Cada tapia, pared, suelo o cierre metálico de la calle tiene dueño. En algunos casos, evidente. En otros, no tanto. Puede ocurrir que esas superficies solo se limiten a cumplir su función porque nadie ha deparado en su posible aportación estética a la zona. Algo que los artistas urbanos no llegan a entender. RebobinART tampoco y por eso desde hace un tiempo trabaja para liberar esos espacios en Barcelona y reconvertirlos en murales de street art.
Algunos de los últimos muros libertos están en carrer Provençals. Después de su emancipación, los artistas Xupet & CHANOI, IBIE, SM172, YWRING, Penao y NauART los convirtieron en sus lienzos. Por la magnitud de los espacios, el proyecto se bautizó como Big Waalls y, en palabras de Marc García, director y creativo de los proyectos de RebobinART, «las intervenciones tratan de integrarse en el paisaje sin perder la capacidad de sorpresa y seducción que aporta el arte urbano».
Las obras permanecerán en estos muros durante el próximo año. Pasarán a formar parte de la base de datos de arte urbano de la ciudad y «serán tomadas en consideración en los recorridos por la ciudad», asegura Marc.
Junto a este, el profesor y sociólogo Roger Pous y Miriam Alarcón, como responsable de la producción y la dirección artística, componen RebobinART. La labor de la asociación va más allá de la gestión de los espacios cedidos por los distritos de la ciudad para que los artistas urbanos realicen sus obras de manera legal. «Pretendemos cambiar la concepción del arte urbano que se tiene en la actualidad, aportando valor añadido a esta actividad y promocionando a los artistas más potentes». En este sentido, el trabajo de base con los barrios resulta elemental, aseguran. Pero también la labor pedagógica entre los más jóvenes, de ahí los talleres de formación que desde la asociación están comenzando a desarrollar en colegios e institutos y que son impartidos por los propios artistas.
Cuenta Marc que RebobinART nació de un proyecto realizado en 2010: Persianes Lliures. Luego llegarían otros, como Murs Lliures, «aquí todos pueden pintar. En los otros proyectos hacemos selección nosotros y miramos para no repetir con artistas en el mismo proyecto y que todo el mundo pueda participar y tenga su espacio». De la base de datos creada a partir de Murs Lliures es de donde, según Marc, se seleccionan a los artistas participantes en iniciativas como Big Walls.
Tanto para unos y otros proyectos, RebobinART solicita la cesión de espacios tanto al ayuntamiento como a las empresas locales. «De los que finalmente nos dan o nos dejan actuar valoramos qué proyecto/s pueden ser los mejores para ese espacio».
En Barcelona, ya han realizado más de 800 intervenciones a través de Murs Lliures. Hace unos años realizaron unas acciones en Madrid con Persianes lliures:
Su idea sería la de llegar a otras muchas más ciudades, pero para eso necesitarían de un presupuesto y de unos patrocinadores de los que no disponen. «En Colombia y en Brasil desde hace años se trabaja con mucha libertad en arte urbano. También nos gusta mucho el proyecto que se llevó a cabo el año pasado en La Torre 12 de Paris».