Los creadores de Angry Birds, en busca de los nuevos 'Juegos del hambre'

Desde que Angry Birds conquistaran los teléfonos y tabletas, los simpáticos pájaros finlandeses se han seguido reproduciendo de todas las formas posibles, incluso puede que hayan afectado a nuestra economía. Han acabado en prendas de ropa, latas de refresco e incluso en una película de animación que se estrenará el año que viene. No hay quien pare a los juegos para dispositivos móviles, como bien demostró la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos. Pero Rovio, la empresa de Helsinki pionera en este campo, lleva años buscando una fórmula que repita el éxito de Angry Birds para no tener que depender de nuevas secuelas. Rovio apuesta ahora por el libro.
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Hace ya cuatro años la empresa puso en marcha un ambicioso plan de negocio con el que buscaba convertirse en un imperio multimedia. Por eso montó un equipo creativo centrado en la literatura, que busca nuevos autores que den forma a historias en papel. «Apoyar a los libros no nos resulta anacrónico. Queremos convertirnos en una factoría de relatos y el formato no nos importa», cuenta a Yorokobu Laura Nevanlinna, directora editorial de Rovio.
Consciente de que «el sector audiovisual y los videojuegos dominan ahora el mercado editorial». Su primer proyecto sienta con claridad las bases de lo que buscan: un bombazo en el género del Young Adult (el de Crepúsculo o Los juegos del hambre) que sirva para llegar a las pantallas de cine y televisión y, quien sabe, también a las de los dispositivos móviles en forma de videojuego. La compañía da un paso atrás simplemente para tomar impulso. Como la propia Nevalinna lo define, se han convertido en una agencia creativa que propone ideas para que otros publiquen libros o rueden películas.
La saga de aventuras Storm Sisters está escrita por Mintie Das y protagonizada por cinco chicas pirata que sobreviven solas en alta mar a los peligros propios del siglo XVIII. Aunque su fecha de publicación está programada para finales de este año, ya se han vendido a decenas de países los derechos de publicación de las cinco novelas que se planean lanzar. Este giro femenino al género de aventuras no es casual en los planes de la empresa. Conquistar todo tipo de público posible es parte de la estrategia comercial de Rovio y es evidente que el sector femenino está en su punto de mira desde que hace poco lanzaran Angry Birds Stella, con una heroína rosa al frente.
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«Se trata de contar la historia de cinco fuertes personajes femeninos en una época no tan civilizada y que viajan a lugares donde se puedes encontrar un peligro en cada esquina: matrimonios concertados, esclavitud, orfandad… Es inevitable que la historia resulte algo oscura», defiende Mintie Das. Nacida en la India y afincada en Helsinki, la autora se ha pasado la vida viajando, siguiendo los pasos de un padre que trabajaba en las Naciones Unidas, por lo que ha legado esa sensación de aventura y de miedo a lo desconocido a sus piratas ficticias.
«Un mes estaba ante la Mezquita Azul de Estambul y al siguiente ante el Taj Mahal», recuerda Das. El espíritu aventurero del cabeza de familia le llevaba a vivir situaciones inesperadas que ha intentado aplicar a la historia.
No es casualidad que en su nueva apuesta miren hacia el Young Adult. «Es el género de moda porque da oportunidad de contar buenas historias y a su vez dirigirse a una audiencia muy amplia, porque los adultos también disfrutan de estos relatos, no solo adolescentes. Es muy fácil y atractivo adaptar estas historias al cine o la televisión. Emplea un lenguaje muy directo, que favorece que la narración sea atractiva y audaz y que abra la puerta a nuevos lectores», argumenta la directora editorial.
«Rovio dirige sus pasos a convertirse en una empresa de entretenimiento sin importar público o plataforma. Tenemos una audiencia de 0 a 99 años porque buscamos la democracia de edad, algo muy posible si nos fijamos en la gente que juega con los móviles», cuenta Laura Nevanlinna. «Es cierto que hasta los políticos se enganchan a los juegos en su puesto de trabajo, lo que me hace sentir muy segura sobre en manos de quién estamos», ironiza Mintie Das.

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