El año en el que fue pintado el cuadro, la escuela a la que pertenecía el autor, la técnica empleada… Pero ¿qué momento emocional atravesaba la persona retratada en él? ¿Qué ocurría al otro lado de la escena representada? ¿Era verano o invierno?… Son preguntas a las que rara vez responden las cartelas informativas de los museos.
«La limitación del espacio deja muchos temas sin tratar», justifica Javier Sainz de los Terreros, técnico en gestión y responsable de la comunicación digital del Museo del Prado.
En la pinacoteca madrileña saben que, en muchas ocasiones, la información de las cartelas que acompañan a los cuadros y esculturas en las salas donde se exponen se queda corta. Circunstancia que se trata de compensar con iniciativas como los vídeos en directo que cada día retransmite el propio Sainz de los Terreros desde los stories desde Instagram, justo antes de que el Museo abra sus puertas.
A esta se suma ahora la convocatoria del concurso Cartela abierta en el que animan a los visitantes a redactar los textos de sala de cinco de sus obras: Los fusilamientos, de Goya; Juana la Loca, de Pradilla; Retrato de la reina Ana de Austria, de Sofonisba Anguissola; El Descendimiento, de Van der Weyden, y Autorretrato, de Durero.
«Muchos visitantes, tanto físicos como online –nos cuenta el responsable de la comunicación digital del Prado–, disponen de conocimientos o experiencias personales que pueden complementar las cartelas actuales».
Sainz de los Terreros asegura que reciben comentarios del público con puntos de vista muy interesantes relacionados con las obras, más allá de la historia del arte, «como, por ejemplo sobre moda, meteorología, medicina, etc.». Y eso es lo que quieren aprovechar: «Queremos abrir el museo a nuevas miradas, más allá de las versiones oficiales de las cartelas; romper las barreras entre el museo y el público y fomentar la participación».
Para esto último se ha tenido especial cuidado a la hora de seleccionar las pinturas sobre las que tienen que escribir los participantes, optando por algunas de las más conocidas de su colección. Aunque también se han tenido en cuenta otros criterios:
«Se han elegido aquellas obras que pudieran abrirse a nuevos relatos no tratados actualmente en las cartelas. También hemos tenido en cuenta el espacio físico disponible en las salas ya que, al finalizar el certamen, se expondrán dos cartelas al lado de la obra, la oficial y la ganadora del concurso con el nombre de su autor». Estos, además, recibirán una copia de la cartela producida.
Que se tome conciencia de que «el Prado es un museo de todos y para todos» y que no es necesario ser un gran experto en arte para disfrutarlo es uno de los objetivos de la iniciativa, según Sainz de los Terreros.
Pero también del resto de actividades con las que el museo está celebrando su 200 aniversario. Las redes sociales son el escenario en el que se están desarrollando algunas de ellas. Es el caso del #10YearChallenge, al que el Prado se ha sumado mostrando cómo evolucionaron en una década los protagonistas de algunas de sus obras más conocidas.
Me encanta! Que ilusión! Gracias