#10 Tips sobre creatividad de Rosan Bosch: «Al llegar a la edad adulta perdemos el 98% de nuestra creatividad»

6 de noviembre de 2023
6 de noviembre de 2023
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Rosan Bosch lleva cerca de tres décadas recurriendo al diseño para desafiar las normas establecidas. Sobre todo, en los entornos educativos y aprendizaje, donde se propuso dar un giro al paradigma de escuela tradicional.

La fundadora y directora creativa del estudio que lleva su nombre se ha ganado el reconocimiento internacional por sus innovadores planteamientos en los entornos educativos, plasmados en sus icónicos diseños.  Las escuelas Vittra en Suecia, la Academia Privada Sheikh Zayed en Abu Dhabi, el Ministerio de Educación de Argentina, los innovadores diseños de la Biblioteca Infantil de Billund o el departamento de desarrollo de LEGO son solo algunos ejemplos que figuran en su portfolio.

Pero ¿cómo concibe Rosan Bosch la creatividad? Se lo hemos preguntado y esto es lo que nos ha respondido.

1. «Todos somos una fuente de creatividad»

Creo que todos somos creativos, que nacemos creativos. Por tanto, la creatividad es algo innato que, además, es esencial, no solo para vivir, sino también para nuestra sociedad.

Sin embargo, la creatividad no recibe el reconocimiento que merece. Desde que nacemos somos una fuente de creatividad, pero si el entorno en el que nos desarrollamos no es propicio para continuar cultivándola, poco a poco comienza a desaparecer.

Un niño de 5 años es muy creativo, sin embargo, cuando llega a los 15 años ya ha perdido un 88 por ciento de su capacidad creativa. Pero lo que es aún más alarmante es que en la edad adulta ese niño ha perdido el 98 por ciento. Qué loco, ¿no?

Por eso, es muy importante cuidar y cultivar la creatividad que nos queda cuando somos adultos, porque la creatividad es como un músculo. Es esa consciencia para prestar atención a los detalles de lo que nos inspira en lo cotidiano. Hay que salir afuera y sentir la temperatura, la humedad, los sonidos, los olores, los sabores, la hora del día, la época del año…

2. Deja jugar a tu creatividad 

La creatividad no se aprende. La creatividad es innata, la llevamos dentro de nosotros desde que nacemos. Lo que sucede es que corremos el riesgo de perderla. La apagamos, peleamos con ella y la escondemos. Pero la creatividad está en ti: tienes que permitirte jugar.

Yo estoy muy agradecida a mi madre, que es fotógrafa, porque me enseñó a mirar de verdad, no solo a registrar una imagen a través de una fotografía. Hay un disfrute, un gozo que nos entrega la curiosidad y que reaparece al cultivar la creatividad. Por eso en nuestro estudio tenemos la misión de crear diseños que apoyen esta creatividad y que provean condiciones para el aprendizaje flexible a través del juego.

La vida es un milagro. Cuando nos enfocamos en la creatividad, recibimos mucha información. Porque el arte viene de nuestros sentidos. Yo siento la creatividad y la sensibilidad en mi cuerpo, y nuestro cerebro se nutre de esas sensaciones que viajan por el cuerpo. Son esas mismas sensaciones las que activan nuestra creatividad.

Vuelvo a repetirlo, la creatividad es innata. Y la buena noticia es que puedes
entrenar tus capacidades a partir de esta creatividad, como también a través del juego. A veces, como adultos, no nos damos espacio para jugar. Priorizamos la necesidad de planificar e intentamos usar el tiempo únicamente de manera eficaz.

Planificar puede resultar útil para la creatividad también, pero no cuando se
convierte en lo más importante, como ocurre en la vida moderna, ya que nos hace perder fluidez. Si solo vemos el tiempo como un reloj de 24 horas, nos quitamos la oportunidad de pensar de manera distinta.

La creatividad va de la mano de poder pensar con curiosidad para crear lo que queramos.

3. A las prisas, ni agua

La prisa de la rutina es la mayor enemiga de la creatividad. No dedicar esos momentos, esas pausas, a inspirarnos con lo que vemos a nuestro alrededor como, por ejemplo, cuando observamos la naturaleza. Al mirar un árbol, por ejemplo, cuando noto que las hojas cambian de color, que caen, puedo observar con sensibilidad esa transformación.

Podemos despojarnos de esa prisa al traer a nuestro consciente su existencia. De esa manera podemos hacerla a un lado, y así darnos ese espacio para aprender a cómo utilizar nuestra creatividad para transferir aquella observación y lo que nos haya inspirado a crear otras formas y posibilidades en distintos contextos; en el trabajo, en nuestro hogar, o en un proyecto, etc. Porque la creatividad es un superpoder y es un beneficio aprender a usarla de manera productiva.

