Tus colegas, tus padres, la vecina de arriba, un exligue, tu último match de Tinder, tus jefes, el señor raro del bus que huele fuerte o, incluso, tú. Todos podemos ser carne de cañón para cualquiera de las publicaciones de Gente que hace cosas, de La Mandanga. Porque aquí no se salva ni el apuntador.
Noemí Rebull es el nombre que hay tras La Mandanga , nuestra colaboradora de los lunes en Mandanga Monday. Su nuevo proyecto, Gente que hace cosas, es un ejercicio de observación en el que rescata un puñado de pensamientos que seguro que alguna vez han pasado por su cabeza, a veces de manera fugaz (¿y también de la tuya?).
«Tiro de notas que tengo apuntadas y pequeños brainstormings. Por suerte (o no), el día a día me regala muchas ideas. Aunque en algún momento preguntaré a mis amigos para explorar puntos de vista y temas a los que quizá no presto atención».
En Gente que hace cosas se dan cabida aquellos actos de observación a los demás que se dan de manera involuntario, como algo efímero y rápido a lo que apenas das importancia. Pero, también, reconoce Rebullo, aquellos que son más conscientes y generan sentimientos de rechazo, miradas de odio o críticas silenciosas.
Puede que con Gente que hace cosas Noemí haya encontrado la clave para observarnos y reírnos de nosotros mismos sin dejar de lado la autocrítica. Algo que nos cuesta demasiado: «Tenemos una cierta dependencia al qué dirá la gente. Queremos ser tan coherentes con todo que cuando la cagamos o cambiamos de opinión y alguien lo detecta, saltamos a la defensiva.
»Es normal liarla sin querer, así que si compras un libro de sostenibilidad por internet en vez de ir a una librería local, no te fustigues tanto. Puedes reírte un poco, aprender y avanzar. Firmado: gente que va de coach».