A estas alturas de la película, ya sabrás que en Mulafest puedes ver a grafiteros, deportistas urbanos que hacen del asfalto su patio de juegos, makers capaces de crear cualquier cosa con sus propias manos o un buen puñado de camiones en los que probar distintas opciones de street food.
Pero hoy vamos a hablar en primer lugar de lo que NO tienes que pedirle a las decenas de tatuadores que estarán este próximo fin de semana marcando las pieles de la parroquia.
Ahora vamos a las alternativas molonas. Yorokobu vuelve a tener su espacio en Mulafest, un stand en el que tendremos unas cuantas actividades para pasar un rato entretenido.
Por lo pronto, vuelven los pinballs a Yorokobu. Podrás jugar unas bolas durante los cuatro días que dura el festival. Además, el ilustrador YES pintará el jueves 25 una de las paredes que servirá de telón a toda la instalación y a una exposición con su trabajo.
Por su lado, uno de nuestros ilustradores de cabecera, el asturiano de oro Juan Díaz-Faes, dibujará otra de las paredes el viernes y, además, pintará sobre los incautos asistentes que así lo deseen unos tatus temporales que podremos escanear con un Sprout de HP para que te los lleves impresos a casa.
El equipo de Cuentos Como Churros estarán el viernes 26 y el domingo 28 en nuestra casa en Mula. El viernes se pondrán como reto escribir 6 churros a partir de los objetos fetiche aportados por la gente, con un tiempo máximo de 20 minutos de realización para cada churro y descansos intermedios.
El domingo impartirán un taller de microrrelatos de una hora y media. Si andas por Mulafest y estás interesado en venir, déjanos un comentario aquí abajo y te apuntamos como asistente.
Os traemos también mandanga rica relacionada con los videojuegos, el arte y la interacción. Arsgames, un colectivo que experimenta con esos ingredientes tan jugosos, montará una pista de baile que será capaz de generar música mientras la pisas. Ven a bailar y a crear sonidos durante todo el sábado 27.
Durante todo el fin de semana, y gracias a HP Sprout, ilustraremos los cuentos, escanearemos los tatus, proyectaremos algún documental muy pelón y podrás jugar con esta nueva herramienta tecnológica.
Pásate a vernos y, además, te llevas un Yorokobu en papel por la patilla (hasta que se agoten las existencias). Además, nos encantará charlar, chafardear, reír y lo que os apetezca hacer.