7 clásicos que puedes leer en novela gráfica (y algún bonus track)

11 de octubre de 2021
11 de octubre de 2021
7 mins de lectura

Algunos por desconocimiento. Otros porque lo consideran más propio del público infantil y juvenil. El caso es que pese a que cada vez son más los que se acercan a este tipo de lectura, aún hoy existe cierta desafección hacia el cómic por parte de algunos lectores.

El formato viñeta sigue echando para atrás a quienes consideran este tipo de libros como menos ‘serios’ que las novelas o los ensayos al uso. Son quienes siguen asociando al cómic con los tebeos que leían en su infancia y circunscribiéndolo a historias relacionadas con superhéroes y poco más.

Por suerte cada vez son menos quienes lo ven así. Sobre todo a partir de los 80, cuando, como explica el filólogo y corrector Alejandro Gamero en su blog de curiosidades La Piedra de Sísifo, se produce el bum del cómic. Es entonces cuando el denominado noveno género salta la frontera generacional que había hasta entonces para llegar también al público adulto.

Pero, ¿qué es una novela gráfica?

Aquel también es el momento en el que comienza a popularizarse el concepto novela gráfica. Aunque ya se había dado a conocer en los 60, Will Eisner recurre en ese momento al término para terminar de acuñarlo y así diferenciar a su por aquel entonces flamante Contrato con Dios de las historietas de héroes o humor que los adolescentes leían por entregas.

Gamero, no obstante, se pregunta si, a día de hoy, tiene sentido mantener la diferenciación entre novela gráfica y cómic. En su opinión el término novela gráfica surgió para tratar de dar «legitimidad cultural» a libros como el de Eisner. Algo que ya no es necesario dada la calidad alcanzada por algunos de los títulos que, desde entonces, se han lanzado en ese formato. Entre ellos, estaría los de autores como Neil Gaiman, Charles Burns, Alan Moore o Art Spiegelman, quien en los 90 se alzó con un Pulitzer por Maus, la primera novela gráfica en lograr tan prestigioso galardón.

De ahí que Gamero, al igual que ya hizo el dibujante Glen Weldon, abogue por desechar el término novela gráfica:

[pullquote]«Flaco favor se le hace al cómic al usar el término «novela gráfica» porque lo único que se consigue es perpetuar ese sentimiento de inferioridad frente al resto de la literatura que lo originó», alega el autor de La Piedra de Sísifo.[/pullquote]

Con independencia de cómo las denominemos, la realidad es que el formato ha seguido creciendo en las últimas décadas. Y no solo en cantidad. Algunos de los títulos surgidos en los últimos años no solo se han colocado en las listas de los más vendidos sino también entre los mejor valorados por la crítica.

Incluso el creciente acercamiento de muchos lectores a la novela gráfica ha propiciado que algunos de los clásicos de la literatura se hayan versionado a este formato.

Algo que, entre otras ventajas, puede servir para que el público más joven, el más afín a este formato, se acerque a obras que de otra manera no leería.

En la librería de El Corte Inglés disponen de una extensa muestra de clásicos de la literatura que han sido versionados como novela negra. Repasamos algunos de estos títulosa, y añadimos un par de bonus track al final:

Nada

Con apenas 23 años, Carmen Laforet se alzó con el Premio Nadal en su primera edición. Un galardón que sorprendió al sector editorial y a ella misma, pero no tanto a los lectores que pronto convirtieron a la novela en una de las más vendidas del momento.

La joven logró cautivar con la prosa fresca con la que narraba la historia de Andrea en la Barcelona de la posguerra. Ahora Claudio Stassi adapta la obra de Laforet a formato de novela gráfica logrando transmitir con sus dibujos la soledad de la protagonista y la decadencia de aquella época. No en vano, Stassi tiene sobrada experiencia en adaptar otras grandes obras de la literatura española, entre ellas La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza.

Matadero cinco

Hace unos meses, hablábamos de la obra de Kurt Vonnegut como una de las grandes novelas distópicas de todos los tiempos. Y no hace mucho se estrenaba su versión en novela gráfica de la mano de Astiberri.

Albert Monteys y Ryan North han sido los encargados de ilustrar la historia de Bill Pilgrim, quien un día se acuesta siendo un anciano viudo y despierta a la mañana siguiente en el día de su boda. A partir de ahí los saltos en el tiempo se acontecen de manera aleatoria.

Todo puede pasar a partir de entonces en la vida de Pilgrim, en la cual no está exento el horror de la guerra, pero tampoco el humor negro y un tanto absurdo. Y, por supuesto, la fantasía, encarnada, en parte, por los tralfamadorianos, unas inquietantes criaturas con forma de mano…

Patria

Muchos de los lectores que acompañaron a Bittori cuando volvió a su pueblo y tuvo que reencontrarse con su doloroso pasado, volverán seguramente a hacerlo, ahora no solo de la mano de la narración de Fernando Aramburu sino también de los dibujos de Toni Fejzula.

