Madrid ensaya la democracia directa por primera vez

Democracia directa
Foto: Borja Larrondo y Alex Cascallana

No deja de ser una metรกfora que la primera decisiรณn que vaya a tomar la ciudadanรญa ejerciendo la democracia directa se relacione con un billete de transporte. Ese rectangulito de cartรณn es un permiso de viaje, el instrumento con el que cada dรญa se acortan distancias en Madrid.

Hay desplegadas 60 urnas en juntas municipales, centros culturales o de la tercera edad. Durante el fin de semana (18 y 19 de febrero) 80 cajas saldrรกn a la calle; invadirรกn Puerta del Sol, la plaza de Espaรฑa, Callao, la plaza de Lavapiรฉsโ€ฆ En febrero de 2017, la capital espaรฑola se suma a las ciudades europeas que cada vez confรญan parcelas mรกs grandes de su gestiรณn a la participaciรณn de los ciudadanos.

Para Pablo Soto, concejal de Participaciรณn Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, el estreno llega con retraso. ยซHabรญa dificultades, pero ninguna insalvable que justifique que en 2017 no se hubiera puesto esta herramienta en manos de la ciudadanรญa. Lo รบnico que habรญa que hacer era tomar la decisiรณn; tiene que ver con la visiรณn de cรณmo debe funcionar una democraciaยป, explica a Yorokobu.

Ahora, despuรฉs de que en 2015 se abriera la plataforma de participaciรณn y se comenzara a experimentar, dos propuestas salen a votaciรณn: crear un bono de transporte intermodal (bus, metro y cercanรญas) e impulsar la iniciativa Madrid 100% Sostenible que incluye 14 puntos para desintoxicar la ciudad.

El circuito que han seguido estas iniciativas que se generaron en pequeรฑos debates entre vecinos ha sido pausado. Para prosperar y pasar a votaciรณn, deben reunir al menos 27.000 votos. ยซLo mรกs parecido que existรญa era el derecho a la iniciativa popular, pero tenรญa unos requisitos altรญsimos y no conllevaba una consulta, sino un debate entre polรญticosยป, recuerda Soto.

ยซEn los lugares del mundo donde esto funciona se ve enseguida quรฉ umbrales son รบtiles: donde las firmas necesarias para que prospere una votaciรณn se sitรบan en torno al 1% o el 2% del censo se votan asuntos regularmenteยป, puntualiza Soto.

Cada propuesta lleva un anรกlisis competencial. En el caso de que el Ayuntamiento no pueda adoptar una decisiรณn por sรญ mismo, se compromete a defender el resultado de las consultas ante los รณrganos necesarios.

La plataforma para implicar a los habitantes de la capital ha tenido unos comienzos difรญciles, lentos. Un artรญculo de verano de 2016 seรฑalaba que la frontera necesaria era algo superior (54.000 firmas), segรบn palabras de Soto. A los ciudadanos les cuesta asumir que pueden interceder en las decisiones pรบblicas: hay escepticismo, desconfianza.

Democracia directa
Foto: Borja Larrondo y Alex Cascallana

ยซDesconfรญan mucho de que pueda haber mecanismos con esta potencia y que sea algo real. Es normal que desconfรญen. Lo รบnico que han demostrado las instituciones es que el artรญculo 1 de la Constituciรณn, en el que se dice que la soberanรญa reside en el pueblo, es papel mojado. Antes ningรบn mecanismo permitรญa ejercer esa soberanรญa mรกs allรก de cada cuatro aรฑos, pero esto se estรก extendiendo y la ciudadanรญa se darรก cuenta de que toma decisiones, de que se decretan y son vinculantesยป, se esperanza Soto.

Parece que cierta timidez se va perdiendo: ya hay 250.000 inscritos en la web Decide Madrid, segรบn cuenta Vicky Bolaรฑos, responsable de prensa.

En la votaciรณn popular que finaliza el domingo, el Ayuntamiento ha introducido otras dos decisiones: el proyecto de remodelaciรณn de la plaza de Espaรฑa y un sondeo para comprobar quรฉ deseos se reservan con respecto al futuro de la Gran Vรญa (si se quiere profundizar o no en su peatonalizaciรณn).

