Es verano y somos humanos. Eso significa que nosotros también hacemos lo normal en estas fechas: ir de festivales de verano. A todos. A los casi 70 que hay solo en los meses de julio, agosto y septiembre. Por eso hemos añadido a los contenidos habituales de Yorokobu de este verano una pequeña guía festivalera en la que los festivales son solo una excusa para dar la vuelta a España. A lo Perico Delgado.
Si queréis haceros con este número de verano, lo tenéis aquí, como siempre, y os lo mandamos a casa sin ningún gasto de envío.
Más allá de la mencionada guía, traemos el reportaje fotográfico de Sophie Gamand con el que trata de mostrar la humanidad que hay en muchos perros. No sabemos si llega al nivel de «reportajes de gaticos», pero es bastante cuqui.
Nosotros somos mucho de la cartografía. Dado que perdemos el rumbo con frecuencia, siempre agradecemos tener un comodín al que asirnos en caso de necesidad. Repasamos la historias de los mapas, su desarrollo a lo largo del tiempo y, ojo, qué es eso de la neocartografía.
En Gorai, al oeste de Bombay, transformaron un vertedero de basuras en una zona verde. El proyecto se ha hecho con el premio City to City FAD Award.
Un proyecto que fomenta la coexistencia entre culturas en la ciudad autónoma de Melilla. Están llenado las calles de fotografía, ilustración, performances o knitting.
¡Filosofía fresca! Juan Díaz-Faes ilustra la visión de la felicidad que ofrecían Buda o Aristóteles.
La numerografía de este mes corre a cargo de Giuseppe Salerno y Paco González. Os explicamos con detalle de qué va la cosa en este post.
En la portada de este mes sonreímos. Ha sido David González quien nos ha puesto tan contentos. No encontramos una portada más rumbera que esa. ¡Viva el verano!