Cuando alguien está enamorado de su ciudad, jamás se cansa de mostrarla. Es algo que le pasa a Tamara Quiroga, una madrileña de 35 años, asesora de imagen y community manager que se dedica al social media.
Tanto le gusta Madrid que no deja de enseñarla al mundo y presumir de patria chica tanto en su cuenta personal como en @madridmadridmadrid_. Mientras que en la primera publica fotos y reels del Madrid actual, en la otra prefiere el encanto del pasado en blanco y negro.
«Me gusta apreciar el ritmo de la ciudad de años atrás. Es maravilloso apreciar que los edificios se mantienen a día de hoy y somos nosotros los que hemos cambiado», explica.
Las fotografías que sube a su feed las saca de páginas de historia dedicadas a Madrid y de libros que lleva viendo en casa de sus padres desde que era pequeña. «Me sorprende muchísimo que hubo una época en la que iban en coche por la Gran Vía y se les cruzaba un carro tirado por un burro. También me sorprende ver fotos de la Guerra Civil y apreciar que seguían con su ritmo de vida a pesar de los bombardeos».
Y, aunque parezca contradictorio, no hay tanta diferencia entre aquel Madrid en blanco y negro y el de ahora. «He llegado a la conclusión de que en cualquier época Madrid vibra con el mismo ritmo, alegría y ganas de vivir. ¡Madrid es vida!».