Al final llegarás a la Calle adidas Originals. Pero, por el camino, podrás ir como un skater, un biker o un grafitero. El viaje será a través de las calles de Malasaña y, a la vez, desde cualquier lugar en el que estés con tu ordenador. Todo esto ocurre en un vídeo interactivo de la marca deportiva que habla de la originalidad que hay en la calle y que anuncia el evento que adidas celebrará el próximo 2 de octubre en Madrid.
El vídeo adopta la narración del clásico Elige tu propia aventura. El usuario decide el personaje que quiere ser para llegar hasta Calle adidas Originals… en la Red.
¿Pintando?
¿En skate?
¿En bici?
Ese mismo usuario puede acudir, después, al evento que lleva el mismo nombre y que consistirá en una exhibición de arte urbano, skate, BMX y moda. A las 17.00 horas, en la Plaza de la Luna de Madrid, comenzará una tarde dedicada a las sesiones de EME DJ y DJ2D2, y las actuaciones de You don’t know me y We are standard.
Eso será el 2 de octubre, pero hasta que todo esto ocurra, han sucedido antes cosas como las que cuenta Belén Coca, directora creativa de La Despensa (agencia que ha diseñado esta estrategia):
“Nuestra última campaña es una de esas de Elige tu propia aventura. Y no, no lo digo sólo por la interactividad y los ya famosos botones de YouTube, sino porque en su producción, hemos tomado decisiones fuera de la lógica tradicional de cómo una agencia encara un proyecto de este tipo.
La historia empieza, eso sí, a la manera clásica, con un encargo de nuestro cliente, adidas Originals. “Queremos celebrar la originalidad en la calle con un contenido online interactivo”, nos dijeron. “Vale, tiene que ser online, pero obviamente, con mucha calle” pensamos nosotros, y les presentamos un evento -de calle- y un vídeo interactivo -más callejero aún- para que todo el mundo lo conociera y quisiera ir.
Y ahí es cuando empieza la aventura. En una narrativa clásica, habríamos llamado a una productora publicitaria de confianza y elegido a un realizador de reputación y bobina contrastada. Todo el proceso habría sido perfectamente predecible y el resultado, probablemente satisfactorio.
Pero de repente se congela la imagen y aparece otro botón inesperado que despierta nuestra curiosidad: Juan Rayos, uno de esos talentos con los que te cruzas cualquier día tonto viendo cosas por Internet.
Habíamos visto su vídeo Madrid Longboard hacía algún tiempo y nos encantaba. Y cuando surgió la idea de hacer nuestro vídeo de skaters, bikers y graffiteros, nos acordamos de él.
Nuestra intuición nos decía que necesitábamos esa frescura para nuestra historia. Alguien que se acercara a nuestros personajes urbanos de tú a tú. Una mirada capaz, además, de descubrir la magia natural de Madrid en el brillo de la luz sobre los adoquines de sus calles.
Nuestra lógica nos aconsejaba no volvernos locos: era una producción complicada, un cliente importante, un realizador sin experiencia publicitaria que no conocíamos de nada… Pero, ¿qué pasaría si elegíamos la opción arriesgada?
Decidimos contactar con Juan a través de su web. No sabíamos quién era, qué hacía, cómo era, con quién trabajaba. Si era un genio, un loco, o las dos cosas a la vez. Si sería buena gente y majo como la gente con la que nos gusta trabajar, o un raro inaccesible.
Juan llegó a la agencia en su bicicleta sin manillar y con su tratamiento de rodaje impecable, recortado, pegado y encuadernado con cariño en papel reciclado. Cada vez con una herida diferente (es lo que tiene rodar encima del skate) por la que, por supuesto, preguntábamos siempre porque somos unos cotillas. Encantador, educado, humilde y listo. Cómo no nos íbamos a enamorar de él, si es que lo tenía todo.
Nos tiramos a la piscina todos. No sólo nosotros. También él, que empezaba a abrirse paso en Madrid con sus vídeos; el cliente, que lo vio clarísimo cuando se lo contamos; los chicos de Films&Cheaps, que nos ofrecieron el soporte de producción que necesitábamos. Tras un verano intenso de preproducción y un rodaje acelerado de cuatro días en las horas en las que Malasaña aún duerme, teníamos lo que queríamos. Juan montaba como loco en su casa y todos alucinábamos con las imágenes que iban llegando.
El resultado, una pieza que nos encanta y que, sobre todo, nos ha enseñado a replantearnos los procesos tradicionales a la hora de crear un spot. Cómo no hacerlo teniendo a nuestro alcance la mina de talento audiovisual que es Internet hoy día. En fin, una bonita historia con aventura incluida y, por supuesto, final feliz”.
Madre de dios, las historias, son bastante cutres, ese rollo malote, colegiala. Deprimente.
Interesante el nuevo rollo interactivo el Youtube, muy sencillo de hacer y sólo necesitas una idea original. Hay que aprovechar mientras sea cool para hacer algo interesante 😉