La sociedad cuenta con muchos retos que permitan asegurar un desarrollo sostenible y beneficioso para la mayoría. Uno de ellos pasa por asegurar que los menores crezcan en entornos adecuados y con los estímulos necesarios para que la integración en la sociedad sea plenamente satisfactoria. Eso implica que se les ha de enseñar cómo hacer un uso responsable de la tecnología que ya tienen a su alcance. The App Date propuso en su última edición una reflexión acerca de cómo llevar a cabo esta misión casi imposible.
Por una vez, el auditorio de The App Date cambió a desarrolladores, inversores y propagadores de información por familias interesadas en saber qué ocurre cuando sus hijos interactúan con los dispositivos que tiene alrededor.
[pullquote]«Debemos evitar usar las aplicaciones como una guardería digital»[/pullquote]
Lo primero y más evidente es que se divierten y aprenden. Pero la precaución hace a los hombres más sabios. Por eso, Javier Navarro, CEO de The App Date España, incidió en la necesidad de que los padres supervisen esa relación entre niños y máquinas. «Las apps deben ser de calidad y adaptadas a edad del niño. Sin embargo, es todavía más importante la actitud e los padres. Debemos evitar usar las aplicaciones como una guardería digital, es decir para que el niño simplemente nos deje tranquilos».
Navarro cita a Rose Luckin, profesora de Diseño Centrado en el Alumno en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres. «Luckin asegura que debemos usar las apps para generar tiempo común en las familias, que sumen tiempo de juego con los padres y no que lo resten», señala el CEO de The App Date.
La asimilación del uso de la tecnología por parte de los niños no es una materia sujeta a debate. Solo cabe una opción. Es algo que ocurre y que seguirá ocurriendo. Según The App Date, existen varios puntos a favor del contacto con este tipo de dispositivos. «Se trata de una tecnología para dispositivos táctiles. En ese sentido, la coordinación entre el ojo y la mano se desarrolla sobre los 9 meses. Por el contrario, la coordinación entre el ojo y el ratón del ordenador se desarrolla sobre los 4 años», señaló Navarro.
El responsable de la cita aseguró que mientras la televisión fomenta un ocio audiovisual activo, los niños, en contacto con estos dispositivos táctiles, juegan activamente. «Además, en niños de alrededor de un año de edad pueden ayudar a desarrollar la psicomotricidad fina».
En el lado turbio, los problemas llegan en el ámbito de la percepción. «Un uso prolongado y único de esta tecnología puede hacer que el niño no desarrolle bien las concepciones de espacio tridimensional y las texturas», cuenta Navarro.
The App Date Kids -así se rebautizó el evento para la ocasión-, se centró en las posibilidades creativas que ofrecen algunas apps. Minimúsica presentó Toc and Roll, una aplicación de composición musical que, mediante un sistema de loops sobre pistas, permiten a los chicos la creación de canciones de manera intuitiva.
El colectivo InterventoRed exploró las posibilidades que ofrece un dispositivo como el Microsoft Kinect y dio la posiblidad a los asistentes de dibujar haciendo gestos en el aire.
La cita terminó con un concierto de Orejas y Pies, un grupo de pop especializado en el público infantil que convirtió a más de 40 niños en miembros por un día de la banda. Los pequeños se encargaron de participar en las canciones haciendo música con unas tabletas Microsoft Surface.
Puedes ver más información acerca del evento en este vídeo creado por The App Date.
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Yorokobu es media partner de The App Date.