«El tiempo estaba libre y se dejaba llenar, pasivamente. Era la gente la que lo administraba con una libertad hoy desconocida e infrecuente».
(Javier Marías)
Cervezas Alhambra acaba de crear una plataforma de creación contemporánea llamada crear / sin / prisa con la que pretende reivindicar los beneficios de dedicar a cada cosa el tiempo que merece. La marca aboga por una filosofía de vida calmada en la que los sentidos y el tiempo juegan un papel fundamental. Su propia identidad ha sido forjada desde el esmero y la dedicación de las personas.
Ahora, en el siglo XXI, cuando tenemos máquinas que nos hacen la vida más fácil, encontramos sin embargo que constantemente nos falta tiempo. «El día no tiene suficientes horas» o «no me da la vida», pensamos. Da igual que nuestros empleos no sean los de más responsabilidad ni nuestras jornadas las más largas. ¿Qué hacemos con todo el tiempo que hemos ganado gracias a la tecnología?
Hemos aniquilado los espacios en blanco, los instantes de reflexión y quizá (tampoco pasa nada) aburrimiento. Todos los llenamos con un dedo que hace scroll, sea de interés o no lo que se desliza ante nuestros ojos. Casi cualquier cosa en lugar de estar a solas con uno mismo por un instante.
En contraposición con esta actitud ansiosa y esta actividad frenética, hay unos pocos locos que aún se aventuran a hacer las cosas despacio. Cervezas Alhambra forma parte de este exclusivo grupo. La marca se siente identificada con los artesanos y los maestros: lleva desde 1925 poniendo pasión a lo que hace, ofreciendo una cerveza de carácter artesanal resultado de décadas de conocimiento y cuidado y reflejo de la singularidad cervecera española.
Cervezas Alhambra se inspiró precisamente en el monumento del mismo nombre, en sus estancias y sus patios recubiertos de arabescos y decoraciones en estuco, en sus celosías y sus alicatados con motivos geométricos. Esto los ha llevado a buscar la esquisitez y la seducción en sus productos.
El proyecto a largo plazo crear / sin / prisa ideado por Cervezas Alhambra realizará una serie de intervenciones con artistas y artesanos que compartan esta filosofía ‘slow’ de la marca. Serán personas que sientan devoción por la elección cuidada de las materias primas y por los procesos de creación y elaboración.
La primera de las artistas será Raquel Rodrigo. La valenciana reinterpretará una técnica clásica como el punto de cruz. Rodrigo se inspirará en los mosaicos que decoran las paredes de La Alhambra para realizar su pieza.
El segundo artista será Martín Azúa, que actualizará con gran sensibilidad una pieza de mobiliario urbano tradicional que invitará a los habitantes de Barcelona a parar por un momento y relajarse. El artista está convencido de que debemos mirar «con ojos curiosos» las cosas que nos rodean.
Ambos coinciden con Cervezas Alhambra en lo relajado de sus procesos de producción, en el respeto por la producción artística pura y en lo inédito del resultado final, que tiene en los tres casos un gran componente de seducción. Ejemplo de esto son la Alhambra Especial y la Alhambra Reserva 1025, dos verdaderos iconos cerveceros.
Si eres de los que se toman su tiempo, de los que hacen sin prisa, date una vuelta por crear / sin / prisa.
[…] Primero fue la pared inspirada en La Alhambra que creó Raquel Rodrigo. […]
Es una actividad interesante.