Si a estas alturas todavía andas enviando tu currículum a las empresas es que te has quedado colgado en el siglo XX. ¿Por qué conformarte con un sueldo de 1.000 euros (con suerte) y 20 miserables días de vacaciones al año, cuando ahí afuera hay una legión de gente dispuesta a aflojar la tela para involucrarse en un proyecto, el que sea: una película, un cómic, un nuevo gadget o, por qué no, un viaje con todos los gastos pagados a costa de anónimos, generosos y un tanto ingenuos internautas?
KickStarter ha conseguido financiación por monto de 200 millones de dólares para miles de proyectos desde su fundación, hace tres años, algunos tan peregrinos como el BurritoBot, una impresora 3D que imprime, sí, burritos, o la alfombra para rezar a Alá que encuentra solita la dirección en la que está la meca (5.841 dólares recaudados hasta la fecha). Pero KickStarter solo es una, la más popular, de las páginas de crowdfunding (literalmente, exprimir la pasta a las multitudes).
La filosofía subyacente tras el crowdfunding es que muchas personas dispersas con intereses comunes pueden ayudar a unas pocas a hacer realidad sus sueños o, en la era del todo gratis, a vivir de su trabajo. Así, un cantante, un dibujante o un mago pueden vivir de su oficio con la ayuda de, aproximadamente, 1.000 seguidores (que apoquinen, no de los de Twitter).
El proyecto español de crowdfunding más conocido en España es El cosmonauta, una película que ha logrado la friolera de 462.340 euros en los tres años transcurridos desde que comenzó el proyecto. Ese dinero ha servido para finalizar el rodaje, todo un éxito, pero todavía necesita otros 400.000 más para montarla y distribuirla. Las opciones de mecenazgo que plantea el equipo son bien variopintas.
El equipo de El cosmonauta, igual que los activistas que quieren meter a Rodrigo Rato en chirona, son gente honrada, pero alguno ha visto lo fácil que es sacar el parné a los internautas y ha propuesto a la colectividad montar estatuas de tamaño natural de Tom Hanks en Náufrago (1.634 dólares recaudados en diez días), o esa parejita de Zaragoza que se quiere pegar una vuelta al mundo y, a falta de padrino, acuden a sablear a ignotos internautas.
A continuación, y para que te sirva de inspiración, algunos de los proyectos de crowdfunding más absurdos, quijotescos o, directamente, con más morro de KickStarter y afines:
Erección de una estatua de Tom Hanks
Piden: 100.000 dólares
Y llevan recaudados: 1.634
De qué va: Erigir una estatua de papel maché de Náufrago para “ayudar a los estudiantes de Oakland a orientarse en este mundo loco”.
Posibilidades de éxito: Elevadas. La broma ha calado y sus perpetradores pretenden iniciar una serie de efigies de Tom Hanks en otros hits, como Forest Gump.
Lanzamiento de un papel higiénico de nombre absurdo
Piden: 18.700 dólares.
Y llevan recaudados: 602.
De qué va: Pretende “introducir la marca más idiota de papel higiénico que puedas imaginar jamás”: Crap Away (“mierda fuera”).
Posibilidades de éxito: Ninguna. El proyecto se cerró en enero con unos exiguos 600 dólares. Pero, ¿y lo que nos hemos reído..?
Un videojuego de espadachines
Piden: 500.000 dólares
Y llevan recaudados: 203.143
De qué va: El juego de lucha definitivo, el Guitar Hero de las espadas, según su promotor, nada menos que el novelista Neal Stephenson.
Posibilidades de éxito: Pichí-pichá. La cifra es abultada, pero hay referentes para el optimismo: el videojuego Monkey Island logró recaudar 3,3 millones de dólares de los internautas.
Un disco de jotas manchegas
Piden: 6.000 euros
Y llevan recaudados: 8 euros
De qué va: Yolanda Portillo, manchega de pro, quiere grabar un disco de jotas manchegas, de nombre Azafrán.
Posibilidades de éxito: Exiguas: Yolanda ha conseguido 8 euros de un solo mecenas. Y es que la jota y el crowdfunding pegan tanto como el anís con Red Bull.
Una sandwichera que imprime la cara de Jesús
Piden: 25.000 dólares.
Y llevan recaudados: 25.604 dólares.
De qué va: ¿Por qué esperar a que la cara de Jesús se aparezca accidentalmente en tu tostada pudiendo tenerla TODOS los días de tu vida? Diga hello a la sandwichera Grilled Cheesus.
Posibilidades de éxito: ¡Cheesus! La pareja impulsora del proyecto logró superar la barrera de 25.000 dólares a finales del año pasado.
La fiesta Descentralizada
Piden: 1.000 dólares.
Y llevan recaudados: 1.022 dólares.
De qué va: Una transmisión desde un iPod a multitud de radiocasetes de doble pletina para socializar la fiesta y reivindicar los voluminosos ‘loros’ que acarreaban los hiphoperos en el siglo XX.
Posibilidades de éxito: Totales. Solo con la tropa que sale en el vídeo podían conseguir la panoja: 1.000 dólares para montar una fiesta.
Una alfombra que se ilumina cuando apunta hacia La Meca
Piden: 100.000 dólares
Y llevan recaudados: 5.841
De qué va: El Sajadah es una alfombra de rezo que se ilumina cuando mira hacia La Meca.
Posibilidades de éxito: Efímeras. Hasta la fecha la alfombra ha conseguido más repercusión mediática que dinero contante y sonante.
Con información de Goteo.org, Verkami, BuzzFeed, Mashable y Cooking Ideas.