Trap Toys pervierte y mejora los juguetes de tu infancia

Imagina a Spiderman convertido en una especie de tío duro de la calle, con capucha gris y la pernera del pantalón levantada hasta la rodilla. A He-Man mezclado con un rapero, litrona y uzi en mano, defendiendo tanto Eternia como sus rimas. O a Krang, el cerebro en un robot que trata de acabar con las Tortugas Ninja, ataviado con una gorra y unos cuantos colgantes. Ahora pásate por la web de Trap Toys y échale un vistazo a Spider-Manden, Eazy-He y Run the Jewels, los muñecos de acción que pervierten tu infancia con rap.

Tony, que junto con su amigo Adam está tras este concepto, explica por correo electrónico que siempre han amado los muñecos y el hip hop. Residentes en Reino Unido, a día de hoy siguen coleccionando tanto figuras como discos. «En cualquier caso», continua, «nunca me han gustado la mayoría de los muñecos relacionados con el rap ya que me parecen muy poco imaginativos». Así que en 2014 decidieron tomar cartas en el asunto y darle un poco de vidilla a este campo.

Su primera figura fue una versión de Action Bronson, un rapero estadounidense, pasado por el tamiz de Los Simpsons gracias al dibujante Bernard Rollins. «A la gente le gustó mucho, así que hice equipo con Adam para hacer más muñecos no autorizados bajo el nombre de Trap Toys», rememora, «yo me encargo de esculpir y pintar y Adam hace el trabajo sucio en su taller de fundición».

Para Trap Toys, es importante que los raperos que convierten en muñecos sean artistas que admiran, así como encontrar una relación lo suficientemente interesante como para mezclarlos con personajes de la cultura popular. El trasunto de Krang de las Tortugas Ninja se basa en los siguientes conceptos. Por un lado está EL-P, artista detrás de los loops del grupo Run The Jewels. Él es el cerebro. Mientras que por el otro está Killer Mike, que es el músculo. Así que el primero se convierte en los sesos y el segundo en el androide. En el caso de Eazy-He, el defensor de Eternia y Compton, es la nostalgia de los 80, que el ilustrador Dan Evans fue capaz de dar forma.

De momento, todos sus muñecos vienen en ediciones limitadas de 50 unidades. Como cada uno está hecho a mano, les lleva bastante tiempo producirlos. Primero, cogen una figura antigua y esculpen las añadiduras que le harán para lograr su idea. Luego, con un molde de silicona, crean las piezas de resina y pintan el resultado, completando el proceso. Les gusta pensar que le gente disfruta coleccionándolas tanto como ellos creándolas. Teniendo en cuenta que sus ediciones se agotan a bastante velocidad, es probable que exista ese disfrute mutuo.