Unos 30 años después de sí mismo, Jesucristo está evangelizando a los fariseos en compañía de su Judas. Una figura llorosa irrumpe en escena. Es Jacob, ‘padre de Lázaro’, que plañendo le dice al mesías que su hijo ha muerto. Jesús le reconforta y solicita que le lleve a donde está el sepelio. Al llegar se arrodilla a los pies del difunto, concentra su energía divina y obra el milagro. El muerto revive. “¡Viva Jesús!”, gritan, maravillados, los fariseos. Pero algo sale mal y Lázaro se abalanza sobre la concurrencia a su funeral, dispuesto, como buen zombie, a zamparse-y de paso contagiar- todo lo que se mueve. Lo que sigue son 12 minutos en los que se multiplican los peces, las hostias como panes y la sangre a borbotones. Bienvenidos a Fist of Jesus, un corto que aspira a convertirse en película gracias a las aportaciones del público interesado.
Detrás de este sacrílego metraje están David Muñoz y Adrián Cardona, de Eskoria Films, una productora que sigue siendo, como cuando nació en 1999, un proyecto de amigos y que de momento ha tenido su mayor éxito con Brutal Relax, un corto que ha sido premiado más de 50 veces. Fist of Jesus es su último trabajo y ha sido rodado durante 16 días en Ibiza, Baleares, y con solo 1.600 euros, aunque Muñoz sabe que ha implicado “mucho trabajo no remunerado que si fuera presupuestado inflaría mucho el rodaje”.
Con un equipo técnico formado por cinco personas, incluido el propio Jesús, Marc Velasco, que curró detrás de las cámaras, Muñoz califica el proceso como “un trabajo monumental” en el que “en realidad” solo rodaban “2 o 3 horas”, dedicando el resto de la jornada a “preparar comida, hacer disfraces, convencer amigos para que se unieran…”. Y es que tanto los actores principales (Marc Velasco, Noé Blancafort, J. M. Angorrilla, Salvador Llos y Vicky Lagos) como parte de los zombies son “colegas” de los realizadores. “El resto son sobretodo turistas que pasaban por allí, veían lo que estábamos haciendo y se apuntaban”, continúa Muñoz, “y al día siguiente, después de haberles empapado en porquería, volvían a aparecer por allí y se traían amigos”.”Esa gente loca hizo posible el corto”, dice agradecido.
Otra de las actividades a la que tuvieron que dedicar mucho tiempo durante el rodaje fue a “lavar ropa”, cosa lógica si tenemos en cuenta que usaron unos 500 litros de sangre atificial. Pero en la versión que se ve en Youtube el líquido cambia su color “rojo, muy rojo”, según lo define Cardona, a un tono anaranjado. “El problema”, explica, “es que la sangre no era muy espesa ni opaca por cuestión de presupuesto y más cuando la tienes que tirar por el aire y repetir tomas, además que la localización [escenario del rodaje] fuera de tierra rojiza tampoco ayudó y el etalonaje [proceso en el que se homogeneíza el color, la luminosidad y el contraste de los diferentes planos] quisimos que fuera colorido, saturado y cálido por lo que modifica el tono y además me me da la sensación de que el vídeo de Youtube está más anaranjado todavía”. Para completar determinadas tomas usaron efectos digitales para poner más sangre “cuando algún momento quedaba muy vacio”. “Hay muchas cosas que mejorar”, concede.
Pero para eso hace falta ‘pasta’ y los de Eskoria Films se han lanzado al crowdfunding a ver si la consiguen. “No descartamos ninguna vía, si un productor o alguien con dinero se interesa por la película, nosotros, adelante”, aclara Muñoz. Y Cardona puntualiza que, aunque quieren “hacerla bien, con todo el mundo cobrando y un presupuesto lógico”, si no se puede “y los amigos quieren volver a trabajar gratis ofreciendo su trabajo como presupuesto y convirtiendo la película en una cooperativa”, la cifra mágica para lanzarse a la locura sería “20.000 ó 30.000 euros”.
Casualidades o no, la campaña la lanzaron el lunes 11 de febrero, día que el Sumo Pontífice anunció que iba a dejar la Silla de Pedro vacía. “Que nosotros sepamos ha sido mera casualidad estrenarlo el mismo día”, bromea Muñoz, y Cardona añade a renglón seguido: “Pero sí puede que sea una señal de algo”.