La faceta más lúdica de los fotógrafos icónicos de la agencia Magnum

agencia Magnum
FRANCE. Saint Tropez. 1979. Elliott Erwitt, self-portrait.

Las fotos de la agencia Magnum han distribuido por todo el mundo la historia en su misma floración. Sus fotógrafos captaron y captan esos momentos en los que cambia el rumbo de las cosas, las inflexiones que se marcan a fuego en las páginas del calendario. Pero no todo lo que importa, lo que construye el mundo o lo bombea, habita en esos instantes trascendentes. La vida ocurre también más allá: en la paz de la cotidianidad.

La mirada creativa de los fotógrafos de Magnum también se enfocaba en esos momentos llenos de historias. La exposición Players rescata ahora una de esas aristas: la del juego. Casi 200 imágenes de 46 iconos del fotorreporterismo permanecerán hasta el 16 septiembre en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.

«El fotógrafo», dijo Berenice Abbott, «es el ser contemporáneo por excelencia; a través de su mirada, el ahora se vuelve pasado». El tema no otorga sentido o dignidad a la fotografía; lo hace la capacidad de conservar lo que palpita en un marco perdurable.

Agencia Magnum

Esta instalación recopila formas de mirar inesperadas de los grandes fotógrafos de la agencia, todas ellas atravesadas de alguna manera por el juego. La muestra ha sido comisariada por Martin Parr y Cristina de Middel. «Asociar Magnum al juego no fue tarea fácil por la carga de tótem que tienen muchas figuras», cuenta De Middel. Hay un laurel épico sobre los autores de la agencia que, muchas veces, puede taponar otras facetas de su arte.

Esta muestra propone romper esa idealización para que fluya un relato más completo de los autores: «Cualquier simplificación al final no es buena ni para el que la hace ni para el que la recibe. Magnum tiene muchos más aspectos interesantes, no solo es guerra. Hay autores asignados a una etiqueta, pero a lo largo de su carrera han desarrollado otros lenguajes», reflexiona De Middel.

Agencia Magnum

Agencia Magnum

El concepto de juego desplegado en la propuesta se abre a todas las acepciones de la palabra inglesa (play: jugar, tocar…) y se aplica, incluso, en la propia estructura de la exposición. «En la sala no hay narrativa, no hay secciones. El propio visitante tiene que ir recorriéndola casi como una bola de pinball; él forma parte del juego», detalla la comisaria.

La muestra juega también con las ideas preconcebidas del lector: el espectador puede mirar la imagen y tratar de adivinar la autoría. Acertar no dependerá, en muchos casos, del conocimiento del visitante. Players ofrece facetas de algunos autores que están muy desconectadas del estilo por el que se les reconoce.

Thomas Dworzak, fotógrafo en zonas de conflicto (Yugoslavia, Chechenia), aparece con capturas de pantalla del Pokemon Go! «Irónicamente, una de ellas es de un pokemon que Nintendo colocó en la tumba de Robert Capa». También se aprecia una mirada alternativa de Harry Gruyaert. «Es conocido por fotos más clásicas, pero tenemos una serie de imágenes de los 80 que hizo a la pantalla de la televisión durante los Juego Olímpicos de Múnich».

agencia magnum

Se incluyen las capturas de Peter Marlow de los alumnos del colegio de Eton participando en el juego de la pared, una especie de rugby ancestral, o trabajos de Chris Steele-Perkins recogiendo momentos de los partidos de críquet que se disputan en la isla de Wight durante el tiempo de marea baja: normalmente, se encuentra cubierto por el agua.

Lo dijo el filósofo holandés Johan Huizinga al desarrollar su teoría del Homo Ludens, «sin cierto desarrollo de una actitud lúdica, ninguna cultura es posible». El juego es también la música. La exposición reúne fotografías del mundo del jazz tomadas por Guy Le Querrec. En el jazz, los dos estados de la creación, la composición y la interpretación, se solapan en el tiempo. El jazz es la sublimación del juego musical, y eso se percibe en la imagen y la compostura de sus artistas.

agencia magnum

En otras ocasiones, el divertimento se detecta en la propia ejecución de la fotografía. «Hay muchas imágenes en las que el fotógrafo juega y ves el resultado en el juego de perspectivas o en la composición», señala De Middel.

De Middel y Martin Parr han recopilado las imágenes con minuciosidad. «Ha sido un trabajo exhaustivo y extenuante, un buceo en el archivo de la agencia. Hicimos búsquedas generales y luego fuimos hilando. El archivo es infinito, podríamos hacer 40 exposiciones más como esta con la misma temática».

Agencia Magnum

La búsqueda comenzó a finales del pasado septiembre y culminó en febrero. Cinco meses de exploración para quebrar ideas preconcebidas, para acercarse con una mirada actual al material de Magmun, para diluir la idea de que unas temáticas (de conflicto y actualidad) dominan sobre otras.

«Vivimos en una época en la que parece que se están abriendo puertas a otros lenguajes y otras temáticas, es una característica fundamental de la fotografías de los últimos diez años. Quien establece jerarquías es que no ha metabolizado el cambio de ciclo en la forma de explicar el mundo a través de la fotografía», concluye De Middel.

Los fotógrafos de Magnum, en su forma de trabajar y de no permitirle descanso a la mirada, captaron hace décadas esa nueva óptica: todo lo que existe es digno atraparse, de conservarse para las próximas generaciones en el marco de una fotografía.

Último número ya disponible

#141 Invierno / frío

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>

No te pierdas...