Como decía antes, la creatividad se asocia con una forma de aprender que es
innata, la que, cuando somos niños, ponemos en marcha a través del juego. En nuestra creatividad reside nuestro potencial de desarrollo de capacidades
excepcionales que tenemos como seres humanos.

Otro enemigo de la creatividad es la creencia de que jugar es solo un pasatiempo. Es todo lo contrario. Jugar es lo más importante.

Hoy por hoy, con el bum de la inteligencia artificial, lo que nos hace únicos es nuestra capacidad de usar la creatividad para solucionar problemas de distintas maneras. La capacidad de ser creativos nos hace imprescindibles.

Entonces, ¿qué debemos hacer para que nuestros niños no la pierdan y puedan conservar esa creatividad que los hace únicos, y que los apoyará en su futuro? Entrenarla para que siga creciendo, y para que esa creatividad no tenga que luchar por sobrevivir. Debemos respetar y cuidar esa creatividad desde la niñez en vez de apagarla.

4. Buenos días, curiosidad

El primer aliado de la creatividad es la curiosidad, porque de ahí nos nace ser creativos. Otro aliado es el aprendizaje a través del juego. Y por supuesto, la misma creatividad. Los aliados principales de la creatividad son cuatro y trabajan como un conjunto: ser curioso, aprender, jugar, y ser creativo. Todo ello se va construyendo al probar cosas diferentes.

También podemos señalar otro aliado que apoya a la creatividad: la inspiración.

5. Original… o no

Creatividad es combinar cosas de distintas maneras, jugar, experimentar, saberlo o reconocerlo, describirlo y combinarlo. A veces, sucederá que nadie ha pensado antes lo que tú has pensado o creado. Otras veces, sí.

6. Puede que la inspiración no te pille trabajando…

La inspiración te pilla en cualquier momento. Lo de que «la inspiración te pille trabajando» es un poco triste, porque refleja una manera antigua de pensar, según la cual apagamos nuestra creatividad cuando vamos al trabajo, y la dejamos salir una vez terminamos el día. Para mí, todos los momentos de nuestros días están conectados. La inspiración viene de tu sensibilidad, y claro, hay momentos en los que estás más abierto o receptivo, independiente de dónde te encuentres.

Recuerdo, por ejemplo, un momento en el que para un proyecto que realizamos en el centro Liceo Europa de Zaragoza, encontramos la inspiración en el Moncayo, el pico más alto del sistema Ibérico y de la provincia de Zaragoza.

7. ¿Qué es un genio?

Yo pienso que cada niño es un genio.

8. Bienvenidas las rutinas

Las rutinas pueden ayudar a liberar espacios para cultivar la creatividad. Antes mencioné que la prisa de la rutina era un enemigo de la creatividad. Es esa prisa la que se convierte en enemiga de la creatividad, porque las rutinas en sí pueden liberar tiempo para jugar y cultivar la creatividad, según cómo nos relacionemos con ellas.

Muchos adultos reaccionan con estrés al hecho de mantener, controlar o adherirse a una rutina. A veces, el concepto que tenemos del tiempo nos limita y nos quita un espacio importante: ese que le podemos dar a la creatividad.

9. La creatividad nos hace humanos

La inspiración creativa tiene su origen en la sensibilidad de cada uno. Tenemos momentos en los que estamos más abiertos a ella, en que somos más sensibles a lo que nos rodea, independientemente de dónde nos encontremos.

No es que no existan trabajos o actividades en los que no se requiera creatividad. Todo depende de nuestra disposición personal para estar más o menos conectados con lo que nos rodea en cada momento y a cómo estas experiencias puedan inspirarnos.

No podemos olvidar que la creatividad es lo que nos diferencia como humanos. De hecho, según previsiones del Foro Económico Mundial, el 65% de los niños que acceden a la enseñanza primaria hoy en día acabarán desempeñando trabajos que aún no existen. El futuro es incierto, pero lo que sí sabemos es que los jóvenes de hoy tendrán que actuar en ese futuro.

La inteligencia artificial y la tecnología son capaces de realizar trabajos iterativos mucho más rápida y eficientemente que cualquier humano, pero la creatividad y la flexibilidad para encontrar caminos alternativos en un mundo que cambia a un ritmo acelerado son capacidades humanas que se desarrollan dando espacio a nuestra creatividad, y que seguirán siendo imprescindibles.

10. Teletrabajo, ¿sí o no?

Todo depende de nuestra disposición mental ante la situación de teletrabajo. Lo importante es que, incluso en ese espacio que puede suponer un aislamiento físico, sigamos teniendo la mente abierta; como cuando viajamos, y nos encontramos buscando y reconociendo la estimulación en esos espacios que son nuevos y percibimos como nuevos. Es esa misma curiosidad la que podemos traer a lo cotidiano.

Para ello es esencial practicar la flexibilidad y abrir nuestra sensibilidad mediante espacios que apoyan las habilidades del siglo XXI, cultivando nuestra creatividad, o sea, el pensamiento creativo y la colaboración.

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