[pullquote ]ยซHรกblame siempre de mi hijo Manolillo. Me haces casi feliz con lo que me dices de รฉlยป (Miguel Hernรกndez en una carta dirigida a su esposa, Josefina Manresa)[/pullquote]
El 4 de enero de 1939 llegaba al mundo Manuel Miguel Hernรกndez Manresa. El niรฑo no gozarรญa demasiado de la presencia de su padre, Miguel Hernรกndez. El poeta pronto serรญa encarcelado. Hasta la muerte de este, acontecida tres aรฑos despuรฉs, apenas se verรญan en unas cuantas ocasiones. Aunque para su progenitor, Manolillo fue el bรกlsamo que aliviaba todas sus penas.
ยซApenas lo pudo ver pero se convirtiรณ en una de sus รบltimas alegrรญas, en tema constante en sus conversaciones epistolares con su mujer, Josefina Manresaยป, escribe el periodista Vรญctor Fernรกndez en el prรณlogo de Cuentos para mi hijo Manolillo. Nordicalibros reรบne los cuentos que el poeta escribiรณ al segundo de sus hijos en una ediciรณn lanzada con motivo del 75 aniversario de la muerte del poeta de Orihuela.
La celda fue el escenario donde compuso los cuentos dedicados a su Manolillo. No tenรญa cuaderno asรญ que tuvo que conformarse con escribir en las hojas de papel higiรฉnico. Eusebio Oca, compaรฑero de Hernรกndez durante su reclusiรณn en Alicante, se encargarรญa de pasar los textos a limpio. Incluso, cuenta Fernรกndez, ยซlos enriqueciรณ creando una grafรญa especial para ellos, ademรกs de unos bellos y sencillos dibujos pintados con acuarelasยป.
Hasta hace apenas unos aรฑos se pensaba que fueron รบnicamente dos los cuentos a Manollio: El potro obscuro y El Conejito. Pero hace unos aรฑos, casi coincidiendo con el centenario del nacimiento del escritor, Julio Oca, hijo de Eusebio, desvelรณ guardar un cuaderno de seis pรกginas, cosidas en la parte superior con hilo de cobre, en el que se recogรญan ambos cuentos ademรกs de otros dos inรฉditos: Un hogar en el รกrbol y La gatita Mancha y el ovillo rojo. Hoy aquel pequeรฑo manuscrito que contiene la รบltima obra del poeta se guarda en la Biblioteca Nacional.

ยซPese a la aparente ingenuidad de los cuentos, (Miguel Hernรกndez) sigue volcando su verdad, buscando un amanecer que no llegaยป, escribe Vรญctor Fernรกndez.
Al periodista, responsable de la ediciรณn del libro de Nordicalibros y autor del prรณlogo, le cuesta elegir uno de los cuentos. De hacerlo, se quedarรญa con El potro obscuro porque ยซpuede leerse como el anhelo del poeta en un momento que ya no invitaba a la esperanza, cuando estaba entre rejas y su salud estaba menguandoยป. Pese a ser todos ellos textos breves, ยซhay mucho del mejor Hernรกndezยป, apostilla.
A los textos de Hernรกndez acompaรฑan en esta ediciรณn los dibujos de cuatro ilustradores actuales: Sara Morante, Adolfo Serra, Alfonso Zapico y Damiรกn Flores. Al igual que para Fernรกndez, para Morante, autora de la ilustraciรณn de El potro obscuro, este es tambiรฉn su preferido: ยซEs un cuento con muchas lecturas para mรญ. En un primer momento pensรฉ en que el cuento era una manera del poeta de explicarle a su hijo la vida y la muerte. Pensรฉ en los momentos padre e hijo que nunca tendrรญan, en las conversaciones que nunca sucederรญan y en cรณmo el poeta quiso dejar ese legado a su hijo. Todo esto son especulaciones mรญas, claroยป. El tema elegido para su dibujo, dice, fue una escena tรญpica de la infancia: ยซLas fiestas de cumpleaรฑos en casa y en esos niรฑos derrengados tras los juegosยป.


El libro cierra con las imรกgenes de manuscritos de los cuentos, asรญ como de unos cuantos dibujos del propio Miguel Hernรกndez. Para Sara Morante descubrir esta faceta del poeta lo ha acercado aun mรกs a su figura: ยซMe ha hecho mucha ilusiรณn ver que tambiรฉn se expresaba a travรฉs de los dibujos, eso acrecienta la simpatรญa que siento hacia รฉl, hacia su trabajo. Es una suerte que podamos ver esos dibujos en los mรกrgenes, esos rostros, gestos y trazosโฆยป.
Miguel hdez mezcl a partes iguales ,ternura de madre primeriza y heroicidad propia de alguien mas allรก de lo humano ,desde su prision fรญsica busca refugio en la belleza de lo simple ,el anhelo de la felicidad ,en esa escena cotidiana ,de la que la mayorรญa de los que tenemos hijos hemos podido disfrutar ,siendo un tesoro sin valorarlo suficiente y que para el ,con sus ojos en el alma ,supo que era el escondite de la felicidad