Cómo encontrar trabajo usando las redes sociales

7 de marzo de 2013
7 de marzo de 2013
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lego
Ocurre a veces que el presente es la mortadela de un bocadillo. Esto implica que, para cumplir su cometido, necesita ajustarse tanto a la tapa de arriba (futuro) como a la de abajo (pasado). Es lo que sucede ahora con la búsqueda de empleo. No hay un solo método eficaz. Hay dos. El actual y cada vez más extendido del perfil en redes sociales y el tradicional y cada vez más tedioso envío de currículum vitae.
La escena actual de la búsqueda de empleo no responde a las dos estrategias básicas de hace tan solo cinco años: el CV y los contactos. Las redes sociales han cambiado todo, absolutamente todo, lo que tiene que ver con cualquier tipo de comunicación.
Hay muchas personas que se han dado cuenta de ello. Pero otras aún no y eso significa que, sistemáticamente, quedan fuera de muchas oportunidades de empleo. Y no es solo cuestión de estar. También se trata de la habilidad con la que una persona se presenta en cada canal.
Este nuevo panorama es el que describe Juan Merodio en su libro Trabaja con red. El experto en marketing online decidió abordar el tema porque veía que algunas personas seguían métodos que ya no funcionaban. “Quería ayudar a muchas personas que buscan empleo y no saben cómo hacerlo”, dice el especialista en medios sociales.
Hace unos tres años muchas compañías empezaron a buscar a los candidatos a sus puestos de trabajo en las redes sociales. Hoy es una práctica habitual y en cada una de ellas encuentran un tipo de información diferente. “En Linkedin ven el perfil profesional. Es una red claramente dirigida al tema laboral”, indica el autor del libro. Pero las dos redes más populares, Facebook y Twitter, sin tener esa finalidad, también son imprescindibles para el responsable de recursos humanos.
“En Facebook y Twitter puedes hacerte una idea de la personalidad de un individuo. Si, por ejemplo, está todo el día quejándose o criticando, puede llegar a crear mal ambiente dentro de la empresa”, indica. “Es mejor mostrarse positivo en las redes sociales”.
Esa es la aproximación más básica que se puede hacer a estas redes. Pero, según el socio-fundador de la red social invierteME, están surgiendo aplicaciones específicas para la búsqueda de empleo y de candidatos, como Branchout y, además, “muchas organizaciones están utilizando apps especializadas en encontrar perfiles profesionales”.
Twitter está muy enfocada en la publicación de ofertas de empleo. Es un canal que resulta muy barato y que, mediante los retuiteos, tiene una capacidad inmensa para expandir el mensaje. Muchas compañías anuncian así sus ofertas y, según Merodio, “hay empresas y consultoras que incluso han creado sus propios perfiles de empleo”. Es el caso, por ejemplo, de Adecco.
El perfil en una red social está sustituyendo cada vez más al CV como tarjeta de presentación. Especialmente, perfiles profesionales, como el de Linkedin o Xing. Muchas empresas están dejando de acumular CV para rastrear en internet el perfil profesional que necesitan. De ahí la importancia de una presencia correcta y actualizada en las redes y de ahí, también, “el sentido común en la forma de utilizar las redes sociales”.
La falta de habilidad de muchas personas en las redes sociales les ha supuesto incluso perder el trabajo. Merodio comenta el caso de un directivo que decidió no contratar a una persona porque vio un vídeo en Facebook donde aparecía, en una boda, después de muchos tragos de alcohol. “No creo que eso sea motivo para no contratar a alguien”, apunta, “pero hay que tener cuidado con lo que se publica porque puede llegar a causar problemas”.
Los comentarios en Facebook han llegado a provocar despidos. Muchos usuarios critican a sus jefes en las redes sociales y, en ocasiones, puede costar el puesto de trabajo. “Tenemos que actuar con sentido común. Si normalmente no insultamos a nuestro jefe en su cara, tampoco debemos hacerlo en las redes sociales. No debemos publicar las rabietas”, indica.
Juan Merodio advierte que hay temas tradicionalmente conflictivos, como la política o la religión. Expresar opiniones relacionadas con estos asuntos puede suponer una barrera en alguna compañía, según el autor del libro. Y peor aún: mentir. El experto recomienda que nunca se falseen los datos profesionales porque toda la información queda recogida en internet y puede encontrarse contradicciones y datos erróneos.
El libro se vende en papel, ebook y, como novedad en nuestro país, en ibook (formato interactivo de Apple). «En el ibook se incluyen vídeos, gráficos y algunos elementos interactivos junto al texto. Al principio de cada capítulo hay un videoresumen que adelanta su contenido». Es, según el autor, el primer ibook que se publica en España.
 

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