Nos guste o no, el product placement es una realidad en el cine y una herramienta útil para financiar proyectos audiovisuales. Hay product placement elegante que se integra de manera natural en el contenido (véase El Club de la Lucha) y existe el product placement descarado (véase este vídeo de Lady Gaga) que puede llegar a convertir una película en un anuncio de 90 minutos. Este vídeo, creado por Film Drunk, resume de forma concisa la historia de esta práctica en las películas, con un especial énfasis en las técnicas no tan sutiles.
Algunos datos interesantes:
– La primera película con product placement se llama The Garage y se estrenó en 1919 con patrocinio de Red Crown Gasoline.
– Groucho Marx se convirtió en experto en integrar productos en la trama de sus películas de forma humorística.
– Hershey pagó un millón de dólares para aparecer en ET en los años 80.
– En Demolition Man, se adaptó el product placement para cada continente. En EEUU se mencionó Taco Bell en un diálogo entre Sylvester Stallone y Sandra Bullock, mientras que en Europa, en el mismo segmento, se hacia referencia a Pizza Hut.
– Transformers, del director Michael Bay, ostenta el récord de mayor número de productos que aparecen en una película (49). El anterior récord era también de Bay, con 35 emplazamientos en su película The Island.