ยฟEs usted amigable, fraternal, trata con cariรฑo y le encanta hacer el amor? ยฟO es una persona cuya agresividad le aleja de cualquier grupo?
Asรญ es como se estructura la sociabilidad, en dos categorรญas: los comportamientos que hacen que los animales de una misma especie se atraigan, o aquellos que llevan al aislamiento de los individuos. Y, quiรฉn lo dirรญa, todo apunta a que Homo sapiens ha evolucionado hacia la primera categorรญa a travรฉs de un proceso de autodomesticaciรณn, aun con lamentables excepciones que mejor ni mencionamos.
Afortunadamente, la amabilidad sobrevive. Se lo debemos a que la selecciรณn natural ha favorecido la evoluciรณn de nuestra especie como seres grupales y prosociales. Y estรก claro que, cuando nos comparamos con otros primates, las habilidades de cooperaciรณn y comunicaciรณn que nos caracterizan han sido โy sonโ claves para nuestro desarrollo cognitivo como especie. Dicho de otra manera, han sido responsables de que, hoy por hoy, pensemos, razonemos, sintamos y nos expresemos como lo hacemos.
Sufrimos el sรญndrome de la domesticaciรณn
Si nos comparamos con los animales domesticados y los salvajes, nos parecemos mรกs a los primeros que a los segundos. La domesticaciรณn, tal y como normalmente la entendemos, conlleva la selecciรณn de individuos dรณciles. Pero si nos fijamos con detalle, observamos que este proceso no solo afecta al comportamiento propiciando la mansedumbre sino que, ademรกs, tiene como resultado la apariciรณn de caracterรญsticas que tambiรฉn afectan al cuerpo. Entre ellas las orejas caรญdas, la nariz mรกs corta, una maduraciรณn sexual temprana, la prolongaciรณn del aspecto juvenil en los adultos y un menor dimorfismo sexual (diferencia externa entre machos y hembras). Incluso la reducciรณn del tamaรฑo del crรกneo, la mandรญbula y los dientes.
Todo ello, junto a cambios en los niveles de diferentes hormonas y neurotransmisores, es lo que se denomina el sรญndrome de domesticaciรณn. Estas caracterรญsticas, aunque no se detectan en todos los animales domesticados, sรญ que guardan una cierta relaciรณn con este proceso.
Como no podrรญa ser de otro modo, debe existir alguna base biolรณgica que nos explique, o al menos nos ayude a entender, la ocurrencia comรบn de esos aspectos relacionados con la domesticaciรณn. Y asรญ es. Se ha detectado que, durante el desarrollo del embriรณn de animales domesticados, disminuye la funciรณn de una estructura denominada cresta neural. Las cรฉlulas de la cresta neural son un tipo de cรฉlulas madre que, entre otras funciones, se encargan de la formaciรณn de parte del crรกneo, de precursores de dientes, de ganglios nerviosos y de ciertas glรกndulas que, por su funciรณn, se asocian al sรญndrome de domesticaciรณn.
De hecho, si nos comparamos con otros homรญnidos mรกs prรณximos a nuestra especie, como los neandertales, las diferencias son notables. Nuestro crรกneo y dientes son mรกs pequeรฑos, la estructura craneal de un joven es similar a la de un adulto, hay un menor dimorfismo sexual, y parece que somos menos agresivos. O sea, que nos hemos domesticado.
La baja y la alta sociabilidad van en nuestros genes
Llegados a este punto, podemos considerar que el comportamiento social es una habilidad clave que nos diferencia de otras especies. Y si nos planteamos descifrar sus bases biolรณgicas, quรฉ mejor que hacerlo estudiando quรฉ hay de diferente en las alteraciones y enfermedades relacionadas con la sociabilidad. Por ejemplo, los trastornos del espectro autista (TEA) y el sรญndrome de Williams, en los que se muestra una baja y alta sociabilidad, respectivamente.
Las personas que presentan TEA suelen manifestar comportamientos repetitivos, alteraciones en el lenguaje y les cuesta relacionarse socialmente. Aunque se han asociado al TEA alteraciones en cientos de genes, aรบn no se ha encontrado una causa genรฉtica comรบn en todas estas personas. Eso sรญ, debe de existir una base genรฉtica, pues hasta en el 96% de los gemelos idรฉnticos si uno de ellos sufre el trastorno, el otro tambiรฉn, si bien los sรญntomas puedan ser algo diferentes.
Entre las diferencias neurobiolรณgicas encontradas en el TEA se han detectado alteraciones en el volumen de casi todas las zonas del cerebro, con mayor o menor tamaรฑo segรบn la regiรณn cerebral y la persona. Tambiรฉn se ha descrito una disminuciรณn en el nรบmero y tamaรฑo de las neuronas, y alteraciones de las conexiones entre ellas. Cabe destacar que en algunos pacientes se ha observado un aumento en el crecimiento acelerado del cerebro durante el primer aรฑo de vida.
Los niveles de diferentes neurotransmisores tambiรฉn se ven afectados en el TEA. Principalmente aquellos que producen un desequilibrio entre la excitaciรณn y la inhibiciรณn de las neuronas, siendo las principales causas la mutaciรณn de genes o los desรณrdenes metabรณlicos. Un neurotransmisor โy hormonaโ, que estรก tomando cierta relevancia en la regulaciรณn de la sociabilidad y del comportamiento agresivo en TEA y en otras alteraciones neuropsiquiรกtricas, es la oxitocina.
En el otro extremo de la sociabilidad nos encontramos a las personas con el sรญndrome de Williams. En este caso la base genรฉtica estรก bien establecida, ya que les falta un trocito del cromosoma 7 y se pierden unos treinta genes. Esos genes se asocian, precisamente, a la domesticaciรณn y al desarrollo de la cresta neural. Y lo mรกs interesante: estas personas son hipersociables, sin miedo a los extraรฑos y muy amigables, a veces demasiado. Aun considerรกndose un trastorno con retraso mental, quienes padecen este sรญndrome suelen mostrar habilidades musicales excelentes.
Puesto que, como indicรกbamos antes, la amabilidad sobrevive gracias a la evoluciรณn, hagamos caso a la escritora Raquel J. Palacio: โYo siempre digo que es mejor pecar de amabilidad. Ese es el secreto. Si no sabes quรฉ hacer, pues sรฉ amable.โ
Francisco Josรฉ Esteban Ruiz, Profesor Titular de Biologรญa Celular, Universidad de Jaรฉn
Este artรญculo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.