Decía Toquinho que «en los mapas del cielo el sol siempre es amarillo». Lo que omitía en su canción es que en esos mismos mapas, el cielo suele aparecer de color azul. O gris, si amenaza lluvia. Con alguna nube como mucho, pero poco más. Nada que ver con los mapas del cielo que fotografía y dibuja Thomas Lamadieu.
En ellos puede aparecer Andy Warhol sacando la lengua. O un señor tocando la guitarra. O una pareja tomando una copa de vino…
Todo, dice Lamadieu, empezó con una liebre. Un día, hace ya 10 años, al salir a la calle y alzar la vista, la vio allí, en el hueco que formaban las azoteas de los edificios. Y al contrario de las de carne y hueso, esta no huyó al verse descubierta. Se quedó quieta, en el cielo, esperando a que el artista francés la fotografiase para después dibujarla. Aquella fue la primera pieza de lo que el artista denomina «su» Skyart.
Desde entonces Lamadieu recorre el mundo con la cabeza alzada para ver qué se cuece en lo alto de las construcciones que le rodean.
«El cielo y la arquitectura son grandes inspiraciones para mí. Al principio, utilizaba un objetivo normal en mi cámara. Pero después recurrí al ojo de pez, lo que me ha ayudado a cerrar el cielo completamente», nos cuenta por mail.
Las formas de las partes superiores de los edificios le dan pistas sobre el tema a dibujar. Y «el color del cielo, según la hora del día, me aporta las gamas de colores ideales para el fondo y para los personajes», concluye Lamadieu.