Dice la Wikipedia que abril es el mes de la margarita y el diamante. En Yorokobu no se cumple. Ni tenemos esas flores ni vestimos esas joyas. Pero este mes traemos historias sorprendentes, espeluznantes, sensuales y muy digeribles en nuestra revista en papel.
La ciencia está triste. Le han cortado las alas o, ¡peor aún!, los presupuestos. ¿Alguien dijo a nuestros gobernantes que «las naciones que más investigan resisten mejor las crisis»?
El poeta británico Richard Burton definió Somala, en 1854, como «tierra de poetas». Pero la poesía parece haber cedido terreno a una guerra esquizofrénica que comenzó en 1986. En este escenario surgió un cuerpo sin orden ni estructura que Occidente llama los piratas y que se han hecho mundialmente famosos por los secuestros de navíos pesqueros y petroleros.
¿Qué ocurre durante los 30 segundos que pasan desde que el fotógrafo Chris Buck apunta al fotografiado hasta que se produce el disparo? Que el modelo se esconde. Esas son sus fotos. Famosos escondidos.
Un relato de ciencia ficción de las preposiciones. ¿Matará BAJO a CABE? ¿ANTE espía a ENTRE?
La deliciosa comida de una cárcel de Cardiff (Reino Unido).
¿Cómo seremos cuando hackeemos nuestro cuerpo? El proyecto Hack You pretende crear escenarios inimaginables en los que el cuerpo humano integre tecnología para convertir al hombre en una especie de hackeador hackeado.
Los números inventados y diseñados por Tatalab.
Y la portada de Akacorleone.
Las historias atómicas (o no) de la revista Yorokobu de abril
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Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
