, mรกs que filosรณfico, es moral; muy simple y onmicomprensivo, pero moral. Ready Player One no aspira a ser profunda porque se arriesgarรญa a arruinar en tal caso a la productora que la ha financiado.

Sin embargo, dada la general desconfianza de la humanidad por los mundos virtuales, vale la pena tomar un argumento que la cultura de masas podrรญa estampar en una camiseta para no quedarnos en la superficie de las reflexiones que podamos hacer tras el visionado de Ready Player One. Eso no harรก que la pelรญcula sea mejor o peor, sino que hayamos sacado mรกs o menos de ella. Que de eso trata, tambiรฉn, el cine.

2 Comments ยฟQuรฉ opinas?

Comments are closed.

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscrรญbete a nuestra Newsletter >>