Cada mañana Steven Watson se levanta con el firme propósito de expandir los horizontes mentales de más de 3.400 personas. Todos los meses libra una pequeña batalla para sacar a sus suscriptores de la comodidad de su feed social perfectamente configurado para reflejar sus propios intereses e introducirse en el incierto mundo de la curiosidad intelectual. Ese lugar que exige embarcarse en lo desconocido para aprender cosas nuevas.
«Si solo me dejase llevar por los perfiles que sigo en Instagram, el mundo estaría lleno de personas obsesionadas con editar revistas independientes. Y eso claramente no es así», explica Watson, que en abril estará en Barcelona para contar su experiencia en el Internet Age Media Weekend.
Watson es fundador de Stack Magazine, una revista que cambia su cabecera constantemente. Cada mes envía a casa una publicación independiente distinta a la anterior. Los suscriptores nunca saben qué les va a llegar hasta que abren el sobre.
En los últimos años ha expedido Hello Mr. ‘una revista sobre hombres que salen con hombres’.
Eye, una publicación sobre cultura visual.
La barcelonesa Perdiz, que trata sobre cosas que hacen feliz a la gente.
The Outpost, que ofrece una visión más moderna de Medio Oriente.
Print isn’t dead, sobre la mucha vida que le queda al papel.
Cereal, ‘una revista de viajes minimalista’.
Dumbo Feather centrada en entrevistas con personas extraordinarias.
Delayed gratification, que cubre las noticias sin dejarse llevar por la actualidad.
Offscreen, que habla con las personas que construyen internet.
The Recorder, que documenta el papel que la tipografía tiene en la cultura y la sociedad.
Benji Knewman, una publicación letona que cuenta historias extraordinarias de personas normales.
The Plant, sobre la cultura de las plantas y la jardinería.
«The Plant es la publicación ideal para Stack. Trata algo que a mí no me interesa mucho, pero lo cuenta tan bien que lo convierte en algo fascinante», explica Watson.
Antes de apostar por una revista, busca un equilibrio entre la estética y el contenido. «Me tomo la decisión muy en serio. Descarto muchas publicaciones que solo son bonitas, pero que no aportan mucha profundidad. Tampoco quiero algo cerrado y elitista que excluya al lector». En el sobre siempre viene una carta donde el británico explica por qué ha apostado por una publicación o por otra.
«Otro elemento importante es la experiencia táctil. Ves revistas preciosas en PDF pero que no aportan la misma sensación cuando las tienes entre tus manos», indica. «Antes de apostar, normalmente me gusta esperar un par de números para ver cómo se desarrolla».
«La mayor parte de las revistas independientes no son elitistas»
A Watson le molesta profundamente que la gente piense que este tipo de publicaciones son solo para las personas que viven en barrios de modernos como Shoreditch, en Londres. «Cuando te metes en este mundo son más accesibles de lo que uno cree». Stack ayuda a las personas que no viven en los núcleos urbanos a poder leer cultura alternativa, «ya que normalmente solo se venden en cinco o seis tiendas en el centro de las grandes ciudades».
Además de la comodidad de recibirlo en casa, Watson ha dado con un modelo de negocio que funciona. Los seguidores de Stack no solo buscan ser sorprendidos. También ahorran dinero. Llegar a un acuerdo con la pequeña empresa significa tener garantizada la venta de más de 3.400 ejemplares. Al comprar en grandes cantidades, Watson recibe un precio más ajustado, un ahorro que luego traslada a sus suscriptores.
En el Reino Unido, el precio de Stack es de 69.90 libras esterlinas al año, que se traduce en 5,50 libras esterlinas al mes y eso incluye gastos de envío. Es un precio muy competitivo para un país que representa el 70% de sus ventas. En el caso de España, el precio es de 130 euros al año.
El valor que aporta Watson no se queda solo en eso. Cuando trata con revistas extranjeras, Stack cuenta con la capacidad de imprimir la publicación en imprentas de su confianza. «Con la tecnología que tenemos no es complicado reproducir fielmente la publicación aquí en Inglaterra. Esto es especialmente útil con revistas como The Lifted Brow, que son pequeñas y vienen de Australia. Nos evita tener que incurrir costes para trasladarlos desde allí hasta Europa». Sin contar que llegar a un acuerdo con Stack puede multiplicar por cuatro la tirada de las publicaciones más pequeñas, un aliciente importante para multiplicar el impacto de cualquier revista pequeña.
Fundada en 2008, no fue hasta 2014 cuando Watson se vio con la suficiente fuerza para embarcarse al 100% en la empresa. En su anterior vida editó la revista de Easy Jet y trabajó varios años en la editora de publicaciones independiente Humans After All. El año pasado contrató a su primer empleado.
El futuro de la pequeña empresa pasa por reforzar la comunidad de fetichistas de la revista impresa. En 2015 celebró los primeros premios Stack. «Vino gente de todo el mundo a Londres, fue impresionante. Me siento increíblemente afortunado de formar parte de un movimiento que ensalza el papel». A través de Stack, Watson se ha convertido en uno de los grandes amplificadores de las revistas independientes.
Las revistas que lee actualmente Steven Watson
El británico nunca desvela cuáles serán las siguientes revistas que enviará a sus seguidores pero sí comparte las publicaciones que se encuentran en su radar. «The Gourmand está redefiniendo lo que puede llegar a ser una revista independiente en cuanto a calidad. Está hecho por tan solo dos personas», comenta.
«Harvard Design Journal es una revista prácticamente desconocida que trata un tema por cada edición con mucha profundidad».
«Weapons of Reason es una publicación con la misión de intentar acercarnos a los grandes temas que están ocurriendo en nuestro mundo».
[…] algo más parecido a una jam session creativa que una serie de conferencias. Desde el creador de Stack Magazine, hasta Elise Olsen, una quinceañera noruega que edita su propia revista de moda, pasando por uno […]