El paso de los años va difuminando la base de datos que almacena nuestro cerebro. Los nombres, las fechas, las caras… empiezan a borrarse del registro. Igual que languidece la tinta o se borra el trazo del lápiz.
Esto se debe a que cada año los humanos perdemos un 0,5% del volumen cerebral. Desde que nacemos hasta los 90 años la materia gris se reduce alrededor de un tercio.
Pero los científicos han descubierto que el cerebro se puede entrenar para que permanezca más tiempo en buena forma. En el Triniti College de Dublín investigan la actividad cerebral y para dar a conocer sus descubrimientos han creado la campaña Hello Brain. A ellos se han unido a Head Squeeze (un equipo formado por James May y varios científicos, matemáticos y cómicos), y juntos están promoviendo una serie de vídeos que hablan de la salud del cerebro.
Una de las mejores fórmulas para mantener una buena memoria es permanecer toda la vida estudiando. Y lo ideal es hacerlo aplicado a la vida real, como, por ejemplo, aprender un segundo idioma o a tocar un instrumento musical. Estas actividades, dicen, resultan más beneficiosas que los entrenamientos ficticios frente a una pantalla o un ordenador.
Head Squeeze relata en este vídeo un estudio que se hizo en Londres, en el año 2000, que comparaba el hipocampo (la región del cerebro donde se produce el aprendizaje y la memoria) de los taxistas y los conductores de autobús.
Los taxistas reciben una formación de cuatro años en la que tienen que aprender 25.000 calles. En cambio, los conductores de autobús entrenan durante seis semanas y solo tienen que memorizar varias rutas fijas.
¿Cómo se reflejaba esto en su cerebro? El hipocampo de los taxistas era mucho mayor. Las células de su mente tenían que realizar muchas más conexiones entre sí y esa actividad contrarrestaba la pérdida natural de memoria que se produce con la edad.
Los científicos recomiendan también una dieta sana, dormir bien, hacer deporte y una vida social activa para que el paso del tiempo no acabe dejando nuestros archivos cerebrales como un papel en blanco.
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