Dibujos bordados en pan de molde

13 de noviembre de 2012
13 de noviembre de 2012
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No es pan comido. Es pan cosido. Lo bordó Catherine McEver hace seis años y aún sigue intacto. Un poco más duro pero ni un amago de putrefacción. El pan de molde Wonder Bread es un icono estadounidense de los años 50. “Una especie de símbolo de arte pop”, según la costurera. Pero, además, un alimento que desafía la inmortalidad.

Fue una noche de 2006 cuando la primera aguja atravesó una rodaja de pan. Fue una de esas veladas en las que, como hoy, Catherine McEver estira dando puntadas hasta que la madrugada acaba dictando el cierre del costurero.

“Una noche, haciendo arte textil, me dije: Mmm… Cómo quedaría si bordara un Wonder Bread. Lo intenté y descubrí que si lo hacía con mucho cuidado se podía bordar perfectamente”.

El pan cosido era un experimento más para un libro artístico, en edición limitada, que tituló Wonder. “Incluí también un conjunto de muñecas Barbie de las bolsas de Wonder Bread, animales pequeños hechos con pan, una maceta Wonder Bread y varios objetos más. Hice todo en 2006 pero no lo publiqué en internet hasta que creé mi blog, hace dos años”, cuenta la estadounidense.

McEver guarda aún las piezas que hizo hace seis años de esta modalidad de costura que ha llamado Wonder Bread bordado. “El pan se ha endurecido pero permanece intacto. No se pudre ni le sale moho”, apunta. La estadounidense conserva todas las rebanadas excepto dos. “Un par de ellas están en colecciones privadas. Esos coleccionistas me preguntaron si podían comprarlas. En ese momento no tenía ni idea de si el pan aguantaría o no. Así que decidí regalárselas. Pero el tiempo parece mostrar que durarán para siempre”.

Catherine McEver ha hecho más experimentos con comida. Estos zapatos, por ejemplo.

 

 

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