Para quienes aún no han leído Patria es una buena oportunidad de acercarse a una de las novelas más leídas de los últimos años no solo en nuestro país: la novela de Aramburu se ha vendido en 24 países.

Matar a un ruiseñor

Harper Lee fue de esas escritoras de un solo título. Solo después de su muerte se publicó una segunda novela suya no sin polémica puesto que al parecer la escritora nunca tuvo intención de publicar.

Aunque a Lee no le hizo falta escribir nada más para alzarse a la cumbre de la literatura norteamericana ya que su obra fue desde su lanzamiento muy apreciada tanto desde la crítica como por los lectores.

La versión cinematográfica, con Gregory Peck bordando el papel de Atticus Finch, contribuyó a que la obra saltase las fronteras y llegase a los lectores de otros países. La adaptación ilustrada por Fred Fordman permite, ahora, llegar también a otros públicos, más afines a este tipo de narrativa.

Trilogía del Baztán

Probablemente cada uno tenga su propia imagen de la inspectora Amaia Salazar y el resto de personajes, reales o mitológicos, que protagonizan la trilogía del Baztán.

Ernest Sala nos muestra cómo los imagina él en esta adaptación ilustrada. El best-seller de Dolores Redondo engancha (aún más, si cabe) desde la primera línea.

Imposible no querer leer hasta el final para conocer la identidad del asesino de niñas y conocer los secretos que el Valle del Baztán y la propia Salazar esconden.

La máquina del tiempo

A finales del XIX, H.G. Wells escribió esta fábula sobre viajes en el tiempo, convirtiéndose en una de las primeras novelas de ciencia ficción. Al igual que en otras de sus obras, Wells hace uso de su imaginación con una clara intención moralizante. En este caso lo hace mostrando un distópico mundo futuro en el que tanto la especia humana y la tecnología se han descontrolado.

Esta versión gráfica creada por Olivier Dobremel (Dobbs) y Matt Moreau sigue con bastante fidelidad la línea argumental de la obra de Wells y algunos de los detalles que la caracterizan. Así, por ejemplo, seguimos sin conocer el verdadero nombre del Viajero en el tiempo.

A quienes hayan visto alguna de las varias adaptaciones cinematográficas de la novela, eso sí, les pueden sorprender las formas en las que Dobbs y Moreau han decidido representar a algunos de los personajes (no decimos más para no destripároslo).

El hombre que fue jueves

Para muchos, la genial novela de Chesterton fue una de esas lecturas obligadas del instituto que uno lee porque no queda más remedio. De haber existido esta adaptación en aquellos años, la mayoría, probablemente, se hubieran acercado a la obra de forma mucho más placentera.

La versión en novela gráfica de El hombre que fue jueves cuenta con las ilustraciones de Marta Gómez.-Pintado.

Y no podemos hablar de novelas gráficas sin mencionar a dos de los grandes clásicos, aunque, en ambos casos, no nacieron como adaptación sino como novela gráfica al 100%:

Maus

Imposible hablar de novela gráfica sin volver a mencionar Maus, de Art Spiegelman. No en vano fue la primera obra de este tipo en alzarse con un Pulitzer.

Spiegelman arriesgó sobremanera a la hora de elegir la forma en la que narrar la experiencia de su padre Vladek durante el holocausto: a través de una novela gráfica para cuyos protagonistas eligió distintos tipo de animales (ratones para los judíos, gatos para los alemanes, cerdos para los polacos…) y trufando la narración de situaciones un tanto cómicas. La mayoría de estas protagonizadas por su propio padre. Porque el escritor no cayó en la tentación de mitificar la figura de su progenitor.

La apuesta le salió redonda. Incluso Umberto Eco llegó a describir la novela como «la primera obra maestra en la historia del cómic»

Metamaus

Para los que al acabar la novela de Spiegelman se quedan con ganas de más (la mayoría), el autor les hizo un regalo a modo de novela gráfica en la que muestra cómo se gestó el proyecto.

Su nombre, Metamaus, y además de la novela gráfica sobre cómo se concibió Maus incluye un DVD con extractos de las entrevistas que el escritor realizó a su padre.

Sandman

Por supuesto, en este pequeño repaso no podíamos dejar fuera a alguien como Neil Gaiman, autor de una de las sagas de novelas gráficas más célebres, creada junto a un importante equipo de ilustradores: Sandman. El primer número lo publicó en enero de 1989 y el últimos, el 75º, vio la luz en marzo de 1996.

Durante ese tiempo, Gaiman consiguió no solo un gran número de adeptos a las historias de Sueño. Todos ellos están de suerte porque hace solo unas semanas se anunciaba el fin del rodaje de la serie inspirada en las novelas gráficas, el cual ha estado supervisado y ‘bendecido’ por el propio Gaiman.

Este artículo se ha desarrollado gracias a Cultura y Ocio de El Corte Inglés.

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