Pocos serán los que no han mentido alguna vez en su vida. Quizás una excusa para evitar una cita incómoda, a lo mejor una línea en el currículum que realmente solo existe en tu imaginación o una historia falsa para ocultar una infidelidad. Pues bien, para minimizar la posibilidad de ser pillado en una de estas mentiras – piadosas o no -, una empresa te ayuda a diseñar y construir mentiras con empaque, dándote coartadas creíbles por un módico precio.
Paladin Deception Services se dedica, desde su sede en Lake Forest (Minnesota) a crear una red de embustes para sus clientes. Bulos de todo tipo fabricados con el único objetivo de sacarles de un apuro. El funcionamiento es tan sencillo como propio de una película de espías: tras contactar con Paladin Deception, el cliente recibe un número de teléfono y un correo electrónico. Al otro lado habrá un empleado (hombre o mujer, según las necesidades del cliente) disponible para hacerse pasar por un antiguo jefe o un hasta el momento desconocido compañero de trabajo y mentir por y para el usuario. Será con uno de los trabajadores de Paladin Deception – que, en su mayoría, son actores frustrados- con quien se construya y se ensaye la mentira para que todo salga a pedir de boca.
Básicamente, el cliente paga por tener a alguien que le dé la razón en todo. ¿Estuvo el fin de semana pasado esquiando con su amante? No, estuvo en una reunión y hay alguien que lo corrobora. ¿Es cierto que fue despedido de su último trabajo por tratar mal a un cliente? Para nada, como bien dice esa carta de recomendación (ficticia) de la última empresa para la que trabajó (falsa también) y como le podrán decir en este teléfono de contacto, fue un empleado ejemplar que salió en busca de nuevos horizontes laborales.
Ahora bien, la compañía creada por un antiguo detective privado llamado Tim Green no es, ni mucho menos, única en su especie. De hecho, en 2007 y 2008 hubo un ‘boom’ de empresas especializadas en fabricar coartadas para sus clientes. Tanto es así que el modelo llegó a cruzar el charco y España pudo disfrutar de los servicios de compañías de este tipo, incluso en forma de campaña publicitaria de una bebida alcohólica.
Como toda burbuja que se precie, la de la mentira profesional estalló y a día de hoy no quedan más que las cenizas de todo aquello. De esta forma, la de Tim Green, lejos de ser una empresa pionera, es más bien una superviviente.
Mentiras rebajadas
Quizás una de las claves que mantienen con vida a Paladin Deception es su tarifa de precios. Adquirir sus servicios durante un mes cuesta 42 euros (59 dólares). A cambio, el usuario podrá disponer de alguien al otro lado del hilo telefónico para cualquier referencia laboral, coartada sentimental o mentirijilla piadosa durante los siguientes 30 días. El servicio es barato, si se compara con los precios que tenían otras empresas de este tipo ya desaparecidas, pero es que, además, Paladin Deception ofrece una tarifa plana con descuento para los siguientes meses: cada mes adicional cuesta solo 17 euros (24 dólares).
El negocio de Green no está exento de polémica. Para empezar, Facebook retiró el año pasado la publicidad de Paladin Deception en la red social al considerar que se trata de «un modelo de negocio inaceptable». Sin embargo, Green no parece ver nada malo en lo que hace. «Todos necesitamos una segunda oportunidad», asegura este detective privado retirado que abrió las puertas de su empresa en 2009. «Creo que mi brújula moral está intacta», afirmaba.

Ética aparte, esta peculiar empresa no hace nada que sea ilegal. Para no jugársela, Paladin Deception no suplanta la identidad de ninguna persona, ni habla en nombre de empresas que existan realmente. Así lo explican en su web. Todo es legal, siempre y cuando sigas las directrices de la compañía.
No son pocas estas directrices. Nada de mentir en asuntos judiciales, ni a los bancos en busca de un préstamo, ni a las instituciones médicas, ni, en general, en cualquier situación que «Paladin considere inapropiada». En otras palabras, la empresa de Green no se pilla los dedos más de lo necesario.
Cuernos, novillos y sectas
De esta forma, la firma que ha hecho de la mentira su fuente de ingresos – y a la cual será mejor no juzgar por el aspecto de su web – enfoca su negocio casi exclusivamente a las referencias laborales (que según Green representan el 60% del volumen de negocio de Paladin) y a las coartadas para cosas tan típicas como ocultar un engaño sentimental o hacer novillos un par de días en el trabajo.
Teniendo en cuenta que el negocio ya es de por sí bastante inusual, es inevitable que, en estos cinco años de existencia, se hayan dado casos más curiosos aún. Green recuerda, por ejemplo, a un cliente que, siendo miembro de una secta, necesitaba una referencia de la empresa de Green para entrar en otra secta diferente.
Pensando en todos aquellos que necesitan un buen colchón de trolas, Green tiene empleadas a siete personas en Minnesota y a más de treinta colaboradores externos. El tiempo previo de preparación de cada caso es de un par de días, aunque, como todo, se puede acelerar previo pago de 7 euros (unos 10 dólares).
Con más de 250 clientes al mes, una de las frases que definen la filosofía de Paladin Deception está atribuida ni más ni menos que a Trotsky: «El fin puede justificar los medios, siempre y cuando haya algo que justifique el fin». Ahí queda eso.