Se trata de un proceso mixto. ยซAnteriormente, se preguntรณ por la predisposiciรณn a que se remodelara la plaza de Espaรฑa, saliรณ que sรญ y han ido sucediรฉndose distintas fases: en unas participa la ciudadanรญa y en otras, un jurado con tรฉcnicos del Ayuntamiento y profesionales del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Se presentaron 72 proyectos, se votรณ para elegir a los cinco semifinalistas; luego el jurado seleccionรณ dos, proyecto X y proyecto Yยป, recapitula Bolaรฑos. X e Y para conservar el anonimato de las propuestas.

Este mecanismo quiere complementar el clรกsico mรฉtodo de los concursos pรบblicos para la adjudicaciรณn de contratos, hacerlo extensible a los empadronados. En esta semana, tres cabecillas de la trama Gรผrtel han entrado en prisiรณn. A sus espaldas cargaban montones de licitaciones amaรฑadas. Una de las premisas de trabajo de la trama se resumรญa en una frase: teniendo al alcalde tienes el municipio y las obras.

democracia directa
Foto: Borja Larrondo y Alex Cascallana

El concejal de Participaciรณn confรญa en que estas herramientas torpedeen el mamoneo. ยซNo sรณlo es un elemento de decisiรณn, sino que tiene un elemento importante de elevaciรณn de la transparencia y de eliminaciรณn de posibles vรญas de corrupciรณnยป. Al menos en principio, ya se sabe que los sibaritas del pufo, los Bรกrcenas y Granados, cuelan la mano por cualquier rendija.

Las crรญticas que intentan demoler desde el cimiento cualquier conato de participaciรณn ciudadana se centran en infantilizar al ciudadano, en insinuar que la gente pedirรก locuras, eliminaciones de impuestos, beneficios inasumibles. Los contrarios a estos mรฉtodos temen por el dรฉficit pรบblico.

Segรบn su anรกlisis, Pablo Soto asegura que los sistemas sin democracia directa acumulan mรกs deuda, ยซy mรกs cuando se acercan elecciones y el partido de gobierno estรก cerca de perderlasยป. Un uso partidista y atropellado de los fondos pรบblicos que, en caso de depender de los ciudadanos, difรญcilmente se darรญa.

ยซEn realidad, se generarรญa un 7% menos de deuda; en el caso espaรฑol estarรญamos hablando de un estado del bienestar mucho mรกs desarrolladoยป, medita.

El prรณximo sรกbado y el domingo saldrรกn a la ciudad decenas de urnas para visibilizar lo que, a pesar de las campaรฑas de comunicaciรณn, muchos madrileรฑos todavรญa no saben: que pueden tomar decisiones. Aparte de presencial, el sistema de voto ha sido virtual y por carta. ยซSe mandaron 2,7 millones de cartas en un sobre amarillo muy chillรณn con el franqueo pagado para votar las propuestas ciudadanas y la remodelaciรณn de la plaza de Espaรฑaยป, recuerda Vicky Bolaรฑos. Hasta el pasado dรญa 10 habรญan votado por carta 130.000.

Hoy es un billete de transporte pรบblico, pero el objetivo es probar, ensayar, fallar y repensar con el fin de que, como aspira Soto, ยซuna parte muy sustancial de las decisiones rutinarias de los ayuntamientos caigan en manos de la gente, por ejemplo, con presupuestos participativosยป. Es el punto de partida: ยซSi podemos implementarlos bien y que la sociedad los reconozca como suyos, el resultado debe ser que ningรบn polรญtico en el futuro decida en contra de la poblaciรณn: ni candidatura olรญmpica, ni aeropuertos peatonales, ni guerra de Irak, ni vallas con concertinas en la fronteraยป. Que se acorten distancias entre las acciones de gobierno y las personas en las que, finalmente, caerรกn las consecuencias de esas acciones.

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Patrick Thomas

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